Fuerte conmoción causó en la sala de audiencias de la Cámara 8ª del Crimen de Córdoba el testimonio de Juan Cruz Camerano Echevarría, el conductor del Fiat Argo en cuyo interior murió Valentino Blas Correas (17). El joven aseguró que, cuando fue detenido el vehículo, no le brindaron ningún tipo de asistencia durante por lo menos una hora, hasta que llegó una ambulancia y constataron que había muerto.
A pedido de la fiscalía, se exhibió un video en el que se aprecia lo que realizan los policías, que revisan el baúl del vehículo pero no le dan asistencia a Blas, ni lo extraen para llevarlo a un hospital. Minutos antes, los jóvenes habían ido a pedir ayuda infructuosa al sanatorio Aconcagua. Finalmente, fueron interceptados por una moto en Corrientes y Chacabuco.
En el video se aprecia cómo, minutos más tarde de la detención, cómo Camerano Echevarría puede aproximarse a donde estaba Blas, tendido sobre un costado. En el testimonio sostiene que vio que estaba recostado, aún con vida, pero agonizando. La imagen continúa cuando los policías lo alejan de ese lugar, él se toma la cabeza y hace señas para que lleven a su amigo malherido. Ninguno de los uniformados hace caso y siguen alrededor del auto, haciendo tareas de control.
El auto fue interceptado a las 0.22 y pasaron al menos siete minutos y Blas seguía sin recibir asistencia. Un enjambre de policías sigue haciendo tareas en el exterior del vehículo, pero no se preocupan por Blas, que estaba agonizando.
Juan Cruz Camerano insistió que pidió varias veces que ayudaran a su amigo, pero lejos de hacerlo, le dijeron que lo había matado él. También refirió que pasó al menos una hora hasta que llegó la ambulancia, sin que los policías hicieran nada para auxiliar a Blas.
El joven sostuvo que, al decirle que murió por culpa de él, eso le hizo sufrir mucha culpa y que tuvo la idea de no querer vivir.
Sobre el tiroteo, señaló que pasó por el control a baja velocidad, cuando un policía con el arma desenfundada apuntó hacia el auto. Esto lo hizo asustar y decidió seguir. Luego, sintió ruido como de granizo seco, chapa y vidrios, cuando empezaron los disparos.
Tras el cuarto intermedio del mediodía, se reanudó la audiencia con el cuarto y último testimonio de los sobrevivientes, Camila Toci, quien viajaba en el Argo en el asiento del acompañante, al lado de Juan Cruz Camerano y delante de Mateo Natali.