Un joven conductor que manejaba alcoholizado y presuntamente a alta velocidad, y que el mes pasado mató a otro muchacho en la autovía 5 a la altura de la localidad de Villa Parque Santa Ana (en el departamento Santa María), seguirá preso en la Cárcel de Bouwer. La fiscalía firmó la prisión preventiva.
Agustín Uriel Muscarello (22) se encuentra imputado por homicidio culposo agravado por la conducción imprudente y antirreglamentaria de un vehículo automotor, doblemente calificada, por conducción temeraria y bajo los efectos de alcohol, por orden del fiscal de instrucción Diego Fernández, de la ciudad de Alta Gracia. Muscarello repartía encomiendas en un utilitario cuando sucedió el impacto.
La víctima fue Francisco Julián Ledesma (18).
En las últimas horas, y luego de que el acusado negó los hechos y se abstuvo de declarar, el fiscal firmó la prisión preventiva. Además, le requirió al Servicio Penitenciario de Córdoba que le brindara tratamiento terapéutico por una adicción.
A todo esto, el abogado Carlos Nayi, quien representa a la familia de la víctima, viene insistiendo en que la imputación se agrave: reclama que todo pase a encuadrarse como un homicidio simple por dolo eventual.
El drama vial sucedió el pasado 10 de octubre, a las 6.50 de la mañana, sobre la autovía 5, en el sentido Córdoba-Alta Gracia. El drama sucedió a la “salida” de una leve subida.
A esa hora, un colectivo del transporte interurbano se encontraba detenido en la parada a la espera de que ascendieran varios pasajeros, sobre todo estudiantes que se dirigían rumbo a clase.
Por el mismo camino circulaba Agustín Uriel Muscarello a bordo de un utilitario Iveco Daily.
Se disponía a repartir encomiendas y otros paquetes en la región.
Alcohol en sangre
De acuerdo con la pesquisa, Muscarello manejaba con un grado “de intoxicación” de 70 miligramos de alcohol en sangre.
Este estado, según la causa, trae aparejada “la disminución de la atención y del estado de alerta, lentitud de reflejos, deterioro de la coordinación y reducción de la capacidad de toma de decisiones racionales o de ejercicio de discernimiento”.
Según la causa, al salir de la curva, el joven repartidor no pudo controlar el utilitario, dado que, según la sospecha judicial, circulaba a “muy excesiva velocidad”.
En ese tramo, por ser una zona urbana, la máxima es 60 km/h.
Ante la pérdida del dominio, el joven invadió parcialmente la banquina derecha y siguió “la apresurada conducción” por un tercer carril asfaltado destinado a la dársena de ascenso y descenso de pasajeros, y a una calle secundaria de tierra.
Fue así que, según la causa, intentó pasar por la derecha al colectivo detenido y todo derivó en un desastre. Primero, el utilitario arrancó la puerta abierta del ómnibus y luego atropelló de lleno a Francisco Julián Ledesma, quien moriría luego.
Un hermano del joven y otras personas se salvaron de manera providencial. En tanto, el utilitario siguió de largo y terminó en la banquina a 40 metros del choque.
Para la fiscalía, la acción del conductor fue imprudente y palmariamente temeraria.
Al analizar las primeras pruebas de la causa (alcoholemia positiva, velocidad, trayecto y mecánica del hecho), el fiscal Fernández imputó por homicidio culposo agravado por culpa temeraria al joven conductor y ordenó su detención. A fines de la semana pasada, el instructor dispuso la prisión preventiva.
A todo esto, el abogado Carlos Nayi, quien representa a los padres de la víctima, insiste en su reclamo para que el caso sea reencuadrado en la figura de homicidio por dolo eventual, ya que entiende que el conductor debió haberse representado que, conduciendo de esa manera y alcoholizado, podía provocar una tragedia y la provocó.
Conductor homicida a juicio
A todo esto, por culpa temeraria, fue enviado a juicio días atrás el conductor de una camioneta que, en mayo pasado, se cruzó de carril en la Avenida de Circunvalación de Córdoba y causó la muerte de una automovilista y heridas en otra persona.
Se trata de Clever Alexis Rodríguez (27), quien permanece en libertad, y deberá responder por supuesto homicidio culposo agravado por culpa temeraria y por conducción de vehículo automotor, y lesiones culposas agravadas.
Así lo dispuso el fiscal de instrucción Juan Pablo Klinger, quien y concluyó que el joven perdió el dominio de la camioneta en la Circunvalación por utilizar su teléfono celular mientras conducía.
La víctima fatal de esta historia fue Anabela Ayelén Vega (30), quien iba a bordo de un Fiat Uno.
Klinger dispuso que Rodríguez siguiera libre porque no iba alcoholizado y manejaba a velocidad permitida. El abogado Nayi, quien representa al esposo de la víctima, pedirá el agravamiento de la carátula en el juicio.