La investigación del crimen de Patricia lleva más de tres meses. A pesar de haber recolectado cerca de 1.500 testimonios, el expediente que ya acumula cinco carpetas no tiene imputados ni detenidos, tal como lo confirmó la fiscal de Deán Funes, Fabiana Pochettino.
El principal argumento que reciben los familiares es que la escena del crimen fue drásticamente contaminada por las primeras personas que ingresaron al lugar antes de la llegada de la Policía. Huellas, ADN e incluso la ubicación de los elementos pueden no haber sido el resultado de las acciones de un homicida, sino de las personas que durante esas horas buscaban a la docente.
Todos los miércoles, a las 21, vecinos, familiares y amigos de Patricia se concentran en la plaza del pueblo, frente a la Unidad Regional Departamental de Sobremonte, para pedir avances y esclarecimiento del crimen.
“No queremos escuchar más que la escena estaba contaminada, le pedimos a la fiscal que mire con ojo de águila la mesa sobre la que tiene las pruebas. Allí están las huellas de quien nos quitó a Patricia”, reclamó una vecina en la última concentración realizada en el pueblo al cumplirse 100 días del crimen.
Desde la Policía sostienen que están haciendo todos los esfuerzos y que incluso incorporaron la colaboración de agentes del Departamento de Investigaciones de la Jefatura Provincial de Policía, que viajan todas las semanas para colaborar con el trabajo.
“Patricia era una persona muy querida. Muchos de los policías que investigan su homicidio fueron sus alumnos. Todos queremos que esto se esclarezca, pero la investigación debe caminar sobre terreno firme. No se trata de encontrar a las apuradas a un perejil y que después por apuro se caiga toda la investigación. Nuestra tarea es que se sepa la verdad y que se sancione a los responsables, y eso es algo que se debe hacer con seriedad y paciencia”, comentó un policía cercano a la investigación.
El lugar, entre las principales claves
La casa de Patricia estuvo en manos de la Justicia hasta comienzos de enero. A pesar de que ya devolvieron las llaves de la propiedad a su familia, ellos pidieron que se resguardara el lugar y que siguiera habiendo una consigna policial. Creen que en el lugar todavía hay elementos valiosos para la investigación.
Entre los testimonios recogidos, nadie vio entrar ni salir a nadie de allí en esa ventana de tiempo. Detrás de la casa hay un campo que funciona como hipódromo. Una de las principales hipótesis de investigación tiene que ver con que el asesino pudo haber ingresado por la tapia del patio, ya sea desde el predio trasero o desde un patio lateral.
A pocos días del hecho, se realizaron varios allanamientos en la localidad. Uno de ellos fue en la casa que está a la izquierda de la vivienda de Patricia, donde viven su amiga y la pareja de ella, con los que tenía pensado viajar ese mismo fin de semana. Del lugar se secuestraron prendas de vestir, como botas, y una escalera.
Por las calles de San Francisco del Chañar, algunos comercios y viviendas tienen carteles con el mensaje “Justicia por Patricia”. El crimen conmovió y conmueve a la pequeña localidad donde todos se conocen y todos están conectados. Quien no es familiar o amigo de Patricia fue su alumno o la veía a diario en algún comercio o institución local. Todos saben quién era, por eso nadie puede sentirse indiferente.
