Un grupo de 15 jóvenes se rebelaron este martes por la tarde en el instituto Horizonte, parte del Complejo Esperanza, y hay cinco guardias de seguridad y un joven interno golpeados, según informaron desde la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) provincial.
Según explicó el subsecretario de la Senaf, Antonio Franco, los jóvenes no quisieron regresar al interior del instituto, luego de las actividades recreativas en el patio. Comenzaron a desafiar a los maestros y celadores y en un momento desarmaron un metegol y con las varillas amenazaron al personal del Complejo. Tomó intervención el equipo de seguridad especial, que logró contener la revuelta, con cinco efectivos con lesiones menores y uno de los jóvenes, también lastimado con heridas menores. “Tuvieron todos magullones, propios del momento de la contención”, detalló Franco.
Los jóvenes, luego de ser contenidos, fueron revisados por el equipo médico. “Además de revisar su estado, en ese momento se le tomaron tests psicoactivos y no estaban bajo ninguna influencia”, señaló Franco.
Los jóvenes no expresaron ningún reclamo para dar fundamento a la revuelta, por lo que para Franco este hecho se encuentra vinculado a una especie de competencia con los internados en otro instituto, el Nuevo Sol, donde hace una semana hubo tres enfrentamientos con celadores.
El Complejo Esperanza es un centro que aloja a menores de edad en conflicto con la ley penal que se encuentra ubicado en la comuna de Bouwer. Tiene alojados, actualmente, 123 varones y 5 mujeres. En el Horizonte hay 20 varones, la mayoría de más de 18 años.
Ninguno de los menores se fugó.
El tercer episodio violento en pocos días
El de este martes se transformó en el tercer episodio violento en el complejo en poco más de una semana, luego de que el pasado miércoles tres empleados resultaran heridos en distintas peleas protagonizadas en los últimos días por jóvenes.
Unos días antes de ese episodio, el domingo, un grupo de jóvenes del sector 5 “en aparente actitud de revuelo”, según el parte oficial, “comenzaron a patear puertas del establecimiento y dos horas después procedieron a la quema de un colchón”.
Ante esta situación, desde la Senaf indicaron que el personal sofocó las llamas y salvaguardó la integridad de los menores.
