Mientras en la Secretaría de Seguridad de Córdoba y en la Jefatura de Policía provincial continúan los temblores en torno a quiénes seguirán al frente de esas reparticiones y quiénes se irán a su casa en diciembre próximo, hay más calma en la Municipalidad.
Es que si bien no está claro si Claudio Stampalija y Liliana Zárate continuarán en Seguridad provincial y en la Policía, respectivamente, cuando Martín Llaryora se convierta en gobernador de Cordoba, sí se conoce qué va a suceder en la Dirección de Seguridad y en Defensa Civil de la Municipalidad.
El flamante intendente Daniel Passerini pondrá en Seguridad municipal al excomisario Claudio Severino Vignetta, quien por ahora se desempeña como secretario de Riesgo Climático (la lucha contra los incendios), confirmaron fuentes municipales y desde el entorno del propio expolicía.
Se tratará de un reemplazo entre excomisarios, lo que sucederá en el Palacio 6 de Julio: es que Vignetta irá al lugar de Gustavo Folli Pedetta, quien ha salido de licencia.
Folli tiene un amplio camino trazado en filas policiales. Fue subjefe de la Policía provincial y durante largos años estuvo al frente de la Dirección Bomberos de la fuerza.
Su futuro en reparticiones públicas es incierto.
A nadie escapa en los pasillos oficiales que en la Justicia provincial avanza una compleja y delicada causa que puso la lupa a la Dirección Bomberos. Se trata de una causa que instruye el fiscal Guillermo González sobre una supuesta red que habilitaba negocios vía pagos irregulares. Ya hay tres bomberos y hasta un policía imputados, además de civiles.
Ahora, el fiscal, quien se dispone a imputar a funcionarios municipales del área de control, analiza las habilitaciones de negocios efectuadas años atrás.
Volviendo a la Municipalidad cordobesa, Vignetta desembarcará en diciembre con un equipo propio bajo las órdenes de Passerini. Su tarea no será menor si se tienen en cuenta los planes anticipados de que la Municipalidad participe de manera activa en la prevención y la lucha contra el delito en colaboración con la Policía de Córdoba, que depende de la Provincia.
La comuna lleva implementado un esquema preventivo con móviles de seguridad (los blancos con balizas amarillas) que patrullan con municipales y policías a bordo por áreas como el parque Sarmiento y Nueva Córdoba, entre otras zonas.
Restará ver cómo se termina de articular el trabajo entre la Policía provincial y la Municipalidad, de cara a futuro. Llaryora ya dijo que desea que la patrulla municipal porte armas no letales.
Revancha y vuelta a las fuentes
Será toda una revancha para Vignetta.
Es que “el Claudio”, como lo conocen, se fue en muy malos términos de la Policía en 2014. El hombre era jefe de Seguridad Norte y era parte de la plana mayor. El por entonces jefe de Policía, Julio César Suárez, lo vio como una suerte de “sombra” para su futuro ante el por entonces gobernador José Manuel de la Sota y decidió echarlo. Lo mandó a retiro forzoso.
Vueltas de la vida, Suárez sería condenado años después por amenazar a un periodista. Eso sucedió luego de haberse ido por la puerta de atrás de la Jefatura. Suárez fue reemplazado por Gustavo Vélez, quien a su vez años después tendría que irse por el caso de gatillo fácil contra Blas Correas en 2020.
Volviendo a Vignetta, el comisario Suárez no fue su único problema en la Policía. Años antes, ya había tenido una fuerte rivalidad con el por entonces “todo poderoso” jefe policial Alejo Paredes.
Otro mal trago de Vignetta fue cuando se tuvo que sentar en el banquillo de los acusados en Tribunales II por la muerte de un policía (el sargento Huk), quien falleció infartado en una práctica deportiva.
Vignetta fue sobreseído de culpa y cargo. El fallo quedó firme.
Tras irse de la Policía, Vignetta desembarcó recién en 2016 en la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático y Catástrofes.
Desde entonces, tuvo que trabajar contra incendios, inundaciones y colaboró en las acciones desarrolladas por la pandemia. Todo bien lejos de la seguridad y de los policías, aunque nunca perdió contacto con numerosos oficiales de azul.
Tuvo a su lado a Diego Concha, en Defensa Civil, y a Alfonso Mosquera, como su jefe en el Ministerio de Seguridad.
Concha hoy está preso y será juzgado por presunto homicidio tras el suicidio de una bombera. Mosquera, en tanto, está imputado por presunta violencia de género contra una policía.
Quizá por eso y tantas otras cosas internas, este excomisario nacido en Etruria tomará su llegada a la Municipalidad como una revancha y una vuelta a las fuentes.
En la Provincia, varios ya arman valijas
Juan Pablo Quinteros, un opositor, desembarcará en Seguridad bajo la atenta mirada y el control de Llaryora. El exjuecista está armando su equipo de trabajo y recibe la colaboración del exlegislador Emilio Graglia, quien, señalan en su entorno, no participará en el gabinete.
En el Ministerio de Seguridad está Julián López, quien marcharía a otro ministerio. Posiblemente, Justicia: volvería a tener que controlar las cárceles.
¿Quién lo acompañará a Quinteros? Todas son conjeturas, especulaciones, versiones.
Quien estaría armando su bolso para marcharse es Claudio Stampalija, el asesor externo que fue contratado para ser secretario de Seguridad y contralor de la Policía. Trajo un plan importado del exterior que no se mostró solvente.
A pesar de su conocimiento y sus tecnicismos, en la fuerza de seguridad no lo aprecian. “Nunca se metió al barro con nosotros, y en los barrios no lo conocen”, es la queja más escuchada tanto entre suboficiales como entre oficiales.
En la Jefatura de Policía, en tanto, siguen los temblores para saber si Liliana Zárate se va a retiro o si continúa. Es la primera jefa de Policía mujer de Córdoba y de la Argentina.
Desde hace semanas, corren la incertidumbre y las especulaciones en la “JP”. En la fuerza de seguridad, se avizoran movimientos de peso en un par de semanas. Por ahora, nadie salió a confirmar a la mujer en su puesto, pero no la descartan.
Mientras tanto, varios comisarios ya comenzaron aquello de probarse el traje con la insignia máxima.
