En el marco de un juicio abreviado, un hombre que atropelló y mató meses atrás a un ciclista a bordo de un auto que había robado, tras lo cual escapó corriendo, fue condenado finalmente a una pena leve por la Justicia de Córdoba.
Se trata de Christian Raúl de Souza (26), quien fue sentenciado a la pena de 4 años de cárcel efectiva por la Cámara 7ª del Crimen de Córdoba. Con el tiempo que lleva detenido en la Cárcel de Bouwer, en poco más de dos años recuperará su libertad.
La víctima de esta historia fue Oscar Alberto Zagaglia (80), un conocido vecino de Alta Gracia.
De Souza había llegado a juicio acusado por los delitos de hurto y por homicidio culposo (imprudencia) agravado por: el uso de vehículo automotor, por manejar drogado, por la alta velocidad y por haber escapado de la escena del hecho.
La escala penal para ese delito arranca desde los tres años y llega hasta los seis. El hurto agravado le agregaría una condena mayor.
¿Qué pasó entonces?
Se concretó un juicio abreviado. Se trata de un mecanismo legal, y muy aplicado en Córdoba, que consiste en que las partes (fiscalía y defensa) lleguen a un acuerdo en el que un acusado acepta los cargos, se muestra arrepentido y pide perdón.
De esta manera, se “pacta” así una condena más leve que la que pudiera corresponder en un juicio normal y todo se eleva al tribunal que es quien debe resolver. Por lo general, los jueces aceptan ese pacto.
Las víctimas –a veces, son parte querellante– no tienen injerencia directa a la hora de esa definición.
Queda en la fiscalía la voluntad o no de consultar a los familiares.
El juicio abreviado es un mecanismo que permite agilizar el juzgamiento de casos pendientes. Sobre todo, cuando hay presos. A la vez, es considerado una suerte de “molinete judicial”: los procesos se van resolviendo sin freno, pero no siempre hay una condena justa.
Pero, ¿cómo fue todo?
Robo y escape hacia Córdoba
Todo sucedió en la tarde del 9 de febrero pasado en la localidad de Villa Parque Santa Ana, a 11 kilómetros de la ciudad de Alta Gracia.
Aquella tarde, dos hombres llegaron a un conocido camping que estaba plagado de veraneantes.
Uno era Gabriel Omar Reyna (31). El otro, Christian Raúl de Souza (26), quien no estaba solo. Lo acompañaba una menor de corta edad.
Según fuentes con acceso a la causa, los dos hombres robaron una mochila de uno de los turistas. Tras apoderarse de dinero y algunas pertenencias, hallaron una llave de auto y el dispositivo de apertura.
Fue así que, siempre según las fuentes, decidieron ir “a probar suerte” al estacionamiento de la colonia. Tras activar varias veces el pulsador, comprobaron que un Fiat Siena había sido vulnerado.
Así las cosas, Christian de Souza le entregó la nena al cómplice, para que se volvieran a Córdoba Capital, y él decidió robar el Siena.
De acuerdo al expediente judicial, De Souza estaba muy drogado.
En segundos, los dos autos encararon hacia la Capital por la ruta provincial 5.
Impacto, tragedia y escape
En pleno viaje, a la altura del conocido monumento a Myriam Stefford, el auto robado que manejaba De Souza impactó violentamente contra un ciclista. Se trataba de Oscar Alberto Zagaglia (80). “Pajarito”, como lo conocían, era un conocido vecino de la ciudad del Tajamar y, a la vez, una persona muy querida en el mundo del automovilismo. Aquella tarde había salido a hacer una de las cosas que más amaba: pedalear su bicicleta.
Era poco más de las 17, cuando el Siena robado embistió de atrás a Zagaglia, quien sufrió gravísimas heridas que le terminaron causando la muerte.
El auto quedó destruido sobre el cantero.
Su conductor, lejos de quedarse en el lugar y brindar ayuda, escapó corriendo por los campos.
A los pocos instantes, arribaron patrullas policiales que ejecutaron un doble esquema de trabajo: por un lado, las labores propias de un choque fatal y por el otro desplegar un operativo de rastreo y captura del conductor fugado.
Finalmente, esa misma tarde, De Souza fue finalmente atrapado.
Continuando con la investigación, los policías lograron apresar horas después al cómplice del robo del auto –Gabriel Reyna– quien, a todo esto, siguió de largo en el otro coche llevándose a la nena de De Souza.
Toda esa violenta acción quedaría precisada en el expediente que desarrolló el fiscal de instrucción N° 2 de Alta Gracia, Diego Fernández.
Juicio “exprés”
Nueve meses después de la tragedia, llegó finalmente la hora del juicio oral en la Cámara 7ª del Crimen.
El abogado defensor de De Souza, Carlos Argüello, se presentó en la fiscalía de Cámara, a cargo de Sergio Ruiz Moreno, y ofreció la realización de un juicio abreviado.
El letrado indicó que su cliente se allanaba al proceso, confesaba todo (tanto el robo, como el choque y la fuga), no iba a negar nada y se mostraba absolutamente consternado por la trágica muerte del ciclista.
El acuerdo de juicio prosperó y todo finalmente fue avalado por la jueza Patricia Soria.
Con graves cargos en su contra como hurto agravado y homicidio culposo con cuatro agravantes, la condena contra De Souza finalmente quedó en cuatro años de cárcel.
Una pena, como se dijo, muy cercana al mínimo.
No es la primera vez que el fiscal Ruiz Moreno avala un juicio abreviado para una grave tragedia vial.
Hace un año, el funcionario fue seriamente cuestionado por el crimen vial de un niño que falleció atropellado en Santa Rosa por un automovilista que corría una picada.
El acuerdo inicial de juicio abreviado se generó una fuerte polémica que derivó en que se hiciera un juicio ordinario en esa Cámara 7ª.
Volviendo al caso de Zagaglia, el principal acusado se mostró arrepentido y le pidió disculpas a la familia de la víctima, aunque se equivocó de nombre del fallecido.
De Souza volvió al pabellón MX1 de la Cárcel de Bouwer y se especula que podría recuperar la libertad en dos años.
Su cómplice, Reyna, recibió una condena de 3 años por hurto.
