Dos jóvenes fueron detenidos en las últimas horas acusadas de haber cometido un hurto en la capilla San José Esposo, en la localidad de Malagueño. Ambos son vecinos de la misma población.
El hecho fue descubierto el domingo por la mañana por las colaboradoras del equipo pastoral. Los fieles hallaron el templo revuelto, con el sagrario roto y partes del mismo esparcidas en distintos sectores.
“Cada domingo venimos temprano para acomodar todo y, apenas entramos, vimos una parte del sagrario sobre el altar y el resto tirado en la puerta del baño”, relató Soledad Brizuela, una de las laicas encargadas de la liturgia.
Según reportes, los ladrones lograron entrar por un pequeño ventiluz del baño, ubicado a más de dos metros de altura. Una vez dentro, forzaron el sagrario, tiraron las hostias al piso y se llevaron hasta el vino de misa.
El ataque no sólo afectó elementos religiosos. Además de los objetos sagrados, los vándalos sustrajeron alimentos que iban a ser utilizados en un festejo del Día del Niño, así como un parlante empleado en las procesiones.
Desde la Policía se informó que en las últimas horas fueron detenidos dos sospechosos de 28 y 30 años. En el procedimiento, los uniformados lograron recuperar un parlante y secuestraron diversas prendas de vestir relacionadas con el hecho.
Los aprehendidos, junto con los elementos incautados, fueron trasladados a sede policial y quedaron a disposición del magistrado interviniente.
Este episodio se suma a una serie de incidentes recientes en la zona. El párroco, Héctor González, confirmó que este no es el primer hecho de inseguridad.
Según explicó el Padre González, la semana pasada arrancaron la cámara de seguridad de su oficina, el jueves se registró la falta de luz, y el sábado anterior volvieron a robar cables. Aunque el templo se encuentra cerca del centro, carece de custodia permanente.
Misa de desagravio y pedido de seguridad
Frente a la profanación, que constituyó un ataque al sagrario -considerado uno de los símbolos más sagrados de la fe-, la comunidad respondió con una misa de desagravio y adoración al Santísimo. La ceremonia tuvo la intención de bendecir el templo y reparar el daño espiritual causado.
Los reiterados incidentes generaron gran preocupación entre los vecinos, quienes están reclamando mayor presencia policial en el área.
