El valle de Punilla encierra historias de espanto. El salvaje asesinato de Andrea Belén Castana es una de esas historias. La joven madre de 35 años fue violada, golpeada y estrangulada por un hombre que la atacó cuando ella realizaba una de sus habituales caminatas por el Cerro de la Cruz, en Villa Carlos Paz.
Antes de huir, el atacante le robó zapatillas, celular y unas cadenitas. Nunca fue atrapado. Sin embargo, en un laboratorio tienen su ADN.
Sucedió el 11 de marzo de 2015. Pasaron casi seis años y medio, y el caso permanece impune.
Hay cuatro imputados que hoy están casi desinvolucrados: el exmarido de Andrea; Juan Manuel Lazzaroni; su empleado Diego Luján; el periodista Fernando Villa y Omar González, un hombre con antecedentes penales por robos.
Sus ADN no concuerdan en absoluto con el del asesino buscado.
La causa tiene novedades: el homicida de Andrea ya había violado a otra mujer que también hacía una caminata en el mismo cerro en 2004.
La víctima había hecho la denuncia, pero la causa no avanzó en la fiscalía de Gustavo Marchetti.
¿Cómo saben que es el mismo depravado? Coincide el ADN.
Hay más, en la fiscalía de Ricardo Mazzucchi, donde se investiga el asesinato de Castana, tienen la firme sospecha de que el criminal podría ser un violador serial.
Sucede que en el mismo 2004, poco después de aquella violación, otra mujer (una turista de una provincia vecina y que se encontraba veraneando) fue asaltada de manera violenta por un delincuente. En su denuncia no consta que haya existido abuso sexual. De todos modos, según sospechan los investigadores, por la forma del ataque y ciertos aspectos del hecho, creen que sí hubo.
Las claves del caso Castana: 5 años y 5 meses de impunidad
En esta nueva hipótesis, la de un violador que ataca a mujeres en las montañas, trabajaban Mazzucchi, personal de su fiscalía y pesquisas de la Dirección de Investigaciones Operativas de Policía Judicial.
No está claro si hay sospechosos nuevos o no.
Lo que sí se sabe es que la brigada de la DIO ya tomó contacto con la primera denunciante de 2005 para que aporte toda la información posible para esclarecer tanto su caso como también el de Andrea.
Ahora bien, de estar en presencia de un violador serial de mujeres, ¿por qué no se conocen más casos? ¿Hay más casos? ¿Dónde está?
En el marco de esta pesquisa, se han hecho averiguaciones en otras fiscalías y regiones de Córdoba. También en las cárceles. Nadie olvida el caso del cordobés Marcelo Sajen, el mayor depravado sexual serial de la historia argentina que supo interrumpir sus ataques algunos años (luego se sabría) porque estaba preso.
“Nunca dejamos de trabajar”, fue la lacónica respuesta que este diario obtuvo de la fiscalía de Mazzucchi, al profundizar sobre el giro de la causa.
Ataque en la montaña
Andrea Castana, madre de dos chicos, fue atacada el 11 de marzo de 2015. Según la causa, al menos un hombre la sorprendió en la montaña. La mujer se resistió con todas sus fuerzas. El depravado abusó de ella, la golpeó y estranguló. Su cuerpo fue arrastrado y oculto en otro sector de donde fue la violación. Parte de sus prendas fueron halladas en una parte inferior del cerro. Ya se dijo: el agresor le robó pertenencias a la víctima.
El cuerpo de Andrea fue encontrado varias horas después. Mientras se la buscaba, increíblemente se encontró otro cadáver: el del fotógrafo Hernán Sánchez, quien se encontraba desaparecido. Para la Justicia, Sánchez se suicidó.
Volviendo al caso Castana, con los rastros genéticos hallados en el lugar y en su cuerpo, se estableció el perfil genético del depravado asesino.
Desde hace algunos meses, la DIO trabaja a pleno en la causa.
Entre las medidas realizadas, los pesquisas investigaron en el tiempo. Muy atrás. Así, descubrieron que en 2005 otra mujer ya había sido violada en ese cerro, el atacante era un NN y se tenía el perfil genético. Al cotejar ambos ADN, surgió la coincidencia.
En esa búsqueda, se descubrió, a su vez, otro episodio grave contra otra mujer. “Esa víctima no denunció violación. Pero el ataque fue grave y similar en algunos aspectos. Como sabemos que el violador, además de violar, robaba, creemos que podría ser el mismo criminal. Esta víctima también está siendo contactada”, apuntó una fuente de la causa.
Pistas que se caerían
La nueva hipótesis del fiscal podría corregir rumbos del caso. Por caso, definir la suerte del exesposo de Andrea, Juan Manuel Lazzaroni, el primer imputado. Pese a que el ADN le dio negativo y a que pruebas independientes (celulares y filmaciones lo muestran en otro lugar al momento del crimen), aún sigue imputado.
Andrea, un espanto sumergido en la impunidad
Su suegro, Luis Castana, viene señalándolo como supuesto instigador. Castana viene recibiendo datos de Julio Barelier, un hombre que se dice investigador. Un “estudio” de Barelier (analizando cámaras en el Cerro de la Cruz) ya fue desestimado por Gendarmería y por Policía Judicial.
“Lazzaroni debe ser sobreseído. Él no mató a Andrea, ya lo demostraron los peritajes. Su ADN no coincide con el del asesino. No hay nada contra él. Además, a quién se le ocurre pensar que podría haber contratado sicarios. Andrea fue víctima de un violador que la mató; no de un mero asesino”, sostuvo el abogado Gabriel Gramática, defensor del viudo.
“Sabemos que en la fiscalía determinaron que el asesino de Andrea ya violó en 2005 e incluso sospechan que podría ser un violador serial. La causa se está moviendo ahora, de manera seria, pero en otra línea. Ojalá llegue a buen puerto. Lazzaroni quiere saber quién fue”, dijo Gramática, quien ponderó el trabajo de la fiscalía en la actualidad.
En este marco, indicó que desde hace un año la causa “se ha reactivado”.
La querella
Por su parte, Carlos Nayi, quien representa al padre de Andrea Castana, expresó su sorpresa al ser consultado por este diario respecto a esta nueva hipótesis. “Los padres de Andrea esperan el pronto esclarecimiento del caso y poder dar vuelta la página y salir adelante”, expresó el letrado.
