Como resultado de una condena pactada en el marco de un juicio abreviado, dos hermanos fueron sentenciados a 15 años y siete meses de cárcel por el alevoso asesinato de un empleado de una estación de servicio, quien fue ejecutado de un balazo en el marco de un asalto registrado en 2022 en el barrio Villa Corina, de la ciudad de Córdoba. Se trata del caso de Pablo Altamirano, quien tenía 36 años y tenía una familia ensamblada.
El fallo fue dictado por la Cámara 9ª del Crimen de Córdoba y alcanzó a los hermanos Eric Facundo Sabir (24) y Alan Joel Sabir (28), quienes fueron condenados en las últimas horas por el delito de homicidio en ocasión de robo agravado. Además, fueron hallados culpables por robo calificado, ya que habían cometido otro asalto dos semanas antes del crimen.
Fue un juicio abreviado ya que hubo un acuerdo (legal) entre la fiscalía de Cámara, a cargo de Mercedes Balestrini, y la defensa de los homicidas. Los hermanos Sabir aceptaron los cargos en su contra, se mostraron arrepentidos y pidieron perdón.
Acto seguido, el tribunal avaló la sentencia pactada y dispuso el fallo.
A todo esto, la familia de la víctima se mostró satisfecha con la sentencia, según dijo el abogado Carlos Nayi, quien actuó como querellante.
Todo sucedió en los primeros minutos del 13 de abril de 2022 en una estación de servicio ubicada en Rancagua al 3300, de barrio Villa Corina, al nordeste de la Capital.
El playero Altamirano acababa de atender a una clienta cuando una moto, con dos hombres, se detuvo en el lugar. Llevaban cascos. Quien iba detrás se bajó y encaró con un arma hacia el estacionero.
Asalto y crimen
Todo sucedió en pocos segundos. Mediante amenazas, el delincuente le exigió a Altamirano la entrega de la recaudación. Según la causa, la víctima se resistió y terminó recibiendo un balazo en el abdomen que le provocó la muerte. En la billetera quedaron los 950 pesos que tenía encima.
Los dos motochoros escaparon a toda velocidad por una calle aledaña.
El brutal asesinato destrozó a la familia del playero y motorizó a que numerosos vecinos y vecinas salieran a reclamar justicia y a quejarse por la nula presencia policial.
La investigación fue realizada por pesquisas de Investigaciones de la Policía provincial, bajo coordinación del fiscal Raúl Garzón.
Merced a un trabajo basado en cámaras y testimonios de la zona, los pesquisas determinaron que 15 días antes unos ladrones en moto habían cometido un violento asalto en una distribuidora de la misma zona. En ese hecho, sus rostros fueron captados por una cámara.
De esta manera, los detectives empezaron a profundizar la investigación en torno a dos hermanos. Bastó que dieran con sus allegados (la novia de uno de ellos, por caso) para obtener datos precisos que los involucraban no sólo en el asalto a la distribuidora sino también con el crimen del playero.
A los pocos días, los dos sospechosos fueron finalmente atrapados.
Veinte meses después llegaron finalmente a un juicio oral.
Proceso abreviado
La causa recayó en la Cámara 9ª del Crimen de Córdoba, en los Tribunales II. El proceso debía realizarse con la participación de jurados populares.
A poco de arrancar la primera audiencia, la defensa de los hermanos imputados mantuvo contactos con la fiscal para solicitar la realización de un juicio abreviado.
Cercados por las pruebas en su contra, los acusados querían confesar todo y obtener una pena de prisión ostensiblemente inferior a la que podría corresponderles si se realizaba un juicio común.
Luego de una serie de charlas entre fiscalía y el defensor se llegó a un acuerdo que fue finalmente aceptado por el tribunal actuante.
De esta manera, los hermanos Eric Facundo Sabir (24) y Alan Joel Sabir (28) fueron sentenciados a la pena de 15 años y siete meses de cárcel por homicidio calificado en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego y robo calificado.
Con los asesoramientos de los abogados Carlos Nayi y Estefanía Vesprini, la familia de la víctima fue parte querellante en el marco de esta causa que marcó a toda una barriada. La querella no puede participar en el acuerdo de un juicio abreviado. De todos modos, los letrados y la familia estuvieron conformes con la sentencia dictada por el tribunal.
Otros dos acusados
A todo esto, un joven y su novia están acusados en una causa colateral al crimen. Están señalados por encubrimiento: habrían comprado el arma homicida para hacerla desaparecer. Ambos pidieron una probation, es decir una suspensión de juicio a prueba.