En un fallo de apenas 27 páginas, la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba confirmó la condena de nueve años de cárcel contra Alan Alejandro Amoedo (30) por el delito de homicidio simple por dolo eventual, en el marco de la causa por la tragedia de Circunvalación.
De esta manera, las juezas Aída Tarditti y María Marta Cáceres y el juez Sebastián López Peña avalaron la condena que oportunamente había dictado la Cámara 9ª del Crimen en contra de este conductor.
El fallo sienta jurisprudencia, ya que fue la primera vez que un automovilista que comete un crimen vial es condenado con la figura del dolo eventual y no como un mero homicidio culposo, como sucede con los demás casos en Córdoba.
La figura del dolo “eventual” gira en torno a este razonamiento: una persona maneja fuerte y de manera temeraria, y se representa mentalmente que, manejando así, puede causar una muerte. Sigue adelante y la provoca finalmente.
Aquella tarde del 17 de mayo de 2021, Alan Amoedo manejaba ebrio (se le detectó 2,07 de alcohol en sangre) y con cocaína en el cuerpo un VW Vento a alta velocidad por la Circunvalación de Córdoba. Lo hacía en zigzag mientras pasaba vehículos.
Al sobrepasar un camión por la banquina, chocó dos autos que estaban detenidos porque uno había tenido problemas mecánicos.
En esa embestida, el Vento chocó a tres jóvenes. Murieron dos: Agustín Burgos (31) y Sol Viñolo (29). Fernanda Guardia (35), pareja de Sol, sobrevivió, aunque quedó con secuelas.
El 22 de mayo de 2022, Amoedo fue condenado a nueve años de cárcel por homicidio por dolo eventual.
Desde entonces, se encuentra preso en la cárcel de Bouwer.
En el juicio, el joven pidió perdón a las víctimas y a sus familias.
El TSJ desechó un recurso de casación que habían formulado los defensores de Amoedo, Benjamín Sonzini Astudillo y Santiago Quijada. Sonzini Astudillo confirmó a La Voz que presentará ahora una apelación ante la Corte Suprema de Justicia. El abogado insiste en que todo se trató de un homicidio culposo y pretende que se le rebaje la pena.
Satisfacción de las víctimas
A todo esto, los familiares de las víctimas de la tragedia de la Circunvalación, quienes venían reclamando y exigiendo que el TSJ se expidiera de una vez, celebraron el fallo. En los próximos días habrá un comunicado.
“La gente ahora va a pensar dos veces antes de apretar el acelerador, antes de embriagarse, porque ahora sabe que puede ir preso, como por matar con un arma. Hay que aprender que el auto es como un arma. Es peor que un arma, es un arma de guerra de la que no te salvás ni por casualidad”, comentó Carlos Viñolo, el padre de Sol, en diálogo con La Voz.
Viñolo, quien llevó adelante con los demás familiares una lucha incansable tras la tragedia, se quejó de la “pedagogía tremenda que estaba llevando adelante la Justicia, hasta ahora, en dejar a los asesinos al volante libres”. “Se estaba enseñando que matar en auto no era grave. Y las muertes al volante son la principal causa de muertes”, señaló Viñolo.
Las claves de la condena
En el fallo, los jueces del TSJ echan por tierra todos los argumentos que habían presentado los defensores de Amoedo en la apelación y, en paralelo, ratificaron todo lo resuelto por la Cámara 9ª del Crimen.
En el juicio contra Amoedo, quedó claro que el joven manejaba con una alta dosis de alcohol en sangre, con cocaína encima y de manera temeraria y a alta velocidad.
Hubo un punto medular en el juicio: el testimonio del testigo Agustín Fernández Reuter, quien dijo que la noche anterior a la tragedia había visto a Amoedo y hablado con él, a quien vio alcoholizado y sin poder cambiar una rueda de auxilio. El testigo le dijo que si seguía manejando, podía causar una tragedia. Fue lo que pasó.
Para los jueces (y tal como lo sostuvo oportunamente el fiscal de cámara, Gustavo Arocena), en ese diálogo, Alan Amoedo se representó que podía causar una tragedia y, a pesar de ello, manejó y la provocó.
La Sala Penal del TSJ valoró sobremanera a ese testigo, tal como ya lo había hecho la Cámara 9ª.
Además, los jueces Tarditti, Cáceres y López Peña valoraron los peritajes de la Policía Caminera y de Policía Judicial (que confirmaron la alcoholemia positiva), la secuencia del choque y los testimonios de otros automovilistas que referían la forma y velocidad que llevaba el Vento.
Por otro lado, los jueces tiraron abajo un argumento que sostenía la defensa de Amoedo y que, en cierta forma, responsabilizaba en la tragedia a las víctimas.
En la apelación, los defensores habían señalado que los dos autos estaban “mal detenidos” en la banquina. Los jueces del TSJ dijeron que era de día, que las condiciones de visibilidad eran óptimas y que, si Amoedo no hubiera manejado borracho y mal, habría evitado todo.
