Dos empleadas fueron asaltadas dentro de su lugar de trabajo y quedaron atadas de pies y manos. El hecho ocurrió este sábado en una cafetería ubicada en la avenida Rafael Núñez al 4.600. El delincuente, que portaba un arma blanca, fue detenido minutos después del robo.
En horas de la tarde, dos jóvenes se encontraban en la cocina del local preparando todos los productos necesarios para arrancar su turno y atender a los clientes. En un momento, una de ellas se dirigió hacia el frente del comercio ya que escuchó que un supuesto cliente abrió la puerta, aseguró la mujer en diálogo con ElDoce.tv.
Al toparse con el sujeto, la trabajadora pensó que era alguien que había llegado simplemente a realizar un compra. Sin embargo, la joven relató que: “Se estaba tapando la panza y me pidió ir al baño”. Al observar que el hombre seguía caminando hacia ella y continuaba cubriendo algo con las manos en la zona del abdomen, la empleada se percató de que era un robo y comenzó a correr.
“Atiné a correr y empezó a seguirme hacia la cocina, yo entré al baño, me puse contra la puerta para que no ingresara y le mandé un mensaje al dueño”, comentó la trabajadora. Mientras tanto, el maleante quedó dentro de la cocina con la otra empleada, con la cual forcejeó y terminó agarrándola de los pelos para llevarla hasta el baño mientras la amenazaba con un cuchillo tipo tramontina.
Allí, el sujeto las encerró en el baño y comenzó a maniatarlas. “Nos ató de pies y manos con un mismo cordón y nos dejó ahí encerradas”, aseveró la víctima al mencionado medio. En ese momento, las jóvenes le pidieron que no les robara a ellas, ya que ambas trabajaban en dos lugares a la vez y necesitaban el dinero.
Ante esta súplica, el delincuente les dio una aberrante respuesta. “Nos respondió que él también estaba trabajando”, señaló la trabajadora. “Después de eso le dijimos que había en la caja pero no se robó nada, salió del baño, se tomó un trago de jugo de naranja y agarró unas aguas saborizadas”, agregó.
En el momento en el que el ladrón estaba sacando las bebidas, la alarma del comercio se activó, ya que el jefe leyó el mensaje de su empleada. Además de activar la alarma, el hombre dio aviso a la Policía para que se presente en la cafetería.
Desde el local agradecieron al personal policial por haber llegado rápido. Si bien el maleante ya se había escapado, los efectivos lograron seguirlo a través de las cámaras y lo detuvieron. Tras capturarlo, los uniformados informaron que el sujeto tenía antecedentes penales, afirmaron desde la cafetería.
