La esposa y los hijos de Víctor Hugo Quiroga (69), el sereno que murió infartado el pasado fin de semana en el marco de un violento asalto por parte de una banda de delincuentes en un predio privado en las afueras de la ciudad de Córdoba, permanecen sumidos en el dolor y el desconsuelo. Reclaman justicia y que los delincuentes sean atrapados.
El sábado, esposa e hijos habían hecho una breve celebración, muy sencilla, porque Víctor Hugo había sido trasladado a un lugar más tranquilo para cumplir con su trabajo de sereno, a pesar de ser jubilado. De hecho, arrancaba ese mismo día.
Horas más tarde, se convirtió en la víctima fatal número 16 de 2023 en situaciones de robo en la provincia de Córdoba.
Ya en la madrugada del domingo, al menos seis desconocidos ingresaron a pie al predio industrial “Eco Parque”, a la vera de la autovía 19, en la franja nordeste de la Capital. Lo habrían atado y golpeado para luego dejarlo tirado.
Fue su compañero, otro guardia que también fue maltratado, quien lo encontró ya sin signos vitales. Al rato arribaría un equipo de emergencias que se limitó a constatar el deceso.
Por esta muerte, todavía no hay detenidos. Tampoco hay imputados.
El fiscal Andrés Godoy, a cargo de la causa, solicitó un estudio forense para conocer la causa de la muerte. Se especula que Quiroga habría muerto producto de un paro cardíaco. También se procesan imágenes captadas por las cámaras de seguridad.
Por su parte, los familiares enterraron el lunes, en el cementerio San Salvador de barrio Alto Alberdi, los restos del jubilado.
“Estaba contento. En el nuevo trabajo tenía aire acondicionado y le había parecido buena la idea de trasladarse, porque le habían comentado que era un lugar más tranquilo, retirado de la ciudad”, contó Cristian Quiroga, uno de los hijos de la víctima.
La historia de dolor tras una nueva muerte en ocasión de robo
Víctor Hugo se había jubilado como camionero.
Vivía con la jubilación mínima pero el dinero no le alcanzaba para pagar las cuentas.
Hace un año atrás había comenzado a trabajar en la empresa Seguridad y Vigilancia Integral, según contó su familia.
Antes de ser trasladado al predio donde había comenzado a cumplir funciones el sábado anterior a su fallecimiento, le había tocado ser sereno en un predio de una firma internacional de bebidas.
“Estaba contento porque ahora iba a estar en un contenedor, con comodidades y sobre todo porque había mucho menos movimiento”, contó Cristian.
Ya había sufrido otro robo en Buenos Aires.
Cuando trabajaba como chofer de camión lo habían reducido y le habían quitado su unidad. Aquella vez, recordaron sus familiares, no sufrió ninguna golpiza.
También había sufrido varios robos menores: arrebatos y alguna situación tensa en la calle, pero nada grave, según dijeron desde la familia.
“Desde la firma donde actualmente estaba empleado se preocupaban por él. Lo habían trasladado justamente por eso. Querían encontrarle un lugar donde pudiera tener mejores comodidades. Estaba en negro”, contó su hijo.
El hombre, padre de cuatro hijos, vivía con la menor de ellos y con su esposa, Raquel, en el barrio Los Boulevares, zona norte de la ciudad.
“Queremos Justicia. Necesitamos saber qué pasó con mi padre. Ahora estamos viviendo un dolor muy grande”, manifestó su hijo en diálogo con La Voz.
Robo en el predio de Eco Parque
La familia de Víctor Hugo cuenta con información escasa sobre el episodio durante el cual el jubilado perdió la vida.
Según le comunicaron fuentes de la investigación a Cristian, el hijo de la víctima, su papá fue encontrado por el compañero de guardia, que se encontraba a unos 200 metros del lugar donde comenzó el ataque.
“Entraron caminando y lo primero que hicieron fue ir a agarrar a mi papá. Eran unas seis personas, según me dijeron, y lo dejaron atado. También le pegaron. Él era diabético e hipertenso”, comentó su hijo.
Según la información que obtuvo la familia, el hombre sufrió un “infarto isquémico”.
“Estaba bien cuidado, medicado, pero habría sufrido una situación de estrés muy grande, además de haber recibido golpes”, dijo Cristian.
Los investigadores consideran que los asaltantes actuaron rápido y con prepotencia.
Pero según los pesquisas lo hicieron de manera desordenada. Habrían comenzado el ataque a los gritos y con gran nerviosismo, según aseguraron testigos ocasionales. Buscaban una suma de dinero que nunca precisaron. Nadie la tenía.
A través de amenazas, lograron hacerse de algunas motoguadañas, otras herramientas manuales, un teléfono y un Fiat Duna blanco, confirmaron fuentes policiales.
La resolución del robo hizo pensar a los investigadores que se trató de un golpe improvisando. Los pesquisas se preguntan si realmente tenían un dato o “si fue al boleo” que eligieron el blanco.
Con los pocos objetos que lograron llevarse, se dieron a la fuga. Recién allí fue hallado, sin vida, Víctor Hugo.
Inmediatamente la Policía tomó conocimiento del robo, se activó un patrullaje en el perímetro del predio que se fue extendiendo con el paso de las horas. Sin embargo, los esfuerzos por encontrar a los responsables del robo no dieron resultados.
Ayuda
Desde la Provincia se informó que el Ministerio de Seguridad se puso en contacto con la familia. El ministro Juan Pablo Quinteros dio instrucciones al gabinete psicológico de la Policía para que le brinde toda la asistencia a los familiares de la víctima. En paralelo, se indicó que la Municipalidad brindó asistencia para el velatoorio.