Uno de los protagonistas de esta nota permanece conectado a un respirador artificial, bajo extremos cuidados médicos y en la terapia intensiva del Hospital de Urgencias de Córdoba. Tiene una discreta custodia policial. Recibió tres balazos en el cuerpo. Uno le dio en la cabeza; los dos restantes, en la espalda. Si sobrevive, según los médicos, podría quedar con serias secuelas para moverse.
El otro protagonista de esta nota se encuentra preso. Está alojado en una celda del Establecimiento Penitenciario N° 9 de Córdoba capital.
Ha sido detenido hace pocas horas.
Está acusado por tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Su destino depende de la suerte del hombre que agoniza.
Las vidas de ambos se entrecruzaron hace un par de días en el marco de un violento episodio callejero en Córdoba capital y que ahora la Justicia, junto con la Policía, intenta terminar de aclarar.
La presunción es que el hombre que hoy está detenido era un vecino que, harto de los robos, salió a perseguir a un sospechoso al que acusaba de haberle querido robar.
Lo persiguió revólver en mano a plena luz del día y en medio de una calle por casi dos cuadras. Le dio dos balazos por la espalda.
Cuando por fin lo alcanzó, le efectuó un tercer disparo directo al rostro.
Acto seguido, arrojó el arma y desapareció del lugar corriendo, sin llamar a la Policía.
El violento episodio, donde a priori se entremezclan inseguridad y violencia urbana, ocurrió en la madrugada del pasado sábado 14 de este mes en barrio Bajo Pueyrredón, en cercanías del CPC, en la zona este de Córdoba capital.
Tras un llamado anónimo que ingresó a la central de emergencias del 911, la Policía acudió a pasaje José de Verón al 2700.
Baleado
Cuando los primeros policías arribaron, se dieron con un joven que yacía moribundo en el piso. Presentaba varios disparos.
Mientras se convocaba a una ambulancia de un servicio de emergencias, los policías pudieron constatar que el herido era Brian Pino, de 22 años.
Alguien desde Jefatura de Policía informó a sus pares en el terreno que el muchacho contaba con antecedentes penales.
Tras ser trasladado al Urgencias, quedó internado en gravísimo estado en el shock room.
Durante varias horas de la mañana del sábado, efectivos de la Dirección Bomberos realizaron una búsqueda de armas en la zona donde había pasado todo.
Mientras se realizaba la tarea, se inició el trabajo de campo de los pesquisas de la Dirección de Investigaciones.
No fue nada fácil para los detectives obtener datos sobre lo que había sucedido en realidad.
Ventana
Sin embargo, el paciente trabajo en el sector permitió obtener algunos datos de vecinos que, con el paso de las horas, se fueron solidificando con otras pruebas.
Finalmente, los policías llegaron a un domicilio y tocaron la puerta. Buscaban a un vecino que había sido señalado como el autor de los disparos contra Pino.
Fuentes oficiales dijeron que, a poco de dialogar, el hombre terminó admitiendo ser el autor de los tiros.
Y fue más allá.
Relató que trabajaba desde hacía tiempo y que vive en la zona y que en la madrugada habían querido entrarle a robar. Señaló que eran dos personas.
“Indicó que dos jóvenes, que siempre andan robando, intentaron forzar una ventana que da a la calle y que tenían claras intenciones de robo. Se justificó que los enfrentó porque estaban armados… Pero hay cosas que no cierran”, comentó un pesquisa a La Voz.
El vecino fue conducido a la Jefatura de Policía y, al cabo de unas horas, quedó detenido por orden judicial.
“Él dice que quisieron robarle, pero no está confirmado. La ventana no presenta daños. Lo que se sabe es que persiguió a uno de los individuos entre 150 y 200 metros y, tras darle alcance, le efectuó varios disparos”, indicó una fuente judicial a este diario. “Dos de los tiros fueron por la espalda. El otro a la cabeza, a quemarropa”, añadió el vocero.
El autor de los disparos quedó preso e imputado, por ahora, de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
La causa está en manos del fiscal Iván Rodríguez, quien ordenó profundizar la pesquisa a su equipo de trabajo.
Ya se secuestró un arma de fuego, que será sometida a peritajes.
“El hombre quedó detenido por la gravedad del hecho en sí y porque además nunca llamó al 911 para contar lo que había pasado. Nunca dio la novedad”, explicaron desde Tribunales.