En marzo se conoció que había 24 detenidos, entre ellos niños y adolescentes de 12, 13, 15 y 17 años, a quienes se les atribuían robos de modalidad “piraña” en la zona de barrio Nueva Córdoba y el parque Sarmiento. Eso causó una enorme preocupación entre las autoridades provinciales, en el ámbito judicial y en la población.
La Voz entrevistó a una madre que aseguró que su hijo formaba parte de este tipo de agrupaciones que se dedicaban a atacar en grupo a sus víctimas para despojarlas de sus pertenencias.
La mujer dijo no saber qué más hacer para evitar que el adolescente de 12 años a su cargo dejase de robar, que ya incluía indicios de la existencia de una acción organizada y liderada por adultos.
Tras una ardua investigación a raíz de estos hechos ocurridos en marzo y otros acontecidos en abril, se pudo concluir que existía una organización detrás de estos delitos y hasta se pudo identificar la existencia de liderazgos en la llamada “Banda del Parque”.
La investigación estuvo a cargo de la fiscal María Celeste Blasco, quien pudo determinar que la banda estaba compuesta por al menos 30 personas, entre las cuales más de 23 pudieron ser identificadas.
Según datos derivados de la investigación, al menos 11 integrantes de la banda no superan los 15 años de edad.
El cruzamiento de datos, que incluyó los resultados de varios allanamientos, entrevistas con testigos, declaraciones de imputados y una observación constante a la aparición de nuevos robos con esta misma modalidad llevó a Blasco a disponer de la prisión preventiva de los imputados mayores de edad.
Vale recordar que entre todos los operativos vinculados al accionar de esta banda se detuvo a un total de ocho mayores de edad y a ocho menores punibles. Asimismo, se registraron detenciones de más de 20 menores no punibles, que no tenían 16 años a la hora de su aprehensión. En el caso de los menores, se dio participación al juzgado correspondiente.
La investigación que puso al descubierto la organización de la banda
Blasco comenzó a investigar a los detenidos mayores de edad que habían sido involucrados en los robos registrados en el parque Sarmiento y un reconocido local bailable del centro de la ciudad.
Todos ellos fueron imputados por el supuesto delito de “robo agravado por la participación de menores de edad”.
Pero en tanto pudo avanzar con las pesquisas, junto al personal de la Dirección de Investigación Operativa (DIO), decidió modificar las imputaciones por las de “robo calificado en poblado y en banda”.
“Logramos identificar que detrás de todos estos hechos había una organización clara, con un modo que se repetía y con responsables que podrían intercalarse pero que actuaban bajo un aparente orden común”, detalló Blasco en diálogo con este medio.
A su vez, en el caso de los mayores de edad se agravó el delito por la participación de los menores de edad.
La fiscal también puso en conocimiento de los juzgados penales juveniles intervinientes de los avances de las pesquisas y solicitó las medidas cautelares para los menores de edad punibles.
La banda que se comunicaba por WhatsApp para cometer “robos piraña”
El cambio de carátula se produjo porque la fiscalía logró determinar que todos los imputados y aquellos menores que fueron aprehendidos junto a ellos conformaban “una banda”.
La investigación reveló que todas las personas que actuaban en estos hechos “adscribieron voluntariamente” a la banda. El propósito que tenía este conjunto era la comisión de los delitos en contra de la propiedad.
Y si bien no se pudo establecer el número total de personas involucradas, además de los que ya fueron imputados, sí se pudieron reconocer sus sitios de reunión frecuentes.
Según quedó establecido en la causa, la agrupación delictiva se reunía los días domingo desde la tarde. A veces continuaban allí hasta altas horas de la noche. El punto de reunión: el Parque Sarmiento.
Además, los sábados por la noche y hasta entrada la madrugada del domingo, se citaban en un concurrido boliche del centro de la ciudad.
Gracias a los allanamientos y a la confiscación de los celulares, se pudo establecer también que entre ellos se comunicaban a través de grupos de WhatsApp.
“Había mensajes de todo tipo en los grupos. Algunos de ellos directamente hacían referencia a los hechos, se burlaban de lo que había pasado y se daban instrucciones sobre cómo continuar perpetrando los delitos”, comentó una fuente allegada a la investigación.
Lo cierto es que a través de las actuaciones se pudo establecer que la banda utilizaba los mensajes difundidos por aplicaciones de mensajería para fijar días de encuentro y debatir cuestiones vinculadas a su actividad ilícita.
También se pudo probar que el grupo de personas no actuaba de manera improvisada: “Hay toda una planificación detrás de sus ataques, incluso está previsto el rol de cada uno”, explicaron desde la fiscalía.
También se afirmó que la banda identificaba claramente a las víctimas, las rodeaba, el grupo más numeroso se dividía en subgrupos más pequeños, y entre todos atacaban para desorientar a las víctimas y generar caos.
Así cada una de las veces que se pudo identificar el accionar de este grupo.
Cuando lograban obtener celulares, auriculares, gorras y demás elementos de valor, se los pasaban entre ellos.
En cuanto a los roles, las mujeres eran las encargadas de recibir los objetos robados y luego se deshacían de él, para en caso de ser aprehendidos no tener consigo nada que los incrimine.
“Acordaban no llevar sus propios celulares cuando iban a cometer hechos para no quedar enganchados con todos los mensajes expuestos”, confió una fuente cercana a la fiscalía.
De este modo, para la fiscalía se pudo establecer la existencia de una “banda conformada por un sinnúmero de integrantes, con una modalidad de actuaciones organizada, con fines claramente delictivos, en cuya cabeza habría una especie de líder, cuya identidad no es asequible por el momento”.
Un precedente que puede servir para investigar nuevos “robos piraña” en Córdoba
Hacia adelante, Blasco espera que todo lo develado por su investigación sirva para actuar con mayores fundamentos ante la aparición de este tipo de hechos delictivos.
La fiscal también subrayó que este tipo de delitos en los que actúa una banda tienen penas establecidas de un mínimo de tres años de prisión. Se espera que cuando las imputaciones queden firmes se pueda avanzar con juicios abreviados para lograr la prisión efectiva de los acusados.
En cuanto a los menores de edad no punibles (menores de 16 años) involucrados en estos delitos, se pudo saber que sus madres o padres reaccionaron de una manera muy similar a lo que pudo decir la mamá entrevistada en marzo por este medio.
“Preferían que sus hijos quedaran presos. Son chicos que no están escolarizados, con antecedentes penales. Muchos padres dijeron que no saben qué hacer con sus hijos. Otros niños tienen a sus adultos muy ausentes”, dijo una fuente ligada a la investigación.
