Un joven automovilista que escapó a toda velocidad tras haber chocado una moto y matado a un niño de 12 años, mientras circulaba con luces apagadas, será juzgado este 2022 por el delito de homicidio culposo agravado en Córdoba.
La figura “culposa” se centra en la imprudencia, la impericia y la negligencia.
El drama fatal sucedió el 9 de julio del año pasado en barrio Villa 9 de Julio, en Córdoba Capital.
El acusado se encuentra detenido y todo indica que así llegará a juicio oral.
Se trata de Juan Cruz Toloza, de 25 años.
Este sujeto fue noticia en 2015 ya que fue uno de los delincuentes que atacó a una familia en barrio Cerro Chico de Córdoba. El dueño de casa se defendió del atraco con una espada japonesa tipo catana.
Toloza resultó con cortes en el rostro.
Fue condenado a cinco años y medio de prisión por robo calificado. Sin embargo, lejos de haber cumplido la condena, en virtud de unos cursos realizados en la cárcel, logró la libertad condicional.
Así las cosas, tiempo después protagonizó este drama fatal.
La víctima fatal de esta historia fue Ramiro Nicolás Paredes Valdez, de 12 años, quien viajaba como acompañante en la moto.
Las claves del caso
Todo sucedió el 9 de julio de 2021 a las 23.30 en calle Piedra Labrada, en barrio Villa 9 de Julio, en la zona noroeste de la Capital.
De acuerdo a la investigación del fiscal Horacio Vázquez, por la calle circulaba una moto rápido.
La conducía el joven Agustín Valdez, quien iba acompañado por su sobrino Ramiro Nicolás Paredes Valdez (12).
Luego de traspasar un auto en movimiento, la moto se cruzó de lado en la calle para esquivar un bache con agua.
La calle estaba mal iluminada por la falta de focos, declararían luego los testigos.
La moto llevaba las luces encendidas.
Así las cosas, justo en ese momento, arrancó un auto en el mismo sentido que la Honda Wave. Era un Renault 12 de color rojo.
Los testigos serían contundentes: arrancó fuerte también y con las luces apagadas.
La moto fue impactada y sus dos ocupantes salieron despedidos, pero quien llevó la peor parte fue el niño. Murió de manera instantánea.
Lejos de prestar ayuda, siempre según la acusación, el automovilista escapó a toda velocidad.
De manera infructuosa, algunos vecinos se interpusieron en la calle con la intención de detenerlo.
Los datos del padre de la víctima
No fue simple la investigación.
Si bien no había dudas sobre el tipo de auto involucrado, lo complicado fue que no había datos de la patente ni del conductor.
Los pesquisas de Accidentología Vial lograron dar con un sospechoso. Pero no era el autor.
Fue el propio padre del chico muerto quien le aportó a esos investigadores, según surge en la causa, los datos precisos del fugitivo, incluso su domicilio. Obtuvo esos datos por averiguaciones propias.
Los investigadores se pusieron a cotejar esa información y, tras una breve pero fructífera pesquisa, identificaron y dieron con el acusado: Juan Cruz Toloza.
Sin embargo, el coche en cuestión nunca fue localizado.
Este individuo había salido de prisión mientras aún le quedaba por cumplir parte de la condena (cinco años y seis meses) por un violento asalto domiciliario ocurrido en 2015.
Figura culposa
En sintonía con la jurisprudencia existente en Córdoba, Toloza fue acusado por una figura culposa: negligencia, imprudencia.
El fiscal Vázquez lo acusó por homicidio culposo agravado y lesiones culposas.
“Si bien el imputado advirtió el impacto, como así también que los ocupantes de la motocicleta se encontraban tendidos heridos sobre la carpeta asfáltica, en una actitud temeraria y totalmente despreocupada, continuó su marcha, dándose a la fuga a alta velocidad, sin brindar asistencia alguna a las víctima”, resaltó el fiscal, en su resolución.
El funcionario dispuso que siga preso por riesgo procesal.
Al momento de ser indagado, el acusado negó los cargos y se abstuvo de declarar.
Su abogado apeló las resoluciones y su causa fue a la Cámara de Acusación donde, en diciembre pasado, se ratificó la elevación a juicio.
Pedido de agravamiento
Con la actual acusación, en caso de condena, Toloza podría recibir una pena de entre 3 y 6 años de cárcel.
La familia del pequeño muerto viene reclamando justicia desde que sucedió todo y exige un agravamiento de los cargos contra Toloza.
Asesorados por el abogado Carlos Nayi, remarcan los padres que el caso debe ser encuadrado como un homicidio por dolo eventual.
Denuncian que se trató de un “crimen vial” y no de un “simple accidente de tránsito”.
