“Si descubrieron lo de (Mariela) Bortot, van a descubrir esto”, comentó a este diario una fuente cercana a la investigación al referirse a la presencia en Ballesteros de detectives de la Dirección de Investigación Operativa (DIO) de la Policía Judicial de Córdoba. Los expertos ya han estado varias veces en la casa de Alicia Cristina Davicco (70), la mujer que el martes 23 de noviembre murió asfixiada en el marco de un incendio de dudosa producción.
En las cinco semanas que lleva la pesquisa, se ha producido un vuelco en torno a la primera impresión que causó a los investigadores lo que consideraban una muerte por un incendio accidental.
El pasado jueves, volvieron a hacerse presentes en Ballesteros los expertos de la DIO que siguen repasando el terreno y evaluando todo tipo de hipótesis. Entre otros logros importantes, estos especialistas consiguieron desentrañar en su momento la desaparición y el crimen de Mariela Bortot, de Inriville.
Luego de que a los familiares de Alicia Davicco les llamó la atención de que hubiera tres focos distintos de fuego, lo que torna imposible un accidente, la prueba de Bomberos fue más allá y arrojó que hubo “cuatro focos de incendio” independientes, sin relación entre ellos.
También se refieren a un “suceso ígneo” de “llama libre”, lo que hace presumir que el fuego podría haber sido provocado.
Además de este peritaje y de la insistente presencia de la DIO, algo que demuestra el interés de la fiscal de Bell Ville Isabel Reyna, en la última semana comenzaron a analizarse datos técnicos, como el estudio de antenas de teléfonos celulares (que determinan entre otras cosas la localización de los eventuales sospechosos) y la “apertura” de algunos teléfonos móviles.
Alicia era docente jubilada, viuda y en los últimos años se había recibido de corredora inmobiliaria.
Vivía en el mismo inmueble en cuyo frente tiene un local donde funcionaba su inmobiliaria. En la planta baja, de modo independiente, también están la cocina y un baño, y en la planta alta se sitúa el dormitorio donde dormía.
La mujer apareció muerta en el dormitorio, donde habría intentado escapar pero no pudo salir cuando estaba asfixiándose por la inhalación del gas de la combustión, el monóxido de carbono.
Sus familiares la encontraron con una herida en el rostro y sobre un charco de sangre.
También vieron la puerta de un placar con daños y algunos signos de violencia y desorden.
Escena incoherente
Desde el comienzo, los familiares de la mujer plantearon numerosas dudas sobre la escena de lo que para ellos es un crimen.
La presencia y ausencia de algunos elementos, más algunas señales que no condicen con los hábitos de Alicia, los hacen dudar hasta el presente.
Pese a que ella era una persona muy ordenada, se halló un gran número de papeles de la inmobiliaria en varios sectores de la casa, adonde nunca eran llevados.
También es extraño que en el baño se hallaron manojos de llaves de casas que ella tenía para mostrar y que estaban guardados en el local del frente de la propiedad.
Sin que tomara una gota de alcohol, también se halló una botella vacía de vino frizzé.
De igual modo, señalan que algunos vecinos escucharon gritos de auxilio que duraron pocos segundos. También en el baño se hallaron documentos del negocio, como folios apilados.
Evidentemente, no presumen que quien ingresó fue con fines de robo porque sus joyas y su billetera quedaron en el lugar.
No faltaron dinero ni las tarjetas de crédito. Lo que sí falta y jamás apareció es el celular de Alicia, acaso una pieza clave para desenmascarar a un intruso.
Entre las pistas que se barajan, se investiga a un tercero que podría tener algún problema con la actividad de la inmobiliaria.
Por otra parte, el dormitorio tenía una puerta que daba al exterior (a una galería) que estaba cubierta con una reja mosquitera y que ella tenía cerrada con un candado para poder dormir con tranquilidad. Ese candado desapareció.
Algunas pistas
Según confiaron fuentes relacionadas con la investigación, se señala como extraño que 10 minutos antes de que se tuviera constancia del inicio del fuego, Alicia –a quien describen como hábil con las redes sociales– puso un “me gusta” a una amiga en Instagram. Esto hace imposible que en ese breve lapso se haya quedado profundamente dormida como para no defenderse de un incendio.
Los análisis de teléfonos de no pocas personas del círculo de allegados y de otros ámbitos de Ballesteros han abierto el abanico a diversas hipótesis, sin descartar el accidente, pero centrando cada vez más la mirada en un hecho criminal.
Un hecho relacionado con su actividad es sólo una de las hipótesis dolosas. También se barajan otras posibilidades, como de personas que podrían haberle causado daño a la mujer.
Algunas fuentes policiales habían señalado hacía unas semanas que la fiscal Reyna tenía intenciones de archivar la causa abonando la idea de una muerte accidental. Sin embargo, los más cercanos a la investigación sostienen: “Está ‘relejos’ de tratarse de un caso cerrado”.
De lo que están seguros es de que, estando la DIO en operaciones, no se van a quedar conformes hasta determinar con precisión qué fue lo que ocurrió.
