Un joven de 31 años fue baleado por dos delincuentes que se conducían en una motocicleta roja durante un nuevo episodio de inseguridad que atormentó a los vecinos de la zona sudeste de la ciudad de Córdoba. Aunque la agresión se conoció este martes, ocurrió en la mañana del pasado sábado en la intersección de las calles Los Chañares y Los Algarrobos de barrio Los Sauces.
Según informaron fuentes policiales, el vecino defendió a una mujer y a su hijo cuando estaban siendo asaltados por los presuntos motochoros en la parada del transporte público.
El joven habría retenido a uno de los ocupantes de la motocicleta Honda Tornado de color roja y blanca y, en ese instante, se habría producido un forcejeo, siempre según el informe policial.
De acuerdo a los registros, el conductor del rodado sacó su arma y disparó. El fogonazo impactó en el pie derecho del muchacho, provocándole un orificio de entrada y salida que no significó gravedad. No obstante, fue trasladado al Hospital de Urgencias.
Luego del disparo los ladrones lograron fugarse y se llevaron, según consta en el parte policial, una mochila, un teléfono celular, y 11 mil pesos.
La mujer y su hijo no resultaron lesionados.
Por el hecho, aún no se produjeron detenciones.
Seguidilla delictiva
A cuatro cuadras de esa esquina, a fines de marzo pasado, una comerciante había sido apuñalada.
Aquel mediodía, al menos un hombre que también se habría conducido en una motocicleta roja, se había metido a la zapatería de Alicia Bulnes (52) y la atacó para robarle.
La mujer se repuso pero jamás volvió a abrir el negocio.
Por aquel hecho se originó una marcha vecinal en reclamo de mejor seguridad.
Vecinos de los barrios Ituzaingó y Los Sauces habían alertado que la presencia de la Policía aumenta ante los episodios más graves de inseguridad. Sin embargo, opinaron, luego vuelve a ser escasa.
Dos barrios atemorizados por la sucesión de robos en motocicleta
La “famosa moto roja” ya había aparecido en los relatos vecinales que ahora se reiteran en los barrios Ituzaingó y Los Sauces. “Son siempre los mismos chicos que acá en el barrio son muy conocidos. Atacan las paradas de los colectivos cuando la gente va a su trabajo y la entrada y la salida de las escuelas de la zona”, sostuvieron fuentes que hablaron con La Voz.
Luego del nuevo episodio de gravedad, volvieron a advertir que el barrio es objeto de asaltos diarios. Y si bien reconocieron que se trata de un fenómeno más generalizado, reprochan que ante hechos de extrema violencia “todo sigue como si nada hubiese ocurrido”.
“Esta vez le tocó a este chico que estaba en la para del colectivo, no pasaba por ahí como se dijo después. Se acercaron estos dos delincuentes que nos tienen a mal traer hace mucho en esta zona. Le sacan los celulares a los tres y no se resistió, pero le efectuaron dos disparos”, sostuvo un comerciante próximo a la zona donde ocurrió el robo.
Su versión, al igual que los relatos que se repiten en la zona, mantiene algunas diferencias con lo que se desprende de los partes policiales de aquella jornada.
“Sabemos que el muchacho tiene comprometida la pierna, así que no fue un tiro en los pies. Ese día el chico perdió mucha sangre y ahora nos dicen que le pusieron unos clavos y esperan una prótesis”, aseguraron.
Para los habitantes de aquella zona, el delito no tiene freno. “No tenemos paz. Nos roban las ruedas de los autos o cualquier objeto que haya a mano. Nos rompen los vidrios de los vehículos estacionados. Y a raíz de todo lo que está pasando han venido nuevos uniformados, pero no queremos que nos vuelvan a abandonar”, dijeron.
También aseguraron que autoridades de la fuerza le comunicaron a los vecinos que los agresores estaban identificados, aunque en la propia Policía relativizaron los dichos.
“Un comisario nos mostró que tienen a los motochoros identificados pero no tiene una sola denuncia en su contra. Nosotros los conocemos y conocemos cada robo. Pero esta zona que es enorme tiene que ir a hacer la denuncia a barrio San Vicente y es un despropósito”, lamentaron las fuentes.
Ahora esperan noticias del entorno del joven. Y adelantaron que los próximos días realizarán una nueva protesta. No quieren acostumbrarse, dicen, a vivir con miedo.
