En medio de la enorme ola de inseguridad y violencia que afecta a la ciudad de Córdoba, otro taxista fue asaltado este lunes por la noche en barrio Colinas de Vélez Sársfield cuando viajaba con una mujer y su pequeño hijo.
El episodio ocurrió pasadas las 20 en Belgrano al 2275, cuando delicuentes en moto amenazaron al chofer (42) de un Fiat Cronos, de la empresa Transmitaxi, y a la pasajera (30). “Llegamos al frente de mi casa en taxi, a las 20.10. Venía de traer a mi nene de básquet”, contó la mujer.
“Por el frío y que era tarde, me tomé un taxi. Antes de bajarme del taxi, nos abren la puerta. Primero, le apuntan al taxista, le arrancan la billetera y el celular. Nos abren atrás, y le apuntan a mi hijo, que empieza a forcejear”, relató a Cadena 3.
Los dos delincuentes, que circulaban en una moto de 150 centímetros cúbicos de color negra, huyeron con el celular y seis mil pesos del taxista y una mochila con documentaciones de la mujer.
De acuerdo con la información policial, no hubo personas lesionadas.
El caso del otro taxista herido
Por su parte, el taxista Amadeo Rodríguez fue dado de alta este lunes tras haber sido baleado el viernes durante un intento de robo en barrio Kennedy, al sur de Córdoba Capital.
Aquella noche llegó hasta la intersección de la calle Amenábar y avenida Valparaíso, cuando fue interceptado por dos motochoros que intentaron asaltarlo. Si bien aceleró, los delincuentes alcanzaron a dispararle a la cabeza, hiriéndolo de manera superficial.
Rodríguez agradeció el hecho de haberse repuesto de la herida en el cráneo, de la fractura ósea en la misma zona y de un lavado quirúrgico al que debió someterse por la pérdida de sangre que le produjo el balazo. “La saqué barata”, reflexionó.
Los investigadores, con el apoyo de la Policía, rastrean la zona donde se produjo el ataque. Sin embargo, aún no se produjo ninguna detención.
Mientras tanto, los taxistas marcharon el viernes por la noche y también el lunes por la tarde. Además mantuvieron una reunión en la Jefatura de la Policía con autoridades.
Les aseguraron 40 controles fijos y un “sistema de vigilancia más agudo”, según detalló Miguel Arias, del Sindicato de Peones de Taxis Córdoba.
