Crisis, frío y situaciones económicas complejas volvieron a conjugarse de la peor manera en Córdoba: dos hermanos mayores fueron hallados muertos en las últimas horas en un domicilio de barrio San Carlos, en la franja sur de la Capital. La presunción es que fallecieron producto de una intoxicación con el monóxido de carbono emanado de un calefón y un horno encendidos.
La tragedia toma aún mucho más dimensión si se tiene en cuenta que ya son cinco las personas fallecidas a causa de intoxicaciones con monóxido de carbono en menos de una semana en la provincia, una realidad sanitaria y social que interpela.
Días atrás, falleció una mujer de 79 años en su casa de barrio Los Paraísos tras encender hornallas de un horno para calefaccionarse.
El viernes habían muerto una abuela y su pequeña nieta en un hogar de Cosquín también a causa de una mala combustión de un aparato que había sido encendido.
En paralelo, a estas desgracias hay que agregar los casos de personas que alcanzaron a sobrevivir con lo justo y viven para contarla.
Como si los dramas no fueran suficiente, vale señalar que en las últimas semanas han muerto al menos tres personas a causa de incendios domiciliarios provocados en accidentes con artefactos usados para calefaccionarse.
Horno prendido
Una mujer y su hermano mayores de edad fueron hallados muertos en la tarde de ayer en un domicilio ubicado en calle Chascomús al 1900 de barrio Ampliación San Carlos, en la zona sur de la Capital.
Al lugar arribó una patrulla policial tras un mensaje de alerta que había ingresado momentos antes a la línea 911. El llamado era de un vecino que, preocupado por la falta de noticias de ambos, se asomó por una ventana y vio un cuadro dramático, indicó una fuente oficial.
Los uniformados forzaron una puerta e ingresaron. Ya no quedaba nada por hacer.
Al cabo de unos momentos arribaron bomberos y miembros del equipo Duar.
Desde la fuerza de seguridad se indicó que en la vivienda se halló el horno encendido como así también un calefactor.
Los cuerpos fueron remitidos a la morgue forense de barrio Altos de General Paz para las autopsias.
Drama tras drama
El pasado domingo, una mujer de 79 años fue hallada muerta en su vivienda de barrio Los Paraísos, en Córdoba Capital, y la sospecha es que habría fallecido tras intoxicarse con monóxido de carbono.
Fuentes policiales informaron que en la vivienda, toda cerrada, se encontró una perilla del horno abierta y abundando olor a gas.
No están claras las circunstancias del hecho.
El pasado viernes, en tanto, otra tragedia sucedió en una vivienda de la ciudad de Cosquín: una abuela de 65 años y su nieta de 10 fallecieron presuntamente por inhalación de monóxido de carbono.
El drama se encuentra bajo investigación para desentrañar cómo fue que ambas terminaron intoxicadas.
La muerte silenciosa
A la intoxicación con monóxido se la conoce como la muerte silenciosa: la persona se intoxica con ese gas y no se da cuenta de lo que pasa hasta que es muy tarde.
El gas es inodoro, insípido e incoloro. Es producto de una mala combustión. De allí que es vital que en los domicilios siempre se deje una aireación. Es clave.
Si la habitación no cuenta con aireación, el gas no sale. Ante la falta de oxígeno, la persona se intoxica en segundos. Si la exposición es prolongada, cuando quiere reaccionar, ya es tarde.
No importa la cantidad de personas que estén en el lugar viciado. Si una no reacciona a tiempo y abre ventanas, el gas es letal para todos.
Al consumirse el oxígeno, y con una falla en la ventilación, los ambientes se inundan con el monóxido de carbono.
Primero es un mareo que luego se intensifica, después llegan los vómitos o un fuerte dolor de cabeza, luego la persona pierde la capacidad de reacción y cae. Sin poder moverse, fallece en un corto lapso.
El monóxido destruye cientos de familia cada año en el país.