Vecinos autoconvocados de distintos barrios de la zona sudeste de la ciudad de Córdoba se concentraron este miércoles en las calles al grito de “seguridad”.
Con gestos de temor, pero también con el ímpetu que genera el hartazgo, pidieron más patrullaje, mayor presencia policial y cambios en las políticas de seguridad. Fue un centenar de personas que desde las 19 ocuparon dos esquinas de los barrios San Vicente y Empalme.
Hasta la intersección de las calles San Jerónimo y Sargento Cabral, llegaron los habitantes de barrio Ferroviario, Mitre y San Vicente. Lo mismo hicieron los vecinos de Acosta, de Altamira, de Empalme, de 1° de Mayo y de alrededores en la esquina de avenida Sabattini y Punilla.
No bien este medio llegó a cada lugar, los presentes se abalanzaron para enumerar hechos delictivos.
“En tan sólo dos semanas, se salvaron de milagro dos personas. A una le gatillaron en la cabeza para robarle el celular y a otra le dispararon al cuerpo para quitarle una bicicleta. Nos preguntamos qué están esperando las autoridades para cambiar el Código de Convivencia y sacar a la Policía a la calle”, comentó Marta, una mujer que vive en barrio San Vicente desde hace 45 años.
Por su parte, Alba aseguró que un grupo de vecinos mantuvo numerosas reuniones con las fuerzas policiales en la sede del centro vecinal. “Nos dicen y nos repiten que tienen las manos atadas. Aseguran que no pueden hacer nada”, se lamentó.
Al fondo, sin detener del todo el paso de los automóviles, unos 40 vecinos aplaudían, gritaban, exhibían carteles y recibían el saludo de transeúntes y de automovilistas que pasaban por esa emblemática esquina de San Jerónimo y Sargento Cabral, a unos metros del homónimo local bailable.
Robos reiterados en barrio Empalme y cansancio vecinal
En cambio, los ánimos estaban más caldeados en la otra concentración que por primera vez reunió a vecinos de más de seis barrios de la ciudad de manera simultánea y bajo el pedido de más seguridad.
Es que, en avenida Sabattini y Punilla, los concurrentes a la concentración se cruzaron fuertemente con el grupo de uniformados presente en el sitio.
“Por qué no cortan el paso de las motos por las noches. Cómo es que vienen acá a prepotear y no vigilan nunca las calles. A esta mueblería le entraron a robar cuatro veces seguidas y tuvieron que traer a vivir en el local a un guardia”, dijo un hombre que prefirió el anonimato al trenzarse con la Policía allí presente.
Cuando habló del local, sus vecinos aseguraron que los asaltos son “cada vez más reiterados y más violentos”. Luego llegó una mujer con una cacerola, que comenzó a golpear con ahínco. “Queremos seguridad, no queremos que nos maten”, gritaba mientras producía un sonido ensordecedor.
Unos metros más hacia el centro de la avenida Sabattini, un uniformado les ordenaba a los manifestantes mantener media calzada liberada. Los ánimos se mantuvieron tensos durante toda la protesta.
La Policía confía en la videovigilancia y en las estrategias de control
Por su parte, fuentes policiales aseguraron a este medio que las reuniones con los vecinalistas y con los referentes de los distintos barrios son recurrentes. A su vez, desde la fuerza se enfatizó en la importancia de la videovigilancia.
“A veces no se ven los patrulleros, pero hay un control constante de lo que pasa en los territorios. También estudiamos muy bien los fenómenos en cada sector y en función de eso se van tomando decisiones. La Policía trabaja para dar una cobertura integral al problema de la inseguridad”, lanzó una alta fuente policial.
No obstante, ambas concentraciones expresaron reiterados reproches por lo que definieron como una “falta de custodia policial”. En tanto, los comerciantes de ambas zonas fueron saliendo de sus negocios y sumándose a la concentración, incluso vestidos con ropa de trabajo.
“Estoy con el guardapolvo blanco y vengo de la farmacia. Estamos cansados de los robos, de las amenazas. San Vicente es tierra de nadie desde hace tiempo”, criticó un farmacéutico.
“Los vecinos duermen en sus autos para que no se los roben. Dejan los vehículos en las calles y al otro día amanecen sin gomas o sin las baterías”, dijo otra vecina exhibiendo fotos de lo que acababa de describir. En la Policía, no hay registro de esta situación, según se confirmó tras la consulta de este medio.
Por su parte, el perfil de Instagram Vivir San Vicente es uno de los canales que a diario muestran en sus posteos los delitos contra la propiedad. Al portal llegan a diario relatos de vecinos sobre robos o intentos de hurto. Algunas veces, estos testimonios vienen acompañados de videos que se difunden en la página.
“Necesitamos una respuesta urgente”, pedía un vecino sobre el cierre de la movilización. Tras esta súplica por más seguridad, los vecinos se comprometieron a sostener los reclamos. “Vamos a seguir saliendo a la calle para que hagan algo”, aseguraron.
