Un cordobés de 56 años irá a juicio por abusar sexualmente de sus dos hijastras hace 20 años. Los hechos ocurrieron en la ciudad de Bell Ville cuando las víctimas tenían seis y siete años. Las mujeres lograron realizar la denuncia en 2019, luego de un prolongado tratamiento psicológico.
Ahora, el acusado deberá someterse a un proceso penal por lo ocurrido entre los años 1997 y 2000. Al ser consultado por el hecho, el juez Luis María Werlen Zbrun expresó: “Si el dolor no prescribe, no se extingue, tampoco debe prescribir ni debe extinguirse por el paso del tiempo, la posibilidad de denunciar en búsqueda de la verdad y la sanción de quienes fueron los causantes de dichas secuelas psicológicas en las personas de las víctimas, máxime cuando son menores”.
El juez indicó que le parece un gran avance para este tipo de casos, la implementación de la Ley de Respeto a la Temporalidad de las Víctimas (Ley 27.206), sancionada en 2015, con respecto a la prescripción de los delitos de abuso sexual infantil. Dicha norma modificó a la ley Piazza.
Según lo informado por las denunciantes, su padrastro abusaba de ellas cuando su madre se iba a trabajar. También indicaron que el imputado las hacía ver contenido erótico e imitar las imágenes que allí se veían.
“Los elementos probatorios necesarios para acreditar los abusos sexuales pueden recabarse a pesar de la distancia temporal. Sus recuerdos constituyen una prueba válida y se acompañan con pruebas documentales e informativas”, detalló Werlen Zbrun.
Por último, el juez explicó que había una “relación de subordinación, en la cual el imputado ocupaba una posición de superioridad hacia ellas que limitaba o anulaba la capacidad de las niñas para prevenir, resistir, hacer cesar, sobreponerse y denunciar esos ataques sexuales a las que sometía”.
