El sargento Enrique Giménez (39) le salvó la vida a una beba de un año que se había ahogado en una pileta de lona en la localidad de Arroyito.
El hecho ocurrió el sábado al mediodía cuando el policía se encontraba de franco en su domicilio y el papá con la niña en brazos le tocó el timbre y le pidió ayuda.
Rápidamente Giménez tomó a Guillermina e inició las tareas de reanimación cardiopulmonar (RCP). Justo pasó por la calle otro vecino en su auto que los acercó al hospital municipal distante a diez cuadras del lugar.
“En el auto continué ayudando a su cuerpito a reaccionar y justo antes de llegar al centro de salud expulsó un poco de agua”, contó a La Voz.
Para el uniformado fue vital la colaboración de Carlos Ledesma que pasaba por el lugar para poder llegar a tiempo a la atención médica.
Cómo fue la secuencia
“Escuché el llamado de un vecino y al abrir veo a un papá con una beba en brazos, toda mojada. Se había caído a la pileta”, recordó.
“Tomé a la bebé en mis brazos y veo que no tenía signos vitales, por lo que de inmediato empiezo hacer la reanimación y le digo a mi esposa que saque el vehículo para trasladarla al hospital”, explicó.
En ese momento, el oficial salió a la calle y vio que otro vecino pasaba por el lugar con su auto. “Me subo a ese vehículo, me auxilia y camino ya al hospital la beba reacciona”, apuntó Giménez.
“Fue un milagro”
Giménez reconoció que nunca había vivido una situación tan extrema con un bebé, pero si había empleado la técnica con adultos.
“Fue un milagro, la beba estaba morada y no respiraba”, recordó.
“Cuando le pregunté al papá por que me pidió ayuda a mí me respondió porque soy policía”, dijo.
Finalmente Guillermina fue dada de alta en las últimas horas y se encuentra en buen estado de salud.
La importancia del RCP
El sargento de la Patrulla Rural Norte valoró la importancia del dictado de los cursos que recibe constantemente por parte de la Policía de Córdoba en esta técnica. “Ya lo tengo incorporado y mecanizado”, explicó.
La actitud heroica proviene de familia. Su hermano asistió a un niño que se ahogó meses atrás con leche en la localidad de Tránsito.
Intento de robo
El episodio tuvo un giro policial cuando, mientras el personal contenía a los familiares de la niña en el interior del hospital, Giménez observó que un hombre intentaba robar un bolso médico de la ambulancia.
“Luego, sabiendo que la bebé estaba en buen estado de salud, observo un masculino en actitud sospechosa alrededor de una ambulancia, donde quiere sustraer un bolso”, acotó el efectivo.
Tras el intento de robo, el sujeto de 25 años quedó detenido y fue trasladado a una sede policial.
Otra vez un ahogamiento en una pileta
El accidente en Arroyito finalmente no terminó en tragedia pero se incorpora a una lista de casos recurrentes de niños que sufren ahogamientos en piletas, especialmente en el verano.
La semana pasada un niño de cinco años murió en Brinkmann en circunstancias similares.
En el verano pasado, siete niños o niñas murieron en piletas y dos en ríos. Pero en 2024 se agregaron tres casos más: uno en Río Ceballos en agosto; otro en Río Cuarto y uno más en Bell Ville en octubre. Además, falleció una niña de 12 años en un parque acuático de Malagueño, aunque la causa de su deceso habría sido muerte súbita.
Extremar medidas de seguridad
Las autoridades insisten en la importancia de tener conciencia del riesgo que implica una superficie de agua en contacto con niñas y niños. Incluso advierten que pueden ahogarse en recipiente.
Es importante que la supervisión de una persona adulta sea constante y haya alambrados o cercos en torno a las piletas.
