A veces, dejan hierros viejos. Otras oportunidades, son grandes piedras o cascotes los que apilan y acomodan con toda la intención. En otras oportunidades, son pedazos de ladrillo y cemento. Otras tantas veces, son grandes troncos los que se depositan sobre las vías.
Así de básicas y brutales son las emboscadas por parte de aquellos que buscan frenar al tren para saquearlo.
El mecanismo es viejo, rudimentario, extremadamente peligroso y una muestra acabada de la debacle social.
Sobre todo porque la formación del tren corre serio riesgo de descarrilar y terminar arrasando con las viviendas construidas (muchas en infracción) hace años de un lado u otro lado de la vía, y donde habitan familias numerosas.
Hablamos de accidentes que pueden terminar en tragedias en cualquier momento.
Desde hace tiempo, en distintos puntos de Córdoba Capital se registran estas emboscadas a trenes.
Lo saben los vecinos, los policías y quienes trabajan en el ferrocarril: no son simples travesuras.
Quienes dejan un obstáculo contundente sobre la vía intentan detener a cualquier costo la locomotora u obligar al maquinista a bajar la velocidad. Así, se saquean los vagones en busca de bolsas con granos, generalmente. Comida, aunque cueste creer.
Ya hubo casos de granos robados y cargados luego en camiones.
Tan simple como brutal. Tan efectivo, como dramático.
Es un fenómeno delictivo que, otra vez, vuelve a dejar en evidencia los límites borrados en la sociedad.
En las últimas horas, volvió a registrarse otro “ataque” de ese tipo.
Personas no identificadas dejaron viejos troncos sobre las vías del tren a la altura del barrio Remedios de Escalada, franja norte de la Capital. Y sucedió lo que muchas veces sucede.
El motorista no alcanzó a frenar a tiempo, la máquina arrastró los troncos y varios vagones descarrilaron.
En esa secuencia, al menos tres casas fueron dañadas en sus estructuras. Una no sirve más.
Lo más grave fue el costado humano: una mujer y un hombre resultaron con lesiones luego de que le cayeran encima pedazos de pared. Afortunadamente, fueron atendidos y están fuera de peligro.
Hay una investigación en marcha: está casi descartado que se haya tratado de simples niños que estaban “jugando” sobre las vías.
La hipótesis policial apunta a un ataque intencional cometido por personas que intentaban, otra vez, saquear la carga del tren.
El dato les falló: el tren iba vacío. Sin embargo, la formación podría haber provocado un desastre.
Pudo ser peor
“Se sintió un ruido muy fuerte, como una explosión. Y todo comenzó a vibrar. Las paredes, el techo de la casa. Saltamos y corrimos, y se nos vino un pedazo de pared encima. Nos pudo haber matado”, contó Marianella, una vecina que terminó siendo víctima del accidente y afortunadamente sobrevivió.
Resultó con algunos golpes y ya volvió a su casa. La vivienda quedó con riesgo de venirse abajo.
Todo sucedió a media mañana del martes cuando una formación de la empresa de carga de Trenes Argentinos atravesaba la zona, como suele hacerlo a menudo.
Otra vez, en ese sector, había troncos sobre la vía.
Tal es la cercanía de varias viviendas construidas al borde de la vía, que los vagones comenzaron a dañar varias edificaciones. Tres casas terminaron con daños. En la secuencia, fueron tumbados postes de energía, lo cual agravó aún más la situación.
“Mi casa quedó muy, muy dañada. No sé cómo nos salvamos”, señaló Marianella. Su compañero indicó que fue un momento muy feo.
En la casa hay niños. Los pequeños resultaron ilesos, afortunadamente.
La Policía acudió de inmediato. Hubo dos trabajos: el principal fue buscar y asistir a los heridos junto a los equipos de rescate, además de recabar los daños. El segundo trabajo fue de la Guardia de Infantería para evitar eventuales saqueos.
Ataques frecuentes
Fuentes de la empresa reconocieron que estos ataques/robos se dan en Córdoba y otros distritos.
Desde la Policía, señalaron que los hechos ocurren con cierta frecuencia. En agosto de 2021, se produjo un caso muy serio en el mismo barrio.
En aquella oportunidad, con piedras y adoquines dejados sobre la vía, algunas personas lograron que el tren frenara por completo.
Acto seguido, se abrieron las puertas de los vagones y se los saqueó: fueron robadas varias toneladas de maíz. Como parte de una investigación, la Policía recuperó parte de la carga y se detuvo a 10 personas: los granos eran subidos a camiones.
