Barrio San Jorge se convirtió en un hervidero desde que una banda de este sector de la ciudad baleó el frente de la comisaría barrial en la madrugada del pasado viernes.
A una semana del hecho, la Policía detuvo a seis sospechosos por un ataque que, temen, podría esconder un mensaje mafioso.
Fueron cinco balazos certeros que dieron, uno tras otro, en las paredes de la Comisaría 7 emplazada en la zona noreste de la ciudad. El hecho inquietó a la Policía y la causa pasó a manos del fiscal Andrés Godoy.
Los investigadores comenzaron a husmear en el asunto y aquello que en un principio fue definido por los pesquisas como la acción de “dos loquitos a bordo de una motocicleta que se ‘cortaron solos’ y tiraron unos tiros”, fue tomando una dimensión cada vez más importante.
¿Hay una banda en la zona que se dedica al narcomenudeo y al robo de motocicletas? ¿Fue un ataque a las fuerzas como una forma de venganza ante un procedimiento?
Eso es lo que Godoy deberá determinar en el curso de su investigación. De momento, las seis detenciones fueron por infracción de la Ley Nacional de Estupefacientes, tenencia de armas de fuego y de motocicletas con pedidos de secuestro judiciales vigentes.
Los allanamientos comenzaron temprano por la mañana y se extendieron hasta la llegada del mediodía del viernes. Las brigadas civiles, más la División Sustracción de Automotores, y Robo y Hurto de la Policía, con apoyo de un patrullaje por helicóptero y de distintas áreas, rodearon el barrio San Jorge y ejecutaron múltiples procedimientos simultáneos y sincronizados.
Durante el operativo, una brigada de uniformados debió concretar una persecución por los techos de las casas del barrio. Finalmente, la Policía logró completar el operativo con el mencionado saldo de seis detenidos.
El ataque a tiros a una comisaría
En la madrugada del pasado viernes, dos desconocidos fueron observados por el personal policial apostado en las inmediaciones de la puerta de la Comisaría 7 de barrio San Jorge. Nada les permitía prever lo que iba a suceder.
“Venían en una motocicleta y al comienzo nos imaginamos que venían a hacer una denuncia. Pero cuando se pararon al frente empezaron a disparar”, recordaron fuentes policiales ligadas al funcionamiento del destacamento.
A pesar de que dentro de la comisaría había varios uniformados, no hubo personas lesionadas tras el ataque.
Fuentes provenientes del mismo barrio comentaron a este medio que el hecho generó mucha preocupación entre los vecinos.
“Esta es una zona copada por los narcotraficantes. Y esos chicos se ocupan de vender para ellos. También roban y viven haciendo desmanes”, dijo un referente barrial que prefirió mantenerse en el anonimato.
Según otro vecino, cuyo domicilio está ubicado a metros de la comisaría baleada, hubo un enojo entre algunos integrantes de un grupo de chicos jóvenes que “domina la zona” con dos policías que prestan servicio en el destacamento atacado. El hombre no se atrevió dar mayor información, aunque especuló con que la razón podría residir en el control de la venta de estupefacientes.
Lo cierto es que tras el hecho de violencia reinó un clima de mucha tensión en el barrio. “Sabíamos que iban a hacer un operativo así porque sino iba a pasar algo mucho más grave. Entre ellos (los delincuentes) empezaron a haber amenazas porque la Policía había entrado al barrio”, dijo una voz conocedora de los movimientos de la zona.
Ahora esperan que las aguas se calmen y que todo vuelva a la “normalidad violenta” en la que se vive cotidianamente, tal como le llamaron a los días signados por los robos, las corridas y las venganzas entre bandas de barrio San Jorge.
