El juzgado de garantías de Curuzú Cuatiá condenó a Darío Holzweissig, propietario de un boliche local, a 12 años y 6 meses de prisión por el homicidio de la periodista Griselda Blanco.
La sentencia, según informó TN, fue dictada por el juez Martín José Vega, pocos días después de cumplirse el segundo aniversario del crimen de la mujer de 45 años.
La condena llegó tras un juicio abreviado, resultado de un acuerdo entre la defensa de Holzweissig y la fiscal Clara Belén Arrúa, titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas.

Crimen de la periodista Griselda Blanco: la condena
El tribunal halló a Holzweissig culpable del delito de homicidio simple. Esta calificación penal causó “resquemores” en la familia de Griselda Blanco, ya que ellos pedían que el caso fuera juzgado como femicidio.
La querella criticó a la Fiscalía por haber negado que se tratara de un caso de femicidio antes de la audiencia de homologación de la sentencia.
La abogada Andrea Tribbia lamentó la falta de perspectiva de género en la investigación, considerándola “inexplicable” dada la cantidad de causas de femicidio en el país.
Crimen en Corrientes: “una relación conflictiva”
Desde el comienzo de la investigación, la fiscal María José Barrero Sahagún había planteado que existían “indicios de una relación conflictiva” entre el acusado y la víctima.
La abogada Andrea Tribbia también denunció que las autoridades se habrían cerrado a la hipótesis de que la víctima habría amenazado a Holzweissig con revelar a su esposa los encuentros esporádicos que mantenían.
Según Barrero Sahagún, estas supuestas amenazas “podrían ser el móvil para dar muerte” a Griselda Blanco.

El Crimen de la periodista Griselda Blanco
Griselda Blanco, de 45 años, fue asesinada en su casa de Curuzú Cuatiá el 20 de mayo. Su cuerpo fue encontrado colgado, con signos de tortura y rastros de sangre en el piso.
Griselda era una periodista muy conocida en la comunidad, con más de cinco mil seguidores en redes sociales, y su muerte generó una fuerte conmoción entre los vecinos.
Inicialmente, una de las hipótesis sobre el crimen se centró en las denuncias que Griselda había realizado recientemente.
En las semanas previas a su muerte, había denunciado un caso de mala praxis en un hospital provincial. Medios locales informaron que colegas cercanos a la comunicadora y conductora de radio señalaron que había recibido fuertes amenazas antes del crimen. Además, se reportó que Blanco “tenía roces con las autoridades policiales de la ciudad”.
No obstante, el caso dio un giro una semana después del asesinato con la detención de Darío Holzweissig.
Holzweissig había sido denunciado previamente por la víctima. Su detención se produjo tras el hallazgo de un celular propiedad de Griselda Blanco en su casa.
Los hijos de la víctima también denunciaron que Holzweissig mantenía una “relación tóxica” con su madre. En la vivienda del condenado se encontraron un cuchillo con manchas de sangre y un teléfono desarmado. Restos de cabello encontrados en las manos de Griselda confirmaron que fueron arrancados al autor del hecho, indicando que Blanco se defendió durante el ataque.