“Los ladrones entran a nuestras viviendas y vuelven al otro día. Nos ‘roban en cuotas’ y nadie los detiene. A mi ya me pasó dos veces. Estamos paralizados por el miedo, pero queremos salir a marchar”.
Las palabras urgentes, atemorizadas, pertenecen a una vecina de barrio Argüello de Córdoba Capital que, antes de salir de su vivienda, ubicada a metros de la avenida Ricardo Rojas, mira hacia los dos lados.
Se comporta como si fuera a cruzar una calle peligrosa, pero en verdad se cuida de que ningún extraño vuelva a invadir su domicilio.
Según los vecinos, los hechos delictivos se repiten a lo largo de la avenida Recta Martinoli, hacia el norte, en un cuadrante demarcado por las calles Pablo Buitrago, la avenida Ricardo Rojas y la arteria Heriberto Martínez.
Pero no es la única área afectada.
Hacia la zona sur del barrio, también hay una franja golpeada por el delito, según el testimonio vecinal, aunque de menor dimensiones: se extiende desde la avenida Recta Martinoli hasta la avenida Costanera.
Los ladrones asaltan un domicilio y se llevan pertenencias menores. Apelan a la fuerza para reducir y someter a sus víctimas. Se muestran armados y exaltados.
Pero allí no termina todo, según el relato vecinal al que este medio tuvo acceso. Entre el desorden que dejan tras revolver la ropa y los papeles, presuntamente en búsqueda de dinero que rara vez encuentran, dejan todos los electrodomésticos desenchufados. Hacen lo mismo con los artefactos tecnológicos.
Luego de algunas horas –según afirma un grupo de vecinos– regresan con una camioneta, cargan todo y se van. Si no les alcanza el espacio, o si tienen que marcharse antes de tiempo por algún imprevisto, regresan al cabo de unos días y terminan de llevarse lo que no pudieron cargar en el ataque anterior. La violencia es el método de sometimiento.
El último robo violento
“Hace unas horas se metieron a empujones a la casa de una vecina que reside en esta área donde nos roban en ‘cómodas cuotas’. Ella iba a sacar a su perra. Le pegaron y a su esposo también, ambos mayores de 70 años. Los dos terminaron en el hospital y al marido le tuvieron que practicar 17 puntos en la cabeza”, cuenta la mujer.
Está indignada. Ironiza: “Esto parece el ‘hot sale de los robos’: podés entrar a donde quieras, en cuotas, y no pasa nada”.
El hecho que relata, uno de los últimos robos violentos que registra un grupo de vecinos que se mantiene en contacto a través de un chat de WhatsApp, fue la gota que rebalsó la paciencia en Argüello.
Un desconocido aparentemente armado con una réplica de una pistola Bersa ingresó a la fuerza y sometió durante varios minutos al matrimonio. Entre los objetos robados, se llevó una suma no especificada de dinero y tecnología.
Tiempo atrás, se cree, la misma persona ya habría ingresado a robar.
“Entran varias veces y se van llevando las pertenencias nuestras de a poco. El problema, además de la pérdida de los objetos robados y la angustia que sufrimos, es que cada vez que entran apelan a una violencia excesiva”, dijo otra vecina que integra el mismo grupo de WhatsApp.
En efecto, en el último robo y el anterior los ladrones golpearon a sus víctimas. Tal es así que la mujer que debió ser hospitalizada por los golpes, actualmente continúa con atención ambulatoria.
Por este hecho no hay detenidos ni imputados.
Y no es el único caso de “robos en cuotas”. “Tengo un almacén a tres cuadras de la casa del matrimonio que fue brutalmente golpeado. Primero entraron un sábado, cuando había cerrado, durante la siesta. Se llevaron unas tonterías. Pero después volvieron y se llevaron las heladeras y un montón de productos. Hicieron una mudanza”, recrimina un comerciante de la zona.
Qué pasa con la Policía
En cuanto a la presencia policial, entre los vecinos hay opiniones divergentes. Mientras que un grupo pequeña asegura que hay “una presencia notoria” del patrullaje, pero que esto no alcanza para disipar la amenaza, otros aseguran que la Policía “no contesta las denuncias y no hacen nada”.
“Nos dicen que se tiene que ocupar la Unidad Judicial cuando vamos a denunciar y con esa excusa no mueven un sólo patrullero. Hay familias que han entregado pruebas, como fotos y videos de delincuentes que contactaron por Facebook y otras redes sociales, pero nos responden que no pueden hacer nada”, dijo un comerciante.
La preocupación escaló de tal manera que entre el grupo de vecinos ya se habla de realizar movilizaciones sin cortar las calles.
“No queremos perjudicar a nadie, pero necesitamos que las autoridades se hagan cargo con urgencia del grave problema que tenemos en barrio Argüello. Los delincuentes saben que pueden venir un día, desenchufar las heladeras, y al otro día volver con un flete a llevarse los electrodomésticos, porque nunca los detienen”, añadió otro vecino.
“A mi vecino le robaron tres veces en un mes. Se llevaron casi todas sus pertenencias. Cuando avisó lo que había ocurrido alguien le advirtió que había visto alguno de los objetos robados en Marketplace”, comenzó a contar otra vecina.
Sobre el caso que relató, vale subrayar que al damnificado lo atacaron en reiteradas oportunidades a lo largo de estos años. Pero en el último mes, entraron a su vivienda tres veces en el lapso de 45 días.
Otro gran problema en la barriada son los motochoros y los robos que vienen cometiendo a toda hora del día y desde hace tiempo.
