El fiscal de la Cámara 8a del Crimen Fernando López Villagra pidió la pena de prisión perpetua para los cabos primeros Lucas Damián Gómez y Javier Catriel Alarcón por homicidio calificado por su calidad de sujeto activo miembro de una fuerza de seguridad y agravado por el uso de arma de fuego en perjuicio de Valentino Blas Correas (17).
De igual modo, también responsabilizó a ambos uniformados por la tentativa de homicidio de los otros cuatro jóvenes que iban con Blas en el vehículo: Cristóba Bocco Cámara, Mateo Natali, Camila Toci y quien conducía, Juan Cruz Camerano Echevarría.
El acusador inició la ronda de alegatos de este juicio, refiriéndose al crimen de Blas. Luego, continuó el fiscal Marcelo Hidalgo, quien se refiere a las acusaciones de encubrimiento y falso testimonios relacionados con el asesinato.
El juicio se está desarrollando desde la segunda mitad de 2022 y tenía fecha de finalización para fines de noviembre. Al iniciar las audiencias a comienzos de febrero, repentinamente, se optó por apurar el desarrollo. Las partes renunciaron a continuar con el interrogatorio de testigos y pasaron a los alegatos.
Valentino Blas Correas murió en la mañana del 6 de agosto de 2020, en plena pandemia, luego de ser baleado por efectivos policiales en un retén apostado frente al complejo Pablo Pizzurno, sobre avenida Vélez Sársfield. El adolescente iba en un Fiat Argo, junto a otros cuatro amigos que resultaron ilesos pese a los seis disparos que recibió el vehículo.
López Villagra reseñó las circunstancias del recorrido de los jóvenes que se encontraron con el control policial. Con abundante prueba, como los registros de video, el fiscal describió las características del hecho.
Luego, el integrante del Ministerio Público Fiscal sostuvo que está prohibido por protocolo policial perseguir a un auto que (supuestamente) se da a la fuga, como así también abrir fuego.
López Villagra agregó que el Fiat Argo pasó el retén policial sin generar riesgos para los policías.
Soledad Laciar cruzó a abogado
Previamente, el defensor del principal acusado Gómez, Gastón Schoenfeld, anticipó que su cliente iba a ampliar su declaración indagatoria. Cuando se sentó el cabo 1° aclaró que no respondería preguntas por consejo de su abogado.
Luego, Gómez relató que gracias a la terapia que viene sosteniendo en la cárcel pudo comprobar que lo que él antes creía eran disparos de terceros, en realidad era la detonación de su propia arma.
“Con la terapia descubrí que estaba equivocado, que estaba equivocado en lo que yo había escuchado”, comentó a los presentes. Luego, completó: “Después de ese evento me encontré en estado de shock”.
Señaló que ese estado hizo que despúes apareciera en una filmación sonriendo o que haya chocado el patrullero sin que ahora lo recuerde.
Indignada con lo que acababa de escuchar, la mamá de Blas, Soledad Laciar, pidió la palabra y lamentó que en la cárcel no le hayan hecho pensar en la víctima.
“Está todo mal. Lamento que en tantos momentos de terapia no le hayan hecho ver que disparaba a mi hijo”.
El defensor Schoenfeld protestó al tribunal porque Laciar estaba refiriéndose a lo que debería pronunciarse en el momento de los alegatos, pero ella aclaró que lo que decía no en contra de Gómez, sino en contra del sistema porque en dos años de terapia no se han ocupado de la víctima.
Pero, además, la mamá de Blas le pidió al abogado que sea respetuoso con ella, como ella lo ha sido con los acusados y defensores. Con relación a gestos de Schoenfeld mientras ella hablaba, le advirtió: “Te voy a pedir que las caras, te las evites”.
