La fiscal Silvana Fernández confirmó que la bala que impactó en la clavícula y mató a la trabajadora de limpieza Gabriela Pérez (24) provino desde el exterior.
Dijo, a su vez, que la autopsia confirmó que murió como consecuencia de un shock hipovolémico, ocasionado por la pérdida de sangre generada por el disparo.
Crimen de Gabriela: la bala asesina llegó desde el exterior
Confirmó que lo más probable es que Pérez haya recibido el impacto en esa zona porque giró hacia la izquierda, cuando escuchó los primeros disparos. Pero aseguró que no está en condiciones aún de confirmar o descartar que haya sido una herida producida por un rebote de una bala, algo que tendrá que dilucidar la pericia balística cuando esté concluida.
Esta es una importante novedad en la investigación, luego de que se conociera que la bala que entró en el cuerpo de la víctima fue rescatada tras la autopsia. Ahora queda cotejar esta bala con las vainas servidas halladas en el lugar del crimen, frente al club Yapeyú, en el extremo este de la ciudad de Córdoba, para ver si se corresponde. Todo indicaría que sí. En la siesta del sábado se produjo la agresión mafiosa mientras se desarrollaba un acto del gremio de limpieza, Soelsac.
El ataque desde afuera del local, provino según las imágenes de una cámara de la vía pública, de una pistola 9 milímetros que empuñaba un hombre de mediana edad parapetado detrás de un automóvil estacionado en la vereda del frente. El registro exhibe cómo el pistolero empuña su arma y en el corto lapso de cuatro o cinco segundos efectúa una seguidilla de disparos hacia el interior del local.
Escena preservada
Uno de los cuestionamientos que se realizaron fue respecto de la preservación de la escena del crimen porque “esa misma noche se estaba haciendo una fiesta de 15 en el mismo lugar”. Falso. Había una fiesta, pero la escena siempre estuvo custodiada.
Fuentes judiciales explicaron, a quienes les resulte necesario, que la fiscal Fernández se ocupó del caso apenas se enteró de la muerte de Gabriela, pocas horas después, durante la tarde. Si bien por esas horas estaba a cargo -fin de semana- su par Claudia Rita Palacios, por tratarse de su “territorio” y dada la gravedad del caso, Fernández solicitó tomar cartas de inmediato, a lo que Palacios accedió sin inconvenientes.
Por eso, Fernández se impuso del hecho “desde el comienzo”, cuando los efectivos policiales estaban en el lugar relevando el terreno. Hasta la 1 del domingo, la fiscal estuvo en el lugar del crimen, mientras los gabinetes técnicos de Policía Judicial levantaron lenta y profusamente toda la prueba necesaria.
¿Qué pasó con la fiesta de 15? No se hizo en “ese lugar”. Los que están en contacto con la investigación, sostienen que el club tiene tres (3) recintos: el galpón amplio que da a la calle desde donde provinieron los disparos, al lado un patio en el cual hacían el asado gremial, y en el otro extremo (opuesto al galpón) hay un salón cerrado con asador adentro, que fue donde esa noche se hizo la fiesta familiar. Apartado del galpón donde balearon a Gabriela.
“La escena fue guardada y preservada y se ‘cooperó' (se levantaron las pruebas) de manera minuciosa”, sostuvo este lunes una fuente judicial allegada al caso.
Un solo origen
Lo mismo sucedió con la idea divulgada falsamente, respecto de disparos desde adentro del galpón del acto. La fiscal regresó el lunes a la mañana al lugar del crimen para realizar observaciones con luz, ya que el sábado apenas si tuvo unos minutos de sol para ver de día cómo es el lugar.
Con los peritos y especialistas de la causa corroboraron un extremo que les preocupaba: si se efectuaron disparos “también” desde adentro del galpón. La hermana de la víctima había hecho declaraciones señalando que ella estaba allí y sintió que esos balazos habían sido efectuados desde allí.
Pero las constataciones de los especialistas echaron por tierra esa “sensación” y la descartaron de plano. Este martes, Fernández se reunió con Dalma Pérez y su abogado Carlos Nayi y les explicó las razones técnicas -la acústica del galpón y otras características del lugar- que a quienes estaban adentro les hizo parecer que el ruido provenía de adentro, más otros elementos que negaban esa posibilidad y cerraban la idea de que todos los disparos provinieron desde afuera.
Esa idea se corresponde con la de un ataque desde “afuera” y desaloja la posibilidad de que los mismos integrantes de la reunión hayan sido parte de la balacera.
Proyectil y autor
Este miércoles, Nayi hizo declaraciones en las que apoya la investigación de la fiscal, admitió que la escena fue preservada y coincidió que no hubo disparos desde adentro del salón donde se hacía la reunión gremial presidida por el titular del gremio, Sergio Fittipaldi.
Ahora, deben cotejarse los cascos servidos levantados de la escena -que serían de pistola 9 milímetros- con el proyectil extraído al cadáver, también del mismo calibre. Una vez que Balística haga ese cotejo, podrá avanzarse si esos casquillos son del mismo tipo de arma que la que mató a Gabriela.
Todo parece indicar que el tirador de las imágenes hizo esos disparos, aunque no se descarta que pueda haber alguien más que lo hayan hecho, siempre desde afuera. Nayi explicó que la sensación puede haber sido por cuestiones de “acústica”. Sobre el ataque, utilizó la expresión “criminal, de la modalidad de sicariato”.
Lejos de ser parte de la reunión, el tirador sale corriendo y se cree que luego va a subirse a un automóvil que lo estaba esperando en las inmediaciones.
Según la causa y lo que declara el querellante Nayi, los disparos fueron entre siete y 10.
Los pesquisas policiales están trabajando a pleno para llegar a individualizar al “sicario” que se resguardó detrás de un auto y cuando vio el momento oportuno, se incorpora y dispara sin dudar hacia el interior del galpón, donde había una multitud de trabajadores, hombres, mujeres y niños.
Los investigadores son muy reservados sobre los elementos que manejan para individualizar al asesino. Se quejan porque la difusión del video perjudicó sus chances de sorprenderlo y dicen que esa infidencia también se investigará. Pero sobre la búsqueda del asesino son optimistas por lo poco o mucho que ya saben de él.
