El homicidio de Gabriela Pérez, ocurrido hace 15 meses en barrio Yapeyú de Córdoba, zona sudeste de la ciudad de Córdoba, continúa avanzando con importantes novedades judiciales. Hasta el momento, dos hombres han sido detenidos.
El primero había sido su propio hermano, Gabriel Herrera (36), quien fue atrapado semanas después del crimen y fue imputado por presunto “homicidio calificado por el uso de arma de fuego”.
El segundo, Adrián Vallejos, fue arrestado el pasado miércoles 27 de noviembre, como presunto instigador. La fiscala a cargo de la investigación, Silvana Fernández, lo imputó por considerarlo “Partícipe necesario del homicidio, agravado por el uso de arma de fuego”.
Mientras tanto, la Justicia busca intensamente a un prófugo clave: Luis Mendoza, sobrino de Vallejos, quien habría jugado un rol determinante en la planificación del ataque.
El caso está caratulado como homicidio y se investiga como un ataque por encargo que terminó con la trágica muerte de la joven trabajadora de la limpieza.
Ataque desde la calle
Todo sucedió el 9 de septiembre, al mediodía, en el club Yapeyú. Unas 200 personas asistían a un almuerzo sindical organizado por el gremio de la limpieza Soelsac.
Entre los presentes estaba Gabriela, que había dejado a su hija al cuidado de su familia y, según su entorno, asistió obligada al evento, por temor a perder su trabajo si no lo hacía.
En medio de la reunión, un auto se detuvo frente al salón. De él descendió un hombre con gorra, quien, sin previo aviso, abrió fuego con una pistola desde la vereda de enfrente.
Los disparos atravesaron una hendija, sembrando el caos entre los asistentes. Uno de los proyectiles alcanzó a Gabriela, quien fue llevada de urgencia a un sanatorio, pero no sobrevivió.
A un año del crimen de Gabriela Pérez, su hermano sigue preso y no dan con el prófugo
La mujer fue ultimada de un balazo en un acto del gremio Soelsac, en Córdoba. Gustavo Herrera será enviado a juicio por homicidio agravado. El otro acusado, cordobés, no logra ser capturado. El ataque sicario costó U$S 200. Aún no saben quién dio la orden.
El giro en la causa
La investigación inicial condujo a la detención de Gabriel Herrera, hermano de Gabriela, acusado de ser el autor material del ataque. Según los investigadores, Herrera habría sido contratado como sicario, presuntamente para atacar a Sergio Fitipaldi, secretario general del gremio Soelsac, quien también estaba en el lugar.
El crimen, según las hipótesis, estaría vinculado a disputas internas en el gremio y posibles vínculos con facciones disidentes de la barrabrava del Club Atlético Talleres.
Las pruebas iniciales situaron a Herrera como la persona que disparó contra el salón, aunque su defensa sostiene que no existen elementos concluyentes para incriminarlo.
Herrera ha negado su participación en los hechos y pidió una pericia antropométrica para comparar su físico con las imágenes de las cámaras de seguridad del lugar. Este estudio se concluyó el 12 de septiembre y el abogado Sebastián Lascano, que representa al acusado, espera los resultados con el objeto de discutir la culpabilidad.
Pero en las últimas semanas la investigación arrojó un nuevo resultado, con la captura de Vallejos. Él sería, para los pesquisas, uno de los principales instigadores del crimen.
Según dejaron trascender fuentes de la investigación, fue detenido en la vía pública sin oponer resistencia. Si bien no trascendieron detalles específicos sobre el rol exacto de Vallejos, los investigadores creen que habría tenido un vínculo directo con la organización del atentado.
Se especula que su sobrino, Luis Mendoza, habría presentado a Herrera como el ejecutor del plan.
Actualmente, las fuerzas policiales lo buscan intensamente. Creen que Mendoza habría tenido un rol crucial en la logística del ataque. Según las investigaciones, Mendoza habría actuado como enlace entre Vallejos y Herrera, facilitando la conexión para llevar a cabo el atentado.
Aunque todavía se desconoce su paradero, los investigadores consideran que su captura será fundamental para continuar esclareciendo los hechos. Fuentes con acceso a la causa detallaron que a la luz de los nuevos avances la imputación de Herrera podría cambiar, aunque aún no hay mayores precisiones.
Controversias
El caso ha generado fuertes divisiones entre los familiares de Gabriela. Mientras su madre sostiene la inocencia de su hijo y hermano de la víctima, exigiendo su inmediata liberación, otros miembros de la familia, como el esposo de la joven trabajadora, continúan con el pedido de justicia y se muestran conformes con el curso de la investigación.
Carlos Nayi, abogado de Rodrigo Rivera, pareja de Gabriela y padre de su hija, afirmó que su representado busca esclarecer lo sucedido. “Aún vive perturbado por los hechos y por el giro que tomó la causa, ya que su propio cuñado terminó acusado. Pero está comprometido con la búsqueda de la verdad y la justicia”, expresó el letrado.
Por otro lado, la defensa de Herrera insiste en que no hay pruebas sólidas para incriminarlo. Lascano espera los resultados de la pericia antropométrica solicitada, la cual podría demostrar que las características físicas del atacante no coinciden con las de su defendido.