La muerte de Joaquín Sperani en Laboulaye sigue aportando nuevos datos. El caso, que dio un vuelco trágico el domingo, cuando se encontró el cadáver del estudiante, causó estupor en toda la provincia de Córdoba y el país.
Este martes, los padres del chico iban a entrevistarse con el juez Sebastián Moro. Quieren respuestas, certezas de lo que ocurrió con su hijo.
Mientras tanto, en el colegio Ipem N° 278, al que asistían ambos estudiantes, reinaba un fuerte hermetismo. A primera mañana de este martes, la inspectora general de Educación Secundaria, Andrea Fessia, dijo en declaraciones a Mitre Córdoba que estuvieron “analizando el caso y hasta ayer –por el lunes- no hay registros de bullying escolar”.
Tanto Joaquín como su presunto homicida, identificado como L., iban a tercer año. Según la inspectora Fessia, con los directivos del colegio y los coordinadores de curso se analizó el ciclo lectivo y reconoció que si bien hubo algunas situaciones entre estudiantes “no hubo situaciones sostenidas que hagan pensar que Joaquín era víctima de bullying”.
No obstante, Mariela Flores, la madre de Joaquín, denunció en reiteradas oportunidades que su hijo sufría acoso escolar.
En ese marco, la inspectora dijo que “van a seguir indagando en el tema y van a ir a fondo”.
“Ellos tenían en el aula una buena relación, en algún período del ciclo 2023 se sentaron juntos pero luego dejaron de hacerlo”, expuso Fessia. Y añadió: “Nosotros lo que hacemos es trabajar con los equipos técnicos del Ministerio de Educación, con profesores, coordinadores de cursos y preceptores”.
