El Tribunal de Audiencias de Santa Rosa de La Pampa condenó ayer a prisión perpetua a Magdalena Espósito Valenti (25), la madre de Lucio Dupuy, y a su novia Abigail Páez (28).
Hace dos semanas, el tribunal había fallado que ambas mujeres eran culpables del homicidio del niño de 5 años en La Pampa y faltaba definir la pena.
Valenti y Páez fueron condenadas por homicidio triplemente calificado por el vínculo, por alevosía y por ensañamiento, por los hechos ocurridos en Santa Rosa de La Pampa en noviembre de 2021. Páez fue además hallada culpable por el delito de “abuso sexual por acceso carnal por vía anal ejecutado con objeto fálico” agravado porque el niño estaba a su cuidado.
El organismo judicial, integrado por los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora, no hizo lugar en tanto a un pedido de la familia de la víctima que había solicitado que se les aplicara “el tiempo indeterminado” como accesoria a la prisión perpetua.
Pedidos y planteos
El pedido de prisión perpetua había sido realizado por la fiscal Verónica Ferraro el 13 de febrero pasado. En esa oportunidad, pidió que las dos acusadas fueran condenadas a prisión perpetua porque, frente a los delitos cometidos, el Código Penal prevé esa única posible pena.
El abogado querellante particular, en representación de la familia Dupuy, José Mario Aguerrido, adhirió al planteo de la fiscal, pero le añadió el requerimiento de que la pena fuera de reclusión por tiempo indeterminado, una alternativa que prevé el artículo 52 del Código Penal en relación con el 80.
Lo fundó, entre otras razones, en la extensión del daño provocado a “un chico absolutamente vulnerable”, agregando que la muerte de Lucio fue el final de un proceso de maltrato infantil.
Por su parte, la defensora oficial Silvina Blanco Gómez le pidió al Tribunal que cuantificara la pena que le correspondería a Páez, por entender que, si se aplicase la prisión perpetua “con las normas vigentes hoy en el país, sólo saldrá de la cárcel con su muerte, ya que actualmente la pena perpetua es material y literalmente perpetua”.
Además, solicitó que esa cuantificación fuera la mínima por la carencia de antecedentes penales y por la edad de la imputada (28 años), y afirmó que la Corte Suprema ya fijó la inconstitucionalidad de la reclusión por tiempo indeterminado.
Por último, el defensor oficial Pablo De Biasi, al hablar por Espósito Valenti, brindó argumentos similares y requirió que se le fijara “una pena en años” y coincidió con que “la prisión perpetua que establece el Código Penal es inconstitucional”, ya que “los tratados internacionales impiden la aplicación de penas crueles, inhumanas y degradantes”.
Ramón, abuelo de Lucio, habló con la prensa presente y dijo estar conforme con el fallo, pero insistió en que a la madre de Lucio se la condenara también por abuso sexual, “para marcar un precedente”.
El asesinato de Lucio Dupuy
Lucio Dupuy (5) fue asesinado el 26 de noviembre de 2021 en la casa de la calle Allan Kardec al 2300 de Santa Rosa, donde vivía con su madre y con la pareja de ella.
Una cámara ubicada frente al departamento registró los movimientos de ambas mujeres con el niño, gracias a lo cual se pudo concluir que a las 17.32 se lo vio a Lucio vivo por última vez.
Se consideró acreditado que, entre ese momento y las 19.40, cuando ambas imputadas salieron solas del departamento, Lucio fue golpeado brutalmente.
Según los fundamentos del fallo, Abigail Páez llevó en moto a su novia al trabajo de moza en el restaurante de un hotel de la capital pampeana y regresó sola a las 20.49, cuando intentó reanimar al niño y lo metió bajó la ducha.
A las 21.30, salió con Lucio en brazos para el centro asistencial del barrio Río Atuel, anexo al departamento, pero estaba cerrado, por lo que fue derivado al hospital Evita, donde a las 21.45 se constató que ya había muerto.
La Justicia estableció que las dos participaron de la golpiza mortal, entre las 18 y las 19 del 26 de noviembre, y que el niño recibió golpes de puño, patadas y golpes con un palo.
También recibió un pisotón en la espalda por parte de Abigail Páez (se pudo determinar por la impronta que dejó su zapatilla), que le provocó lesiones internas como el desgarro del hígado, y, además, fue mordido en sus zonas íntimas y en su brazo izquierdo.
El Tribunal de Audiencia, en la sentencia de 126 fojas, estableció que el niño fue víctima recurrente de violencia física, psicológica y sexual y determinó que se pudo advertir un “crescendo de violencia”, a la luz de los chats entre ambas imputadas, ventilados durante el juicio, a partir de mediados del mes de octubre de 2021.
A lo largo de la investigación, la fiscalía probó que, en un lapso de tres meses, el niño había sido asistido al menos cinco veces en distintos centros de salud de La Pampa por politraumatismos. Sin embargo, no había denuncias de profesionales ni del jardín de infantes al que asistía.
Denuncias no escuchadas
Tras la muerte del niño, Ramón Dupuy, abuelo de Lucio, indicó que se habían realizado varias denuncias en la Justicia por los maltratos de las mujeres, pero que nunca fueron escuchados. Consecuentemente, se inició una investigación administrativa para determinar si había responsabilidades de funcionarios en la omisión de denuncias que pudieron haber evitado este desenlace.
