La Justicia avanza en la investigación del crimen de Paloma Gallardo (16) y Josué Salvatierra (14), los adolescentes asesinados el 30 de enero pasado en un descampado de Florencio Varela, ciudad ubicada en la zona sur del Gran Buenos Aires.
Un nuevo estudio de ADN podría ser clave para determinar cómo los mataron y si hubo más de un homicida.
Un ADN clave en la investigación
Según confirmó a la Agencia Noticias Argentinas el abogado de la familia de Paloma, Aníbal Osorio, en la escena del crimen se encontraron tres perfiles genéticos.
“En esta etapa de la investigación ya tenemos corroborado que surgen tres ADN. Dos corresponden a las víctimas, pero el tercero será cotejado con los sospechosos que tenemos en el radar”, explicó Osorio.
El abogado señaló que podría haber al menos dos personas involucradas, aunque no descarta que sean más.
Un detenido, pero una causa abierta
Hasta el momento, el único detenido en la causa es Gonzalo Andrés López, acusado de encubrimiento. Su celular, un Samsung A2, tiene el mismo número de IMEI que el dispositivo que pertenecía a Josué, lo que lo vincula directamente con el caso.
López fue capturado el 17 de febrero último en General Roca, Río Negro, después de que el teléfono del adolescente de 14 años se activara en esa ciudad por primera vez desde el crimen. Se determinó que el sospechoso utilizó el teléfono entre el 10 y el 14 de febrero con un chip distinto y luego lo apagó.
Pese a la detención, la defensa de López apeló la prisión preventiva, lo que podría modificar su situación procesal en las próximas semanas.
Una pena de prisión perpetua en juego
El caso está caratulado como homicidio criminis causa, un delito que prevé prisión perpetua según el artículo 80, inciso 7, del Código Penal. Esta figura se aplica cuando una persona mata con el objetivo de ocultar otro delito o asegurar su impunidad.
Mientras la causa avanza, la familia de Paloma se muestra más esperanzada. “Los padres de Paloma están un poco más tranquilos porque la investigación avanza en forma positiva”, aseguró Osorio.
La clave ahora será el análisis del ADN desconocido, que podría revelar si hay más implicados en el doble crimen y abrir un nuevo giro en la causa.