Amigos, familiares y compañeros de Lucas Aguilar, el joven repartidor asesinado, se congregaron este viernes frente a la municipalidad de Moreno para exigir justicia por su muerte y llevaron a cabo una manifestación que escaló rápidamente y derivó en cruces con la Policía.
La protesta y los incidentes
Un nutrido grupo de manifestantes se reunió este viernes frente a la sede municipal, ubicada en la calle Eduardo Asconape 51.
Durante la protesta, algunos manifestantes comenzaron a arrojar piedras contra el edificio municipal, que estaba custodiado por una fila de policías.
Además, se reportó que intentaron prender fuego un patrullero estacionado en el lugar.
Los manifestantes también quemaron gomas y conos de seguridad durante los enfrentamientos.
La policía respondió a la agresión avanzando contra los manifestantes, utilizando balas de goma y deteniendo a varios de ellos.
Según los informes, alrededor de quince manifestantes fueron arrestados y llevados al interior de la municipalidad.
Un móvil de televisión logró captar la violenta maniobra de la Policía para detener a una de las manifestantes, a quien tiraron de la moto en la que intentaba escapar, para luego arrastrarla por la vereda.
El caos tras los incidentes
Después de los enfrentamientos, una veintena de motocicletas quedaron esparcidas en la vereda y la calle frente al edificio municipal.
También se encontraron bolsos y mochilas de los repartidores, algunos de los cuales fueron robados por personas que no participaban en la manifestación.
El crimen de Lucas Aguilar
El asesinato de Lucas Aguilar tuvo lugar el jueves alrededor de las 19:45 en la intersección de las calles Asconapé y Alem. Según los informes, Aguilar fue asesinado tras defender a un vendedor de alfajores que estaba siendo atacado. En un forcejeo, Aguilar cayó y recibió varias puñaladas que resultaron fatales.
Testimonios de los repartidores Uno de los repartidores que participó en la protesta afirmó que “todos los días pasa lo mismo. Entran y salen por la misma puerta los delincuentes”. También agregó que una compañera tuvo que renunciar debido a un robo, y expresó el miedo y la inseguridad que sienten los repartidores