La causa que investiga el homicidio del jubilado Eduardo Antonio Rearte (74), que había sido maniatado y golpeado en su casa de barrio Tranviarios, zona oeste de la ciudad de Córdoba, el pasado 20 de septiembre, ha dado un giro importante con la reciente detención de dos nuevos sospechosos.
Los dos hombres están acusados de tener roles clave en el homicidio: uno como autor material del crimen y el otro como encubridor.
Las detenciones representan un avance crucial en la investigación encabezada por el fiscal Horacio Vázquez.
Fuentes cercanas a la investigación confirmaron a este medio que las detenciones se produjeron en las últimas horas. Uno de ellos está imputado como presunto autor material del asesinato en ocasión de robo, mientras que el segundo enfrenta cargos por encubrimiento agravado.
Ambos tendrían antecedentes penales, según informaron fuentes policiales, al igual que la mujer que ya se encontraba detenida y que ha sido vinculada al caso por su relación cercana con la víctima.
La detenida, que inicialmente había sido arrestada por otra causa de hurto, ahora enfrenta una nueva imputación por el crimen de Rearte.
Según los pesquisas, la mujer mantenía un vínculo de confianza con el jubilado, lo que habría facilitado el acceso de los delincuentes a la vivienda, en lo que los investigadores consideran un caso de “entregada”.
Las investigaciones avanzan en la línea de que la mujer, en complicidad con los dos detenidos, habría aprovechado la relación que mantenía con Rearte para planificar un robo y el posterior homicidio.
Según lo revelado por el análisis de los teléfonos de los implicados, existía un vínculo previo entre ellos que permitió la coordinación del asalto, de acuerdo con lo informado por los investigadores.
Una fuente reservada señaló que, aunque la figura de la mujer en este caso podría relacionarse con un móvil de venganza o celos, esta hipótesis sigue bajo investigación.
Lo que está claro, según los investigadores, es que el crimen fue premeditado y que la víctima fue brutalmente atacada dentro de su propia casa.
Las nuevas detenciones, según detallaron fuentes allegadas a la causa, fueron el producto de diferentes tareas de los pesquisas, que incluyeron entrevistas con testigos, relevamientos de cámaras públicas y privadas, análisis de las imágenes y entrecruzamiento de contactos vía celular.
Las actuaciones estuvieron a cargo del departamento de Robos y Hurtos, que pertenece a la Dirección General de Investigaciones Criminales de la Policía de Córdoba.
Un hecho que conmocionó al barrio
El barrio Tranviarios, una zona de clase media próxima a Alto Alberdi, aún se encuentra en shock tras la noticia del violento asesinato de Rearte.
El jubilado vivía solo en su vivienda de la calle José Del Prado al 3215 que, como muchas otras de la ciudad de Córdoba, contaba con medidas de seguridad, como rejas y ventanas aseguradas.
Sin embargo, el hecho de que no hubiera señales de violencia en los accesos a la casa refuerza la teoría de que los atacantes entraron sin dificultad, posiblemente utilizando llaves obtenidas por la detenida.
El hallazgo del cuerpo de Rearte fue realizado por uno de sus nietos, quien, alarmado por la falta de contacto con su abuelo, acudió a la casa y alertó a la Policía tras observar el desorden dentro de la vivienda.
Cuando los agentes ingresaron, encontraron el cuerpo maniatado del hombre debajo de la cama, que evidenciaba una golpiza como causa de muerte, según el informe preliminar de la autopsia.
La detención de los dos nuevos implicados refuerza una de las hipótesis que se manejan en el ámbito de la fiscalía actuante: presuntamente, Rearte podría haber sido víctima de un complot orquestado por personas de su entorno cercano.
Los detenidos, ambos con antecedentes por robo calificado, se sumaron a la mujer de 30 años, que ya se encuentra imputada por el mismo hecho.
El caso de Rearte no es aislado: Córdoba ha registrado al menos nueve homicidios en las últimas dos semanas, muchos de ellos relacionados con robos violentos.
Este nuevo episodio suma otra víctima a una preocupante estadística de inseguridad y violencia en la provincia, donde el aumento de crímenes en el contexto de asaltos ha puesto en alerta a las autoridades y a los vecinos.
El caso de Rearte es, tristemente, similar a otros homicidios recientes en Córdoba, donde las víctimas, generalmente personas mayores, vivían solas.
En todos los casos, fueron atacadas por individuos en quienes confiaban. Los asaltos se convierten en escenas de violencia extrema, como en los recientes casos de Enrique Di Noto, un contador de Villa Carlos Paz, y Doris Cappenberg, una escritora de Capilla del Monte. Ambos fueron brutalmente asesinados tras ser traicionados por personas cercanas.
