En un giro que carga de mayor dramatismo el crimen de Natalia Rosa Mariani, de 48 años de edad, el fiscal de feria de los tribunales de Villa María, René Bosio, ha tomado la decisión de imputar y detener por este homicidio nada menos que Gino Ferrari, hijo de la víctima fartal, y a Hernán José Ferrari, expareja de la mujer.
Mariani fue hallada sin vida el viernes 29 de diciembre pasado en su residencia ubicada en 9 de julio 1088, de Villa Nueva. Tenía heridas cortantes en el cuello.
Como resultado de la exhaustiva investigación, Bosio ha ordenado las detenciones de los dos hombres. El hijo, de 20 años de edad, y el exmarido, de 55 años, también vivían en Villa Nueva.
Según se cree hasta ahora, el crimen habría estado motivado por cuestiones económicos, ya que la mujer tendría en su poder una cantidad de dólares por lo que su hijo habría ingresado la vivienda.
En las cámaras de los alrededores se vio salir a una persona, encapuchada. Las pesquisas llevaron a la detención de este joven y su padre.
Gino Ferrari, de 20 años, enfrenta cargos de robo calificado, homicidio doblemente codificado por vínculo y criminis causa.
Por otro lado, Hernán Ferrari ha sido imputado como supuesto partícipe necesario de robo calificado.
A medida que se analice más material probatorio, no se descarta la posibilidad de agravar las imputaciones contra el hombre mayor.
La autopsia había confirmado que la muerte de Mariani fue resultado de un asesinato brutal.
La víctima presentaba al menos seis heridas cortantes superficiales en el cuello, junto con una más profunda, además de un golpe en el rostro.
La causa de la muerte fue determinada como pérdida de sangre, provocando un “shock hipovolémico”.
La escena del crimen reveló la presencia de dos cuchillos, uno de estilo Tramontina y otro de mayores dimensiones, posiblemente utilizados en el acto.
