El Tribunal Oral Federal N° 3 de Córdoba capital, a cargo de Facundo Zapiola (sala unipersonal), condenó a tres años de prisión condicional a Gastón César Alberto Cisnero (24) por traficar más de un kilo de cocaína en un colectivo que había partido desde Salta con rumbo a La Docta.
El 16 de noviembre de 2023, la “mula” salteña acordó el traslado de la droga desde la localidad de Tartagal hacia la ciudad de Córdoba en un colectivo de La Veloz del Norte. En simple caja de cartón con juguetes y prendas de vestir, guardada en la bodega, llevaba oculto el estupefaciente.
Sin embargo, Gendarmería realizó un control en la ruta nacional 9, a la altura de Sinsacate (Córdoba), y el perro antinarcóticos Cóndor detectó la cocaína. Rápidamente, los efectivos confirmaron quién había despachado la encomienda: el pasajero del asiento 20, Cisnero.
De carnicero a “mula”
“Salí de estar detenido en Jujuy y perdí el trabajo que tenía en la carnicería. Y cuando mi hija tenía unos meses de nacida, anduve un mes sin trabajo y buscando, y me ofrecieron mandar la encomienda. O sea, poner el nombre nomás, y que me iban a pagar cuando llegaran las cosas. Cuando estaba viajando a Córdoba, se ‘perdieron las cosas’ (secuestro de la droga). Nunca cobré nada. Sé que está mal lo que hice, pero era la situación, no encontraba trabajo y tenía a mi bebé”, se justificó el imputado.
El fiscal auxiliar Maximiliano Aramayo destacó que Cisnero reconoció el hecho y pidió una pena de cuatro años de prisión. A su turno, el defensor Julio Aliaga solicitó la aplicación de una pena menor y señaló que el acusado solo era una “mula de biblioteca”, ya que, por su “vulnerabilidad”, había sido captada por narcotraficantes para ejercer sus acciones y mantenerse en el anonimato.
El juez Zapiola lo condenó a tres años (de ejecución condicional) como autor de transporte de estupefacientes.
“Narcoencomienda” y la “changa” que le costó $ 340 millones y la libertad
Las causas penales por “narcoencomiendas”, generalmente desde el norte hacia el centro del país, siguen siendo una de las modalidades más usuales para trasladar de forma camuflada cierta cantidad de cocaína.
Hace algunas semanas, una costurera boliviana (36) fue condenada por narcotráfico en Córdoba tras haber acordado el traslado de una millonaria carga de cocaína que fue interceptada cuando viajaba de Salta a Buenos Aires.
Quien sentenció a Salomé Quispe Huanca (36) fue el mismo juez que a Cisnero. Y la modalidad fue similar, casi en la misma fecha y a través de Buspack-Transporte La Veloz del Norte, que cubre el tramo de viaje entre Salta y la zona de mayor concentración socioeconómica de la Argentina.
En el caso de la mujer, en agosto de 2023, Gendarmería detectó en Sinsacate lo que, a primera vista, era el traslado de un gran volumen de mercadería presuntamente contrabandeada. Pero cuando pasaron las encomiendas por el escáner, detectaron dos cajas sospechosas, con el remitente a nombre de una mujer y con el destinatario a nombre de otra. En cada caja, hallaron 12 paquetes que, en total, contenían más de 25 kilos de cocaína.
Con la orden del juez N° 1, Alejandro Sánchez Freytes y a pedido del fiscal Maximiliano Hairabedian, los efectivos reemplazaron con ladrillos los 25,6 kilos de cocaína (valuada en unos $ 340 millones, al cambio del dólar ilegal), para simular el peso original del estupefaciente y así realizar una entrega vigilada en Buenos Aires.
Casi una semana después, Quispe Huanca se presentó en el local de Encomiendas Zacarías a bordo de un Renault Fluence y reclamó los paquetes a nombre de su cuñada. Tras retirar las encomiendas, los efectivos montaron un seguimiento hasta la calle 4 y 9 de Villa Celina, Buenos Aires.
Sorpresivamente, encontraron también un boleto de compraventa de un inmueble por un valor de U$S 85 mil y un cuaderno con anotaciones de importes de préstamos de dinero.
