A los vecinos del housing El Remanso, en Villa Allende, se les terminó la tranquilidad. Acostumbrados a las casas "de puertas abiertas", sin necesidad de alarmas, desde hace algunas semanas la racha cambió. En menos de un mes, aseguran que sufrieron ocho robos.
El Remanso es un barrio de dúplex ubicado entre las calles Neuquén y Cerro Incahuasi, de esa ciudad de las Sierras Chicas. La mayoría de sus 25 unidades son ocupadas por inquilinos. Aunque el predio cuenta con seguridad privada, los ladrones la burlan e ingresan rompiendo alambrados. Luego, pasan lo robado por minúsculos huecos que quedan al descubierto.
Los vecinos presumen que los delincuentes son jóvenes y los llaman “rateros” porque se llevan elementos pequeños que pueden cargar a mano.
"Nos tomaron el tiempo", dicen. "Era un barrio alejado de los robos. Pero durante 15 días fuimos víctimas de una ola, con un mismo modus operandi", contó Elvio Orellano (42).
La mayoría de sus vecinos sale a trabajar por la mañana y regresa a la tarde. “Sabemos que hay gente que está atenta a nuestros movimientos. Nos están mirando. Incluso controlan las rondas del encargado de seguridad, que está de noche. El viernes lo apedrearon”, relató.
Los delincuentes cortan los cercos perimetrales que dan hacia los fondos de otras viviendas y hacia el frente del predio. Una vez adentro, violentan las aberturas e ingresan en las casas. Hasta rompen los vidrios con piedras.
Con quien parecen ensañados los ladrones es con Adrián Fernández (50), quien sufrió tres robos seguidos. Primero le sacaron la bicicleta.
“Pensé que era alguien que vino a trabajar. Lo dejé pasar. A la noche siguiente, salí y se quedaron mis hijos de 16 y 17 años. Dormían en la habitación de arriba. No escucharon nada. Entraron y se llevaron un televisor, una valija con mi computadora y una campera. Fue una sensación fea. Quedaron muy asustados”, narró.
El jueves 20 de junio sufrió el tercer robo. En ese momento no había nada en su casa. “Me llamó el guardia y me preguntó si había dejado la puerta abierta. Habían entrado. Abrieron cajones, desparramaron la ropa, dejaron cosas tiradas. Se llevaron dos pares de zapatillas y relojes”, afirmó.
Ahora colocó alarmas. “Lo que estoy pasando te quita ese pensamiento mental de sentirte libre. Acá nos conocemos todos. La convivencia era hermosa y te duele perderla”, se lamentó.
Además, se quejó del accionar policial ya que si bien hizo la denuncia vía web piensa que los robos no tuvieron un seguimiento. “Como ciudadano creo que perdí tiempo. Nadie vino a ver qué pasó”, planteó.
Otro robo sucedió hace dos sábados mientras dos hermanos estaban reunidos en su casa viendo el partido de fútbol de Argentina en la Copa América y a 10 metros del lugar robaron. "Vimos la piedra. Rompieron el ventilete e ingresaron. Les robaron una tablet, un microondas, ropa. Y sacaron todo por la ventana de la cocina", subrayó Elvio.
El jueves anterior, frustraron otro robo porque el agente de seguridad vio el alambre cortado. “Es la primera vez que padecemos esto y la sensación de bronca es grande. Ahora cada vez que salimos nos avisamos”, enfatizó.
Pero a pesar de estar tomando todas las precauciones y cuidarse entre ellos, el domingo pasado por la noche volvieron a robar y en esta oportunidad se llevaron dos bicicletas. Desde la administración les prometieron un alambre más reforzado y luces con sensores de movimientos.
Los vecinos de este predio destacan que en la zona, en general, también hay robos.
Otros barrios
Gabriela González, vecina del Cumbres del Golf, a una cuadra y media del housing, relató que sufrió dos robos recientes. El último, hace 30 días. "En el primero me rompieron la puerta del frente de casi tres metros y de doble hoja. Nos llevaron electrodomésticos y elementos electrónicos. Tengo rejas y alarmas", comentó.
Según apuntó, el barrio tuvo una seguidilla de hechos delictivos en los últimos 45 días. “A las 10 de la mañana robaron un televisor 60 pulgadas a un vecino, y lo hicieron caminando. Hicimos un grupo de WhatsApp con los vecinos para estar atentos y nos reunimos con la Policía”, agregó.
Rubén Rolfo también sufrió robos. En el primero le sacaron las pertenencias del auto y después les entraron en la casa, estando sus dos hijos adentro. “Estábamos acostumbrados a dejar las cosas afuera. Jamás pusimos alarmas a los autos. Ni cerrábamos con llaves. Ahora todo cambió”, dijo.
Al respecto, el comisario Renato Paneta, titular de la comisaría de Villa Allende, reconoció que hay hechos delictivos pero aseguró que tenía sólo dos denuncias por robos del housing.
Paneta abogó para que se realicen las denuncias. “Sirve para que nos enteremos y porque de lo contrario no tenemos forma de plantear un operativo policial, reforzar el patrullaje o disponer de un móvil en algún sector”, acotó. Aseguró que con respecto al año anterior, el índice es de un 10 por ciento más al mes.
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