Las fotos en Instagram los delataron. La causa de los tres jóvenes de Córdoba acusados de contrabandear casi mil pastillas de éxtasis desde Brasil e ingresar dólares falsos ocultos en el auto en el que viajaban parece encaminarse a la verdad.
La causa fue enviada a juicio en 2020 por el juez federal N° 1, Ricardo Bustos Fierro, aunque a partir de los planteos del fiscal general N° 2, Carlos Casas Nóblega, y el defensor de uno de los imputados, deberá incorporarse el análisis de un peritaje antes de ser elevada nuevamente al Tribunal Oral N° 1 (TOF1).
José Manuel Castelli (29), Santiago Gil Combes (31) y Ezequiel David Lesta (24) están imputados como presuntos autores de contrabando calificado, transporte de estupefacientes y encubrimiento agravado.
Una voz en el teléfono
La denuncia anónima de aquel lunes 14 de enero de 2019 era suficientemente precisa, con excepción de la cantidad: tres jóvenes de 25 años que habían partido de Florianópolis, Brasil, rumbo a Córdoba ocultaban en su poder 10 mil pastillas de éxtasis.
La voz en el teléfono detalló que los sospechosos se llamaban Castelli, Lesta y Gil Combes, que ya habían salido de tierras brasileñas y que iban a arribar a Córdoba entre las 24 y las 48 horas posteriores.
A un investigador de la Fuerza Policial Antinarcótico (FPA) le llamó la atención el apellido Castelli, ya que le sonó conocido en otros procesos penales. El joven, un estudiante universitario y empleado de una escribanía, no llegó a ingresar al Poder Judicial de Córdoba por no ser admitido en una dactilografía y PC.
A partir de un “barrido” en redes sociales, localizaron su perfil de Instagram. A través de las “historias”, los detectives pudieron corroborar la denuncia. Aparecían imágenes y videos de los tres jóvenes en un Volkswagen Bora.
Curiosamente, en una de las “historias” habían agregado la ubicación en la que se encontraban: Uruguayana, ciudad fronteriza entre Brasil y la Argentina.
A fin de poder detectar in fraganti a los sospechosos, el martes 15 de enero por la noche el investigador vio pasar un Bora de color gris a la altura de la localidad de San Francisco rumbo a la ciudad de Córdoba. Rápidamente reconoció que eran los mismos que aparecían en las fotos de Instagram.
Con sigilo y sin perderlos de vista, los siguió y dio aviso a la FPA para controlarlos en proximidades de Montecristo. Durante la madrugada del miércoles 16, los uniformados encontraron mil dólares falsos en el parante de la puerta.
Pastillas por casi $ 900 mil
El perro antinarcóticos Brahama detectó debajo del asiento del conductor una bolsa con varias pastillas (con las formas de alien, picas de corazón de póker y Hulk), 2.220 pesos y 50 reales.
Pero el mayor botín fue descubierto en el baúl. Dentro de una valija, llevaban 960 pastillas de MDMA (éxtasis) y 15 trozos de comprimidos de las mismas características. En total, en el mercado negro prepandémico, las casi mil pastillas superaban los 870 mil pesos.
El fiscal N° 1, Enrique Senestrari, estimó que los cordobeses habrían comprado las drogas en Brasil para su comercialización posterior en Córdoba. A partir del informe de Migraciones, se detectó que habían ingresado al vecino país una semana antes de su detención, a su regreso, en Montecristo.
Bustos Fierro los procesó en 2020, medida que confirmó la Sala A de la Cámara Federal de Apelaciones en julio de 2021. En septiembre, el juez elevó la causa a juicio al TOF1, que la declaró nula.
Al respecto, la jueza Carolina Prado entendió que existían “deficiencias” en la acusación, por lo que debía ser perfeccionada para completar la investigación, incluyendo los peritajes de los tres celulares de los acusados y de una notebook.
En abril, Bustos Fierro incorporó el informe del peritaje a la notebook, pero rechazó analizarlo por entender que ya había sido resuelta la situación procesal de los imputados en el procesamiento confirmado. En consecuencia, elevó nuevamente el expediente.
Pero, el fiscal general Casas Nóblega indicó que el peritaje se encontraba incompleto (ahora, por no incluir el análisis de los celulares) y expresó su discrepancia con el juez sobre su imposibilidad de evaluar los elementos probatorios con el informe de la notebook.
“Los resultados de dicha medida deben ser puestos en conocimiento de las partes para que (…) puedan reformular o mantener la acusación, o solicitar el sobreseimiento, cambio de calificación legal o grado de participación de los imputados”, sostuvo el fiscal.
Finalmente, el juez sumó el peritaje de los celulares. Ahora, el TOF1 le solicitó que lo analizara para clausurar la causa y elevarla nuevamente.
Cordobés condenado por la “operación cristal”
Una banda fue condenada esta semana en Buenos Aires por el contrabando de cocaína y de éxtasis desde y hacia otros países. En un juicio abreviado, el cordobés Néstor Hugo Cáceres fue sentenciado a cuatro años y ocho meses por integrar una asociación ilícita y contrabandear la droga.
Sus hijos, Antonio Narciso Cáceres Castillo y María Esther Cáceres Castillo, recibieron cinco años y dos meses, y cuatro años y ocho meses, respectivamente.
Por su parte, Lucas David Palacio fue condenado a cuatro años y ocho meses, y José Luis Lavín y Héctor Sebastián de La Cruz, a tres. La rusa Anastasia Ipatova, dedicada a la micropigmentación e importación, fue absuelta.
Desde mayo de 2018 y hasta noviembre de 2019, la banda envió y recibió drogas hacia y desde Europa, a través de la sociedad Grupo Grum SA para su comercialización en aquellos países. El ardid para disimularla en los controles aduaneros era introducirla en elementos propios de la industria electromecánica: rodillos y capacitores.
La organización intentó, si éxito, contrabandear desde España 31 kilos de éxtasis que fueron descubiertos al arribar a Buenos Aires.
