En la mañana de este viernes, un sereno emitió una alerta inquietante ante la Policía tras encontrar aparentes restos de una mutilación en una bolsa de consorcio. Todo indicaría que se trata de un cuerpo descuartizado.
El hallazgo tuvo lugar en un descampado ubicado sobre la avenida Ramón Cárcano al 800, en el barrio Chateau Carreras, zona noroeste de la ciudad de Córdoba.
Al llegar al lugar, los efectivos constataron que dentro de la bolsa se encontraban dos brazos humanos, ambos diseccionados en tres partes: mano, antebrazo y brazo.
El macabro descubrimiento, que ocurrió a escasos metros de un montículo de otras bolsas similares, pero separado de estas, encendió todas las alarmas.
A cargo de la causa se encuentra el fiscal Horacio Vázquez, quien confirmó que los equipos técnicos de la Policía Judicial trabajan intensamente en el caso.
“Se trata de un hallazgo muy reciente y todavía no hay ninguna precisión para informar. Por el momento no se harán declaraciones públicas, pero se hará conocer lo averiguado en cuanto se logren los primeros resultados”, indicaron desde la fiscalía.
Los funcionarios judiciales añadieron que la prioridad estaba puesta en identificar a la víctima: “Dependemos fundamentalmente de lograr una rápida y eficaz identificación”.
El sereno que halló el cuerpo también será indagado, aunque por el momento no hay imputados ni detenidos por esta aparición.
Las manos pertenecen a una mujer joven
Mediante el sistema “Morpho Bis”, finalmente se logró identificar a la víctima: una mujer extranjera de entre 20 y 30 años.
Según indicaron fuentes policiales, la mujer registraba antecedentes penales. Todavía trabajan para intentar determinar las circunstancias del hecho.
Las tareas para esclarecer el hecho
Por ahora, los investigadores se encuentran parados frente a un enigma con pocas respuestas.
Nadie vio cuando la bolsa fue arrojada en ese lugar. O nadie quiere decir lo que vio. Lo cierto es que tampoco hay, al menos por ahora, una denuncia o reclamo que permita inferir la existencia de una víctima tras la aparición de los restos.
Los forenses especializados analizaron las partes del cuerpo recogidas con un objetivo claro: determinar a quién pertenecen los brazos.
Las manos estaban completas, lo que permitió trabajar con las huellas dactilares, según habían expresado los investigadores.
Esta información será clave para encaminar la investigación y avanzar con una posible hipótesis sobre lo sucedido.
Además, hay dos cámaras de seguridad instaladas en sectores cercanos al descampado. Las imágenes captadas podrían ofrecer pistas fundamentales.
Un equipo técnico trabajó desde la mañana revisando las grabaciones de los últimos días, en busca de cualquier imagen que permita identificar a la persona que dejó la bolsa en ese lugar.
“Hay que ver si llegó a pie, en moto o en algún vehículo. Es un trabajo muy fino, pero confiamos en que puede darnos una pista concreta”, reveló una fuente cercana a la investigación.
La bolsa que contenía los restos estaba sola, ligeramente apartada del resto de los residuos que forman parte de un basural improvisado en el lugar.
Al revisar el resto de las bolsas, la Policía no encontró otros restos humanos. “Todo es empezar desde cero. Lo primero es saber quién es la víctima. Después, entender qué le pasó”, había resumido un investigador.
Sin hipótesis y todo por conocer
“Es imposible establecer hipótesis por el momento”, reconocen los pesquisas.
Cuando los primeros uniformados llegaron a la zona, lo primero que les causó sorpresa fue que la bolsa había quedado en medio del descampado, pero sin ninguna maniobra de disimulo.
“Si bien estaba entornada junto a otros bultos de características parecidas, el sereno que encontró el paquete no dudó en aproximarse y revisar”, comentaron.
Esto hace pensar, en un primer análisis, que los restos humanos fueron abandonados con cierta rapidez e desprolijidad, según los investigadores.
Dicho de otro modo, alguien podría haber tenido la intención de que esa bolsa fuera hallada por las autoridades.
Tampoco está claro si se trata de una víctima fatal, o si sólo es una mutilación.
Junto con el rastrillaje del perímetro, que se realizó para identificar otros restos y cuyo resultado fue negativo, los pesquisas intentaron reconstruir un posible itinerario para aportar a los técnicos que repasan las filmaciones. Buscan saber por qué caminos posibles estos restos podrían haber llegado hasta allí.
Segundo hallazgo de restos humanos en 20 días
Este hecho se suma a otro episodio reciente que aún desconcierta a la ciudadanía y a las autoridades.
Hace 20 días, el 5 de julio, la Policía encontró un cadáver escondido dentro de un placar en un departamento del 3° B de la calle Buenos Aires, en pleno Centro cordobés.
La vivienda pertenecía a Horacio Grasso, el expolicía condenado en 2009 a 27 años de prisión por el asesinato del niño Facundo Novillo.
Grasso cumplía arresto domiciliario en ese inmueble hasta que la Justicia revocó ese beneficio. Pocos días después, cuando su hermano decidió ordenar y limpiar el departamento, un grupo de albañiles halló restos humanos ocultos entre mantas y sogas.
Desde entonces, el fiscal José Bringas lidera una pesquisa que, pese al esfuerzo de los forenses y a la colaboración de especialistas del Conicet, aún no logró identificar a la víctima.
Los restos del placar estaban tan degradados que no ofrecían información genética útil. Tampoco se lograron determinar con certeza, por el momento, la causa de la muerte ni una fecha aproximada del deceso.
Lo único que se ha establecido hasta ahora es que se trata de una mujer. Una hipótesis indica que podría ser de origen extranjero –posiblemente paraguaya– y cobra fuerza debido a la ausencia de denuncias por desaparición compatibles en la zona.