Se llamaba Mara Alejandra Pereyra (37). Viajó desde Posadas a Córdoba, junto a su novio y un amigo, con quienes entraron a la segunda fiesta electrónica que el fin de semana se desarrolló en el complejo Forja, en barrio Talleres de la Capital. Fueron a ver al DJ Hernán Cattaneo.
A las 4 ya del lunes, Mara cayó al piso desvanecida. No reaccionaría más. La pastilla de éxtasis que había tomado, según la Justicia, terminó siendo letal para su organismo.
No está claro si tomó alcohol. Sufrió al menos tres paros cardíacos. Murió a las 48 horas, pese al esfuerzo del cuerpo médico del Hospital de Urgencias por salvarla.
Dos fiscalías tienen causas abiertas. Por un lado, en la fiscalía de Raúl Garzón (de licencia y reemplazado por su par, Eugenia Pérez Moreno) investigan la muerte en sí.
Por otro lado, en la fiscalía de Carlos Cornejo, fuero antinarcomenudeo, se lleva la otra “pata” de la causa. Se busca saber todo lo relacionado con la droga en sí y su trazado.
La sospecha es que la sustancia fue comprada en Misiones e ingresada al predio tras burlar los “férreos controles”, como dijo el amigo de la víctima. Se cree que la sustancia pasó bien oculta entre la ropa.
Mara murió intoxicada por una droga sintética que todavía no se sabe a ciencia cierta qué era. El éxtasis que se vende en Argentina no es éxtasis. Es MDMA (metanfetamina) mezclada con otras sustancias.
A la par hubo al menos otros 28 asistentes intoxicados, quienes pudieron contarla. En paralelo, la FPA secuestró gran cantidad de drogas sintéticas en los accesos e inmediaciones del predio. Hay un solo detenido por vender pastillas.
Cornejo investiga e intenta determinar, entre otras cosas, si en el evento se facilitó el consumo.
El fenómeno de las intoxicaciones con drogas sintéticas en fiestas electrónicas, raves y afters no es nuevo. Es más, están íntimamente relacionados. No por nada en los eventos “serios” hay puestos sanitarios, médicos y ambulancias, además de puestos de hidratación.
La primera pregunta que hacen los médicos al atender a un intoxicado generalmente es: “¿Qué tomaste? ¿Qué ‘pepa’ tomaste?”. Esto les permitirá orientar los pasos por seguir.
Con el corazón a punto de colapsar, cada segundo es clave.
Con Mara ya son al menos seis los asistentes a fiestas de ese tipo que murieron por intoxicaciones con drogas sintéticas en los últimos 10 años en Córdoba. A la par, son millares los casos de jóvenes intoxicados que vivieron para contarla.
Las otras cinco víctimas fatales fueron: José Mignola (14), quien murió tras una fiesta en Valle Hermoso en 2014; Tania Abrile (38), quien falleció tras ir al Orfeo en 2016; Pablo Rielo (35) perdió la vida en Forja en 2017; Samir Velázquez (20) murió tras un after trucho en camino a 60 Cuadras en 2019 ; y Agustina Di Martino (28), quien dejó de existir tras una fiesta en La Estación, en la localidad de Malagueño a fines de 2022.
En todos los casos, según la Justicia, se tomaron drogas sintéticas.
10 años hablando de lo mismo
Hace una década que se viene hablando sobre lo mismo: noche, fiestas electrónicas, drogas sintéticas, adicciones, falsa idea de diversión y un formidable negocio lucrativo montado por comerciantes ávidos por ganar dinero a como dé lugar.
En Córdoba se da una doble situación: por un lado, están los eventos clandestinos que no paran, por el contrario. Crecen y se replican.
Por otro lado, hay empresarios que aprendieron las reglas del juego, cumplen con las normas, montan todo legal, pero que en algunos casos saben y son conscientes de que sus espacios, por más que haya “controles”, terminan siendo lugares donde se consumirá de todo y se pondrá en riesgo la vida.
La Justicia no puede actuar sobre un adicto en sí.
Sin embargo, sí puede actuar (y en Córdoba lo hace el fuero narcomenudeo) sobre quien vende, ya que eso sí es delito. Y puede actuar sobre quien monta un show o un evento y termina brindando o facilitando condiciones para que los asistentes puedan drogarse. Eso también es delito, aunque difícil de mostrar.
Juicio a organizadores
“No hay imputación ni nada. De todos modos, estamos investigando todo. Sabemos que hubo controles, mucho control, pero investigamos todo”, dijeron desde la fiscalía en torno a la pesquisa por la trágica muerte de Mara Pereyra, tras asistir a Forja.
La empresa Buenas Noches Producciones (BNP) fue la organizadora. Sus responsables lamentaron lo ocurrido con la joven. También lo hizo el DJ Cattaneo por sus redes.
Dos de los principales socios de esa empresa comenzarán a ser juzgados este año (posiblemente en noviembre) en la Cámara 6ª del Crimen por el caso Tania.
Héctor Oscar Baistrocchi e Iván Aballay deberán ser juzgados en un mismo juicio por supuesto homicidio culposo y presunta facilitación de lugar para el consumo de estupefacientes. Así lo dispuso el Tribunal Superior de Justicia tras distintas apelaciones. También será juzgado por el segundo delito el imputado Mario Alfredo Novaro.
A su vez, el supuesto falso médico Walter Barreto será juzgado por ejercicio ilegal de la medicina y homicidio. Todos dijeron ser inocentes.
La familia de la víctima es querellante y viene librando una batalla.
De las otras víctimas fatales, hubo condenas en sólo dos casos.
Por Francisco Mignola, un empresario recibió una pena de 3 años en suspenso. Ricardo Mariano Carballo fue condenado por homicidio culposo y facilitación de un lugar para consumo de estupefacientes. Su socio se profugó a México.
Por el caso Samir, tres organizadores fueron condenados a 4 años y medio de prisión por facilitación de lugar para consumo. Se trataba de Alejandro César Aguirre, Ricardo Marconi y Gonzalo Omar Ortiz.
Por la causa Rielo, dos policías fueron enviados a juicio acusados de no haber ayudado a la víctima.
Incremento de secuestros
Fuentes policiales y judiciales, a todo esto, coinciden en señalar que se está notando otra vez un incremento en el movimiento del éxtasis y de otras sustancias en el mercado cordobés. Ya se vienen registrando numerosos operativos en donde se está volviendo a secuestrar en cantidades esas drogas.
Días atrás, un organizador de una fiesta clandestina que no llegó a hacerse fue detenido en su casa en un barrio privado de Córdoba. Le secuestraron drogas sintéticas en cantidad.