La Policía de la Ciudad asestó un importante golpe al “Clan Villalba”, la banda criminal que había tomado el control de los negocios de venta de drogas al menudeo tras la caída del “Clan Marola” en la villa 1-11-14 (hoy barrio Ricciardelli).
El operativo se llevó a cabo el pasado 8 de noviembre, e incluyó un total de seis allanamientos simultáneos en los barrios Ricciardelli e Illia. Estos procedimientos son el resultado de una investigación iniciada en junio último y enfocada en la comercialización de estupefacientes en la zona.
El “Clan Villalba” se dedicaba al narcomenudeo en el interior del barrio Ricciardelli. La aparición de este grupo criminal se dio unos 100 días después del crimen de Nayla Torrilla, la niña de 4 años que murió acribillada en un enfrentamiento entre bandas narco en la misma villa.
Modus operandi y acopio de drogas
La investigación estuvo a cargo de la División Investigaciones Antidrogas Zona Sur de la fuerza porteña, la cual, a través de meses de tareas de inteligencia llevadas a cabo por la Brigada N°12, recopiló pruebas sobre la operatoria del grupo, sus puntos de acopio, y la cadena de distribución.
Según el informe oficial, la organización mantenía un sistema de vigilancia altamente organizado. Utilizaban “satélites” ubicados estratégicamente en las escaleras de la Torre 1 de la calle 10 al 2300, cuya función era alertar sobre la presencia de fuerzas de seguridad o desconocidos. Los puntos de venta eran conocidos como “aguantaderos” y se hallaban en pasillos internos, mientras que algunos departamentos eran utilizados como depósitos para acopiar la droga.
Uno de los métodos de ocultamiento más notables era el uso de ladrillos huecos para esconder las dosis de droga.
Secuestros millonarios y detenciones
Durante los procedimientos supervisados por el Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N°8, a cargo de Natalia Molina, junto con la Ufeide, conducida por Cecilia Amil Martín, se logró el secuestro de grandes cantidades de material.
En total, se incautaron más de 2.000 dosis de cocaína y pasta base. Fuentes del caso estiman que la droga secuestrada tiene un valor total de $ 16 millones de pesos, considerando que cada dosis alcanzaría un valor aproximado de $ 8.000.
Entre los bienes incautados en los distintos allanamientos se destacan:

Integrantes del clan capturados
Aunque el objetivo de las intervenciones fue desarticular el circuito de comercialización minorista, se logró la detención de varios integrantes.
Fueron capturados al menos dos miembros de la familia Villalba. En el segundo objetivo, un departamento, se detuvo a una mujer de 26 años y un hombre de 38, ambos de apellido Villalba. En el quinto punto, una habitación de un pasillo, fue detenido otro integrante de la familia Villalba, de 22 años y domiciliado en Lomas de Zamora.
Además, en el cuarto allanamiento, se detuvo a una mujer de 59 años y dos hermanas de 26 y 24 años.
El magistrado interviniente convalidó los secuestros y dispuso las medidas de rigor. No obstante, las autoridades continúan gestionando oficios judiciales para ordenar la inmediata detención de los principales investigados, quienes no estaban presentes durante el operativo. El barrio Ricciardelli es una zona señalada por las autoridades como escenario de disputa territorial entre distintas bandas narco.
La desarticulación de esta red de narcomenudeo se asemeja al desmantelamiento de una red de tuberías clandestinas: aunque se logra sellar varios puntos de fuga y atrapar a quienes operaban las válvulas (los detenidos), el flujo principal de suministro (los cabecillas) aún debe ser cortado para evitar que el negocio sucio se reactive bajo un nuevo control.




























