El joven de 14 años que se encuentra en grave estado tras resultar baleado en un presunto intento de robo en barrio René Favaloro estuvo bajo un programa de Justicia restaurativa, fue citado dos veces a audiencias y nunca asistió, según fuentes de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf).
El chico había sido incluido en este programa por la Justicia Penal Juvenil luego de ser aprehendido en un robo de un celular en barrio Matienzo junto a un mayor de edad, de 22 años, que habría cometido en moto y con una réplica de un arma de fuego.
S.C., a esa altura, tenía un fichaje policial por una contravención, en enero de este año, por conducir una moto sin papeles.
En los primeros días de abril, el programa de Justicia Restaurativa, en el que confluyen la Justicia y Senaf, entre otros actores, citó al joven a una primera audiencia, a la que no asistió.
Se hizo una segunda convocatoria en mayo, pocos días atrás, para trabajar con él en una Cámara Gesell, que es una habitación acondicionada con dos ambientes separados por un vidrio de visión unilateral, que permite la observación de peritos sin que la persona pueda percibir que está siendo estudiada y es muy común en casos de menores, en causas prevencionales o de presuntos delitos. Tampoco asistió.
Estaba previsto hacer una tercera citación, que era la última antes de que se deba informar a la Justicia para dar por caído el programa y analizar otras medidas, pero no se llegó a concretar esa convocatoria.
En este programa “se impulsan intervenciones que ayudan a los jóvenes en conflicto con la ley penal a responsabilizarse por sus actos y a tomar conciencia del daño causado, para así poder repararlo a través de estas alternativas restaurativas. Además, se pretende que las personas damnificadas de los hechos delictivos tengan una participación activa en el proceso restaurativo”, según la definición judicial.
En el medio, S.C. recibió un balazo en una ingle, en un hecho que la Policía lo tenía a él como presunta víctima. Ocurrió el 24 de abril, cuando ingresó al Hospital de Pronta Atención de Villa Adela Teresa de Calcuta el joven, con un balazo que habría sido producto, según su relato de ese momento, de un intento de robo de dos jóvenes, quienes le habrían querido sustraer su moto.
El chico fue atendido en el lugar y luego trasladado por su madre a la Clínica del Sol.
Este evento no fue informado a la Senaf, como tampoco lo fue la contravención de enero, confirmaron fuentes del organismo.
S.C. está internado, con entre ocho y nueve impactos de bala en su cuerpo. Uno de estos balazos entró en un intestino y es el que le genera el cuadro más grave.
Según su padre, César, no está claro que haya sido parte de un robo. “No sabría decir si estaba robando. Le disparan porque dicen que ingresó a robar una moto”, relató.
“El que le dispara dice que es un hombre que venía atrás de una mujer. Es lo que le dijeron los vecinos a mi hija, porque yo no pude llegar a tiempo”, agregó.
Este jueves, el comisario mayor Ismael Yabur brindó una conferencia de prensa donde expresó que la investigación policial está en marcha y a esta hora no se puede confirmar ni desmentir si hubo un intercambio de disparos.
Recordó que el episodio se desató cuando un efectivo que estaba en franco de servicio junto a su pareja fue abordado por al menos cuatro personas que intentaron robarle la moto.
“Puede haber observado un arma de fuego o que le realizan un disparo. No podemos confirmar ni desmentir si hubo intercambio de disparos”, indicó sobre el momento previo a la reacción del efectivo, quien abrió fuego y terminó hiriendo gravemente al adolescente de 14 años.
Confirmó que la capucha del policía está siendo peritada y que no se secuestró otra arma en el lugar del hecho.
“Desde anoche tenemos un operativo en el sector tratando de encontrar a los tres prófugos”, agregó.
Si consigue sobrevivir a las heridas, este episodio tendrá que ser estudiado por la Justicia Penal Juvenil, para determinar bajo qué programa incluye al joven, que por su edad es inimputable y como no está aún reglamentada la ley que incluye como “penúltimo recurso” su institucionalización temporal en espacios cuidados del Complejo Esperanza no existe otra alternativa a un seguimiento territorial, manteniendo la custodia de sus padres, una residencia prevencional o de un hogar sustituto.
