Dos escopetazos contra la fundación del cura Mariano Oberlin cerca de Campo de la Ribera, en la zona de barrio Müller y Maldonado, al este de la ciudad de Córdoba, pusieron en alerta a la Provincia, que debió colocarle una custodia al sacerdote. La conmoción que generó el episodio llevó a que las más altas esferas de la Iglesia cordobesa se mantuvieran atentas.
“No pedimos nada raro, ningún privilegio ni nada, sino que se cuide el barrio. Nosotros tenemos acceso a las autoridades, pero el tema es que lo que nos pasa a nosotros, más allá de estos disparos, es lo que le pasa al común de la gente. Acá los únicos que progresan son los que hacen mal las cosas”, dijo como advertencia Oberlin, tras el ataque sufrido.
Elegido como Cordobés del Año 2016 por su lucha contra el narcomenudeo y la delincuencia en esas barriadas cordobesas, Oberlin reclama “acciones” del poder central para mejorar la situación de inseguridad en esos sectores capitalinos
La palabra del arzobispo de Córdoba tras el ataque a la fundación de Oberlin
Monseñor Ángel Rossi, arzobispo de Córdoba, dijo estar “dolido, preocupado y angustiado” por la situación. Destacó la tarea de Oberlin y lo calificó como “un Quijote un poco solitario, él con su equipo”, que busca sacar a niños y a adolescentes de la droga y la marginalidad.
“Es muy doloroso y lo que ha sucedido es símbolo casi en caricatura de lo que estamos viviendo, que no es sólo ahí y está generalizado en los barrios (...) Por lo pronto, el apoyo incondicional a Mariano de parte mía, de la Iglesia y creo que de la sociedad en general. Esa parte triste del manejo de la droga, de la violencia, no es nuestro pueblo, son algunitos cebados seguramente por intereses de plata y que son los que nos hacen tanto daño”, agregó Rossi en declaraciones a Aquí Petete de radio Mitre.
“A veces uno de los grandes errores nuestros es generalizar y decir que todo barrio sencillo tiene –voy a decir una palabra fea– ‘malandras’, y no es así, de ninguna manera, es gente laburadora y digna, que son víctimas de estos grupitos menores. Por otro lado, hay una sensación de impotencia. Se juntan dos sentimientos fuertes: uno, la certeza de complicidad a distintos niveles. Y lo otro, que se ha instalado el miedo; el miedo bloquea, hace que uno no hable, cierra puertas, nos hace tapar los oídos y los ojos por miedo a que después vengan las represalias. Es un combo complicado que hace sufrir mucho a los protagonistas, que son ellos y a los que estamos a más distancia”, agregó.
El jefe de la Iglesia católica cordobesa sostuvo, además: “Bastaría con que haya más apoyo, me parece, ¿no? Yo siempre he valorado el trabajo de la Policía, de la seguridad. Pero si Mariano una hora después sale a dar una vuelta y pesca el auto del atentado, si él lo pudo descubrir a la criolla, digamos así, está clarísimo que quienes tienen a su mano la responsabilidad fácilmente podrían hacerlo. No lo digo en desmedro de la Policía, que yo siempre valoro los gestos de la Policía, pero hay algo que está sin funcionar”.
“En un barrio, los que más conocen a la gente son los curas párrocos y la Policía”.
Dura advertencia del arzobispo de Córdoba
Consultado sobre si como arzobispo hablará con las autoridades políticas, Rossi indicó: “La idea es ir pensando estos días poder sentarnos a conversar, sentarnos a pensar una estrategia más real y más agresiva en el buen sentido de la palabra (...) El hecho de que Mariano haya decidido hacerlo público, fue una decisión, es interpelante para todos”, dijo.
Luego manifestó: “Seguramente habrá actuaciones en estos días, actuaciones, conversaciones, en la línea de buscar soluciones”.
Por último, sostuvo: “Solemos decir que esto no es Rosario, no es Rosario todavía, estamos en un momento en el que casi depende de nosotros que esto no sea Rosario. Pero si nos descuidamos, va a ser Rosario en tres meses, o ya lo es, y será más descarado a la vista”.
“Esto tiene que ser un trabajo en conjunto en el que algunos tienen más responsabilidades que otros, y el papa Francisco suele repetir ‘Juntos salimos o juntos nos hundimos’. Esperemos que con buena disposición de las partes, de cada uno de nosotros, de los distintos ámbitos, nos animemos a realizar un trabajo más serio, más agresivo, no negador de la realidad”.