–“Qué onda ‘Negro Sánchez’”.
–“Qué onda Gringo, todo bien. Cómo estás para que traigas un auto esta noche”.
–“10 puntos. Vos sabés que eso es lo mío”.
En una conversación a través de la aplicación Instagram: así comenzaba a concretarse un nuevo robo violento como otro capítulo del plan delictivo que habría encabezado Javier Ismael Sánchez, alias “El Monchi”, contra conductores de transporte de pasajeros por aplicaciones.
Finalmente, el joven de 19 años fue detenido por la Policía de Córdoba como sospechoso de encabezar la patota que se dedica a atacar con violencia a los choferes.
Su interlocutor es “El Gringo”, uno de sus cómplices, a quien habría conocido en la Unidad de Contenidos y Aprehendidos (UCA) durante un breve periodo de detención que ambos compartieron en ese recinto.
Entre los dos intercambiaron una serie de mensajes los días 11 y 12 de junio pasados que los llevó a atacar, presuntamente, al conductor de un transporte de pasajeros por aplicaciones que manejaba un vehículo Ford Eco Sport color rojo, según dejó trascender un informante a La Voz.
La fuente solicitó reserva y dijo pertenecer al “círculo íntimo” de la patota, que se completaría al menos con un tercer integrante, a quien mencionó como “El Mechi”.
Esa tarde del 11 de junio, alrededor de las 16, Sánchez le escribió al “Gringo” desde su vivienda de barrio Villa Martínez, zona oeste de la Capital, según se puede observar en las capturas del chat al que este medio tuvo acceso.
Luego de algunas directivas sobre cómo llevar a cabo un nuevo robo de un vehículo –acto delictivo que la banda habría repetido al menos desde el mes de diciembre del año pasado– los cómplices eligieron a su víctima.
“El Gringo”, quien en la patota cumplía habría cumplido el rol de llamar, engañar y conducir hasta el punto del robo al conductor, ese día aceptó la orden y la ejecutó.
Al cabo de unas horas, los interlocutores habían concretado el golpe y le estaban poniendo precio a la camioneta. “Por $ 650 mil se va a la calle”, habrían dicho, según se puede leer en una de las capturas del chat.
Además se pondrían de acuerdo en la forma en la que iban a cometer el ilícito y si iban, o no, a usar la fuerza.
Este medio hizo los intentos para contactar con el damnificado de este robo, aunque no lo consiguió.
Sí publicó, días atrás, un extenso informe sobre la intimidad de la banda y su presunta vinculación con los dos últimos ataques a balazos contra choferes de autos por aplicación.
Luego de esta revelación, el domingo 28 de julio pasado se produjo la detención de quien sería el cabecilla. La causa es tramitada bajo las órdenes del fiscal Ernesto de Aragón.
Los demás sospechosos permanecen prófugos de la Justicia y son intensamente buscados por la Policía de Córdoba.
Vale destacar que no se trata de la única organización que actúa con esta modalidad en la ciudad capital. Según altas fuentes de la Policía, es una estrategia delictiva que cobró fuerza en los últimos meses.
Por esta modalidad delictiva, el jueves por la mañana se llevaron a cabo 50 allanamientos en tres barrios de la ciudad capital. Durante los operativos se logró la detención de seis presuntos delincuentes vinculados a los robo contra choferes de Uber, Didi y Cabify.
El contenido del chat
En la conversación que Sánchez y “El Gringo” habrían mantenido, según una fuente informante, a través de Instagram, se puede leer un intercambio que comienza con la propuesta que el primero le hace al segundo.
“Recién fui a ver la calle. Está linda. No hay domos (policiales de videovigilancia). Los vecinos son tranquilos. Calle asfaltada. Todos los chiches”, le confiesa Sánchez antes de avisarle que había cuadrado con un tercero para salir a “laburar” el auto luego de que fuera robado.
“El Gringo” no duda. Le contesta que sí, que está dispuesto a hacerlo. Le ofrece algo más: “Te traigo el que más te guste”, dice en la conversación, y echa a reír.
“Traeme uno piola que acá le doy masa. Vos tranquilo, cumplí tu rol que lo demás lo hago yo. Tengo todo hablado con el de la cochera, me lo van a comprar. Vos sabés”, le adelanta el cabecilla al otro.
Luego de que “El Gringo” le responde a toda la propuesta de manera afirmativa, Sánchez le pide que prepare “el disfraz” y le avisa que en breve lo pasaría a buscar.
Entonces “El Gringo” hace otra pregunta: “Nos vamos a llevar de caño (en referencia a una amenaza con arma de fuego) o de chamuyo, asustando”.
A lo que Sánchez le responde que todo estaba por verse, según cómo se diera el asalto. “Depende cómo sea ‘el gil’ que te trae. Total tenemos la cuenta con el documento del Piper, así que va todo como loco”, le amplía.
Claramente iban preparados a lo que fuese.
Luego, alrededor de la 1 de la madrugada, en el mismo chat aparecen los videos del vehículo robado.
“Hermosa. Cuando vi venir (la chata) me dije que le iba a encantar al ‘Negro Sánchez’”, le confiesa el cómplice al cabecilla, antes de reconocer que la había “quitado rápido”.
Lo que revela el chat
Según pudo establecer este medio luego de una investigación propia, la patota enviaba a “El Gringo” a la zona céntrica de la ciudad. El joven se vestía con su mejor ropa y llamaba un auto por aplicación, generalmente un Uber, y llevaba al conductor hasta un punto alejado del centro, en la franja oeste o sudoeste de la ciudad de Córdoba.
Allí los conductores eran emboscados. Dos hechos en los que la banda habría estado involucrada, uno del 4 de julio, en barrio Las Violetas, y otro del 24 de julio, en Villa Boedo, terminaron con ataques a balazos, afortunadamente sin heridos de gravedad.
En el chat que habrían mantenido el 11 y el 12 de junio los presuntos ladrones, se habrían dado órdenes precisas a “El Gringo” para que engañara a un conductor. Luego la víctima, a juzgar por lo que se lee en el chat, habría sido emboscada.
La banda también resolvía si actuaba a punta de pistola o si cometía su golpe a través del engaño. Lo que estaba claro es que disponían de las armas para disparar.
