Mientras “S.” permanece internado en grave estado en el Hospital de Niños de Córdoba capital, luego de haber sido herido de al menos tres balazos por un policía al que presuntamente quiso asaltar junto a una patota de cómplices, la Justicia avanza en la investigación para determinar cómo fue todo y señalar responsabilidades.
El cabo primero que efectuó los disparos permanece en libertad y así lo seguirá estando, por disposición del fiscal Luis Micheli, a cargo de la causa.
El suboficial, quien se desempeña en el CAP 2, no está acusado de ningún delito, aunque fue fichado y quedó bajo investigación a tenor del artículo 80 del Código Procesal Penal. ¿Qué significa esto?
Es una “semi-imputación” que impone la fiscalía y es para que el efectivo participe con un abogado de todas las instancias del caso. Puede poner incluso un perito de parte para la causa.
De todos modos, según trascendió de fuentes calificadas de la causa, por el momento no hay ningún elemento que pueda derivar en una acusación grave o en su detención.
De hecho, a priori, todo indica que podría ser sobreseído a futuro ya que habría actuado en una correcta legítima defensa.
“Eran cuatro contra uno, por lo menos uno armado, de noche y el policía defendió a su esposa y a él mismo”, razonó en voz alta una calificada fuente oficial.
Los otros sospechosos escaparon corriendo. Sospechan que serían de la zona. Podría haber más menores.
Giro en “U” y asalto de motochoros al anochecer
Todo sucedió a las 19.20 del pasado miércoles en una calle pública del barrio René Favaloro Sud, en la franja oeste de la Capital.
Por el lugar transitaba el cabo primero junto a su esposa en una motocicleta Keller, modelo 110 cc negra. La pareja retornaba desde un predio donde crían animales hacia su domicilio particular.
Según fuentes del caso, en pleno viaje se toparon con al menos dos motos con cuatro jóvenes a bordo que siguieron de largo, en primera instancia.
Sin embargo, los motociclistas giraron en “U” y fueron contra la pareja. El policía estaba de franco de servicio y obviamente de civil.
Por ser policía, debe andar con su pistola reglamentaria encima todo el tiempo.
De acuerdo a testigos independientes, un joven que iba como acompañante de una de las motos extrajo un arma y la esgrimió.
En esas circunstancias, llegó a hacer presuntamente un disparo contra la pareja con la intención de que frenen para concretar el robo.
Fue en ese momento que el suboficial –según fuentes oficiales que no son policías– frenó la moto y extrajo su pistola 9 milímetros.
Su esposa se cubrió detrás suyo. Todo sucedió en pocos segundos.
Fue en ese momento que el efectivo J. A. comenzó a efectuar disparos. Una versión da cuenta de que fueron al menos seis los tiros.
Tres de los impactos dieron en quien manejaba la moto de donde partió un disparo. “S.”, el chico, cayó gravemente herido junto a su moto Gilera roja.
Sus tres compañeros lo dejaron solo y escaparon a toda velocidad en la otra moto sin ayudarlo.
Unos vecinos vieron escapar a uno de ellos con un revólver en la mano.
El policía fue quien llamó al 911. Al cabo de unos pocos minutos, arribaron varios móviles policiales.
Para los investigadores se trató de otro grave asalto del tipo emboscada: varios jóvenes en motos que abordan a una sola víctima.
“Lo peor son los pibes ladrones. Están muy pasados, algunos por drogas. Están muy violentos”, se escuchó decir desde Tribunales II.
El caso es seguido con suma atención desde la Jefatura de Policía.
A todo esto, la zona donde sucedió el hecho viene siendo escenario de graves episodios de violencia y que terminan con víctimas heridas. La franja oeste y sudoeste de la Capital aglutina varios serios episodios en los últimos tiempos.
Internado y con custodia
Respecto al chico herido, permanece internado en grave estado en el Hospital de Niños.
Por su edad, es inimputable. De todos modos, por disposición judicial, permanece con custodia policial.
Trascendió que cuenta con serios antecedentes por robo. De hecho, ya presentaba un disparo en el cuerpo de un confuso episodio ocurrido tiempo atrás.
Agujeros en una campera
Hay un elemento surgido en las últimas horas en la causa.
Mientras estaba en su casa, la esposa del policía descubrió que su campera presenta al menos dos agujeros. Y encontró una bala que sería compatible a un calibre 22.
