Vecinos de la localidad bonaerense de Ramos Mejía no salen del horror y la indignación tras el asesinato de Roberto Sabo, kiosquero y padre de dos hijos de 18 y 25 años, que este domingo recibió un disparo en la cabeza durante un asalto.
Por el aberrante crimen hay dos detenidos: uno de ellos está identificado con el nombre de Leandro Daniel Suárez, de 30 años. Este lunes se conoció que el sospechoso estuvo cinco años y diez meses en el Penal de Ezeiza por “hurto con escalamiento en grado de tentativa” y “robo a mano armada” en concurso real, condenado por el Tribunal N°8 de la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires.
El delincuente, con domicilio en Fuerte Apache, salió de prisión el 13 de agosto de 2020 con su pena cumplida. Durante su estancia en la cárcel, cobró el salario para presos por un período de cinco años. Un año y dos meses después, asaltó a un comerciante y lo asesinó a quemarropa.
Suárez cayó junto a su novia, de 15 años. Ambos ingresaron este domingo después de las 14 al “Drugstore Pato”, propiedad de Sabo, ubicado en la calle Avenida de Mayo al 800. Sorprendieron a la víctima, le apuntaron con un arma y le dispararon. A tres cuadras está la Comisaría 2° de Ramos Mejía.
Tras el crimen, la pareja de delincuentes robó un Ford Focus negro a un remisero de la zona. Minutos después chocaron, se bajaron del vehículo y le sustrajeron la motocicleta a un repartidor. Acorralados, ambos ingresaron a un supermercado e intentaron cambiarse de ropa para evitar ser identificados. La treta no funcionó: la Policía de Buenos Aires los arrestó a ambos. Suárez portaba el arma homicida.
Junto al delincuente también cayó Y.G.R, de 15 años, cuyo domicilio está ubicado cerca de Fuerte Apache. Los investigadores aportaron un dato estremecedor: mientras la Policía se la llevaba, la adolescente reía. La UFI de Menores de La Matanza será el organismo encargado de investigarla.
Indignación
Después de las aprehensiones, familiares y amigos de la víctima protestaron frente a la Comisaría 2°, donde los sospechosos quedaron detenidos. La situación se tensó después de que los vecinos, indignados, comenzaron a insultar a las autoridades y a incendiar objetos. El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, llegó durante la noche y se ganó el repudio de los presentes.
“¿Ahora vienen? ¿Dónde está el ministro de Seguridad, el gobernador? ¿Dónde están? ¿Ahora vienen? Estamos cansados, loco. Yo soy un laburante”, dijo uno de los vecinos del kiosquero a los efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI).
“Arruinaron una familia”, dijo con tristeza Pedro, padre del kioskero, que además culpó al Presidente y la vicepresidenta por la inseguridad. “Quiero agradecerles a Alberto y Cristina por largar a todos los asesinos”, expresó.
Después de ser detenido, el asesino Leandro Daniel Suárez lloró ante el fiscal Federico Medone, que se espera lo indague en horas de la tarde de este lunes.
