El díscolo y avezado delincuente Emanuel Alejandro Soria (37), de Villa Carlos Paz, desató en 2015 un escándalo en la Departamental Punilla de la Policía de Córdoba cuando escapó de la alcaidía tras romper una reja. Tras el increíble hecho, el jefe de Policía de entonces, Julio César Suárez, dio participación al Tribunal de Conducta de la repartición y a la Justicia.
La fuga de Soria (la tercera en aquella departamental) se dio en el epílogo de Suárez como jefe de la fuerza, en medio de una larga lista de cuestionamientos y antes de las dos condenas, ya en que 2018 lo sentenciaron por coacción (amenazas) contra el periodista Dante Leguizamón.
Este año, Soria volvió a ser condenado, pero por tenencia ilegal de un arma de guerra (dos hermanos, también policías, protagonizaron otros escándalos).
Escape y un largo prontuario
Tras el escape en octubre de 2015, Soria (estaba alojado en la alcaidía, sospechado de robo calificado) fue recapturado. El experimentado delincuente engrosó su prontuario en los últimos años. Recientemente, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de Córdoba capital lo condenó a tres años de prisión por encubrimiento y uso de documento público adulterado o falso.
La tarde del 25 de mayo de 2022, en pleno día patrio, Soria fue controlado por la Policía cuando salía de una estación de servicio ubicada en cercanías de Sarmiento y Porto, en su Carlos Paz natal. Circulaba en un Fiat Palio Fire a nombre de otra persona. Los efectivos rápidamente observaron que la cédula era ostensiblemente falsa, debido que no coincidía con el formato de las emitidas por la Dirección Nacional de Registros de la Propiedad Automotor (DNRPA).
El dominio colocado pertenecía, en realidad, a otro Palio. A su vez, el número de chasis que revisó la Policía respecto de aquel dominio no coincidía con el número grabado en el vehículo, que, además, era el mismo plasmado en la cédula.
El número grabado en el auto correspondía, más bien, a un Palio robado en la calle pocas semanas antes. Los investigadores pudieron determinar que tanto la cédula que Soria exhibió (figuraba a nombre de otro hombre), el formulario 08 y el título eran apócrifos. También concluyeron que no sólo las patentes colocadas eran falsas –ya que no habían sido homologadas por la DNRPA– sino que, además, pertenecían a otro Palio “gemelo”.
En el juicio abreviado, con intervención del defensor Rodrigo Altamira y la fiscal auxiliar Julieta Moyano Ludueña, Soria reconoció el hecho y su participación delictiva. El juez Julián Falcucci concluyó que el delincuente manejaba un auto robado, con patentes y documentación falsa, todo lo cual “no desconocía y pretendió encubrir”.
Le impuso tres años de prisión, condena que se suma a las varias penas anteriores. En 2023 había sido sentenciado a un año de cárcel por la Cámara Criminal y Correccional de 5ª nominación de la ciudad de Córdoba, por encubrimiento. El mismo delito que lo llevó a ser, otra vez, condenado a un año y medio en abril de este año.
De esta forma, con la nueva pena, el monto se unificó en tres años de prisión efectiva. Seguirá preso en la cárcel de Bouwer, en la periferia sur de la ciudad de Córdoba.
