Los efectos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires no olvidarán fácilmente lo que vivieron este miércoles en el barrio Villa Pueyrredón. Es que, alertados por un vecino, ingresaron en un departamento y se toparon con una imagen espeluznante: dos cadáveres yacían en el suelo, ambos en avanzado estado de descomposición.
La Justicia ordenó una investigación para establecer qué sucedió con los occisos. Según el parte oficial, los agentes llegaron este miércoles tras recibir un llamado: el vecino del departamento D, en la planta baja, no podía comunicarse con el hombre que vivía tras la puerta contigua.
Otros residentes del edificio -ubicado en la calle Los Gauchos al 5928- les dijeron a los uniformados que Marcelo, de 56 años, no respondía al timbre ni a los llamados. Tras golpear la puerta, decidieron abrir una ventana que no estaba cerrada, sino apenas apoyada. A simple vista, divisaron el cuerpo de una mujer en el piso del living.
El departamento del horror: macabro hallazgo en Villa Pueyrredón
Los policías notaron que la puerta estaba cerrada sin llave e ingresaron en el departamento del horror. Una vez dentro, encontraron el cadáver de Marcelo en una de las habitaciones, al costado de la cama: tenía manchas de sangre. Ambos cuerpos presentaban un avanzado estado de descomposición.
La víctima mujer fue identificada como Mónica Cristina Grosso (63). El cuerpo se encontraba “en posición decúbito dorsal, en estado de putrefacción avanzado”.
“Se destaca que no se encuentran teléfonos celulares en el lugar, presumiéndose que no se trataría de una muerte de causas naturales, pudiendo haber existido algún tipo de violencia, en virtud de dicha faltante, como así también el ingreso abierto, observándose la remera de la mujer tapándole el rostro”, dice el parte.
Expertos de la Unidad Criminalística Móvil (UCM) están trabajando en el lugar para determinar lo que sucedió. Por el estado de los cuerpos, no se puede afirmar con certeza que se haya tratado de un doble crímen violento.
Vecinos declararon que allí vivía Marcelo. Su hermana solía visitarlo porque “tenía problemas de salud”. La causa está en manos de María Capanegra, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 46 a cargo de la doctora, según informó La Nación.
