Mientras los cinco sobrevivientes del trágico incendio de la pensión de barrio San Martín, en la Capital cordobesa, se recuperan afortunadamente, continúa la conmoción en toda la comunidad sobre la muerte de una pareja que residía en ese lugar. En el vecindario abundan los testimonios que dan cuenta de que ese inmueble era “una bomba de tiempo” si se tiene en cuenta que residían al menos 26 personas humildes y hacinadas en pequeñas habitaciones y que la estructura estaba compuesta de chapas y maderas y otros materiales combustibles.
En medio del dolor y la consternación por la tragedia, la investigación avanza en la fiscalía a cargo de Silvana Fernández, quien ya inspeccionó el lugar con su equipo y le solicitó una serie de peritajes a la Dirección Bomberos y a la Policía Judicial.
Mientras tanto, se buscan testigos, se toman testimonios y se rastrean pruebas y filmaciones, entre otras medidas. Se espera que la Municipalidad de Córdoba confirme que el lugar no tenía habilitación para funcionar como pensión.

A todo esto, este miércoles ya se presentaron en la Unidad Judicial de la zona el dueño del inmueble donde sucedió todo (un hombre de 60 años) y dos operarios que habían estado realizando soldaduras.
Fuentes judiciales señalaron que, por ahora, no fueron imputados ya que aún no hay carátula del caso.
De todos modos, fueron fichados, se les requirió que consignen abogados defensores y se les informó que sus peritos podrán participar (si lo desean) de las autopsias a las víctimas, entre otros actos procesales. Se les hizo fijar domicilio.
Fuentes judiciales señalaron que los tres hombres están bajo la lupa de la fiscalía.
Se especula que, una vez que la fiscal Fernández tenga resultados de autopsias y los peritajes de Bomberos y distintos estudios de Policía Judicial y haya podido avanzar en la toma de testimonios, disponga imputaciones. Estas girarían, se especula, en una figura culposa (negligencia o imprudencia).
Este jueves estaría el informe preliminar de Bomberos en torno a este desastre ocurrido a pocas cuadras del Centro y que vuelve a dejar en evidencia el peor costado de la pobreza y la falta de controles muchas veces.
En Villa María, por caso, por la tragedia del padre e hijo muertos tras ser alcanzados días atrás por la llamarada causada por la rotura de un caño de gas, en medio de la obra de la Circunvalación, hay cinco personas acusadas por estrago culposo y lesiones culposas. No hay ningún detenido.
Para que haya una figura con dolo eventual, es necesario que el acusado se haya representado previamente que podía causar una desgracia con su accionar y siguió adelante (y la provoca).
Sin embargo, por la trágica explosión e incendio de la fábrica de químicos en barrio Alta Córdoba (ocurrida en 2014), el dueño Sergio Raponi fue condenado a ocho años de cárcel por la gravísima figura de estrago doloso doblemente calificado. Esa tragedia dejó un muerto, decena de heridos y graves daños.
Soldadura, fuego y tragedia de la pensión
La hipótesis es que el desastre del pasado martes a las 15.57 se produjo cuando dos hombres comenzaron a soldar un portón en la pensión ubicada en calle General Tomás Guido al 746, corazón del barrio San Martín.
Se sospecha que las chispas tomaron contacto con un material altamente inflamable que provocó un principio de incendio que rápidamente se extendió. Se cree que fue un colchón.
En segundos, el fuego consumió los tres pisos del lugar. Las llamas se vieron alimentadas por la alta presencia de maderas, telgopor y chapas, además de otros materiales como colchones y ropa.
No habría habido matafuegos.
Una pareja falleció calcinada. Las víctimas fueron Gonzalo Iván Contreras, de 29 años, y María Florencia Rodríguez, de 39. No tuvieron tiempo de escapar de la trampa de fuego y humo.
A su vez, hubo cinco lesionados: tres vecinos y dos policías. Fueron trasladados a hospitales y se recuperan.
A causa del fuego, la estructura cedió y todo se vino abajo, lo que agravó el cuadro.
Desesperación ante el fuego: cables y chapas
En medio del desastre, todo fue caos, gritos, nervios, corridas, desesperación por entrar y salvar vidas.
Algunos vecinos querían entrar a salvar a las víctimas. Los bomberos arribaron a los pocos minutos, pero no pudieron ingresar rápido por un problema inesperado: los cables de media tensión se habían cortado y tocaban las chapas de la estructura, lo que generaba el peligro de electrocución.
Hubo que llamar de urgencia a Epec para que corte toda la luz. Había riesgos de arcos voltaicos.
Hasta que la cuadrilla llegó, los bomberos se dedicaron a cortar el suministro interno y a tratar de sofocar las llamas y que no se extiendan a casas linderas.
Recién cuando toda la energía fue cortada en el sector, se pudo desplegar el trabajo. Sin embargo, ya no se podía hacer nada con la pareja.
“Ese lugar era un cajón de chapa con madera donde vivían personas apretadas”, confió una alta fuente de la causa.
Pobreza y muerte
Este miércoles, mientras seguían las tareas de enfriado por parte de los bomberos y se iniciaba el trabajo de los peritos, ya se escucharon relatos de sobrevivientes que dan cuenta de las condiciones en que vivían.
En el lugar residían trabajadores, informales en su mayoría, y de condiciones humildes que pagaban una cifra muy baja para poder acceder a una habitación.
Las piezas eran más que pequeñas (dos por tres metros) y había separadores de madera como paredes. La cocina y el baño funcionaban en la planta baja.
Ya se oyen relatos de sobrevivientes y vecinos que dan cuenta de que ese lugar era una suerte de “bomba de tiempo” si se tiene en cuenta la gran cantidad de personas que residían hacinadas en pequeños espacios y a tenor de la estructura que no había contado con la más mínimas de seguridad, según los relatos.
“Bombas de tiempo” en la ciudad
La tragedia ocurrida en la pensión hizo recordar a muchos el fatal incendio registrado en junio de 2022 en la villa La Tablita, un asentamiento que estaba cerca de la Costanera de Córdoba, y que causó la muerte de un joven que allí residía, como así también varios heridos. El incendio arrasó con varias precarias casillas donde residían familias sumidas en la pobreza.
De todos modos, y más allá de aquella tragedia y lo sucedido en la pensión, fuentes oficiales volvieron a preguntarse sobre aquellos complejos o edificios o viviendas que albergan a numerosas familias y que no cuentan con las más mínimas medidas de seguridad en Córdoba capital, con todo lo que ese riesgo significa.
Ya hubo 8 muertos por incendios en 2025 en Córdoba
Al menos ocho personas han muerto en lo que va de 2025 en distintos incendios registrados en inmuebles en Córdoba.
Pensión. Una pareja falleció al quemarse una pensión sin habilitación en barrio San Martín. Todo se inició, supuestamente, mientras operarios soldaban.
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Gasoducto. Un hombre y su hijo fallecieron tras ser alcanzados por las llamaradas tras la rotura de un caño de gas en una obra pública.
Taller de GNC. El dueño de un taller mecánico de GNC falleció tras una explosión e incendio en barrio Los Boulevares, en la Capital.
Panadería. Un hombre perdió la vida a causa de las graves heridas sufridas tras un incendio registrado en una panadería de barrio Mirizzi.
Fuego en la fábrica. Un joven murió a causa de las quemaduras sufridas durante un incendio registrado en una fábrica de maquinaria de San Francisco.