En su meteórica y ascendente carrera en la Policía, Alejandro Mercado tuvo un serio tropiezo.
Fue en 2014, luego de una causa contra una banda de delincuentes que falsificaba dólares con una máquina en Córdoba. Ese operativo se infló por demás ante la prensa.
Lo reconoció incluso la Justicia federal, a cargo de esa causa: se informó que se habían hallado más dólares de los que se habían encontrado en realidad.
Mercado, quien se había mostrado como un investigador de raza en ese caso, no quedó bien parado.
Por decisión de arriba, fue sacado del Departamento Delitos Económicos de la Policía y fue enviado al exilio, una vieja práctica en la Policía provincial: comisario que cae en alguna o “mete la pata”, comisario que se va al interior.
Según la pesquisa del fiscal Gavier –quien acusa a Mercado de haber liderado una supuesta asociación ilícita con otros policías durante largos años para cometer toda clase de delitos–, “el Ale” habría jurado venganza. Mercado habría dicho que iba a volver a la Jefatura en algún momento y que iba desplazar a sus rivales.
Mercado fue enviado a Villa Carlos Paz, pero no quiso ir.
Entonces, fue derivado a la comisaría de Las Varillas, en el departamento San Justo. Allí comenzó a crecer de nuevo.
Cuentan que en San Francisco, Martín Llaryora comenzó a prestarle atención como un jefe policial en potencia.
Sería en 2016 cuando Mercado regresaría a la Jefatura policial en la Capital cordobesa.
En aquel año se registró un importante asalto en una casa de barrio Cofico, en la Capital. Aquella noche, funcionarios políticos y judiciales, entre abogados y otros personajes, fueron asaltados por varios delincuentes. Esa noche, la Policía montó un operativo nunca antes visto.
A las pocas horas, varios hombres fueron detenidos a pocas cuadras, mientras comían lomitos en la Costanera. Entre ellos, había un subcomisario de la Policía.
Fueron acusados de haber sido la banda de Cofico, pese a que no tenían armas ni se les encontró ninguna prueba firme.
El fiscal Raúl Garzón los terminaría enviando a juicio y tuvo un fuerte cruce con el por entonces jefe de Investigaciones, Calixto Luna, quien insistía que esos sospechosos estaban por cometer otro robo y no eran los autores del hecho de Cofico.
La banda fue enviada a juicio y terminaría absuelta. Sólo fue condenado el subcomisario, pero por portación de armas.
La Cámara 2ª del Crimen criticó la pesquisa del fiscal, quien se defendió.
Calixto Luna, a todo esto, fue mandado a retiro forzoso. Se lo comunicó el por entonces subjefe de la fuerza, Gustavo Folli, un confeso amigo de Alejandro Mercado.
En 2017, “Mercadito” se convirtió en jefe de Investigadores Criminales y se sintió intocable.
A su vuelta a la Jefatura, se encargó de desplazar a varios de sus rivales, como Sergio Zárate y mantuvo una ríspida rivalidad con Rodolfo González, entre otros.
En el marco de la causa, Gavier dice haber encontrado cruces de mensajes entre Mercado y Folli, donde se prodigaban amistad y elogios.
En 2023, Alejandro Mercado fue nombrado por Martín Llaryora subjefe de Policía. Juan Pablo Quinteros fue ubicado en Seguridad.
Mercado recibió un afectuoso saludo por parte de Folli vía celular, quien lo felicitó por el logro aunque se disculpó de no ir al acto de asunción porque iba a estar “la prensa y la mamá de Blas Correas”.
A los pocos días, Gustavo Folli sería detenido. No fue por Gavier.
Fue apresado por orden del fiscal Guillermo González, quien lo acusa de haber manejado, también por años, otra supuesta asociación ilícita.
Esta vez, la presunta banda operó en la Dirección Bomberos, donde fue varios años jefe. Al igual que Mercado en Delitos Económicos.